Los cítricos no se podan. Una poda intensa o mal realizada puede provocar lo que se denomina alternancia: un año darán poca fruta y grande y, al siguiente, mucha y pequeña. Para normalizarlos se elimina parte de la fruta en formación en este último caso.
Entre los frutales de carozo y pepita, no se podan damascos, cerezos ni guindos y sí durazneros, pelones, ciruelos, manzanos y perales, que requieren luz en el interior de la copa para madurar la fruta. En un huerto familiar, en que el objetivo no es la gran producción para comercializar, la poda debe ser suave, siempre conociendo las necesidades de cada especie. Las podas para estimular la fructificación tal como la realizan los cultivos comerciales acortan significativamente la vida de la planta. A medida que la planta crece, puede ser necesario quitar las ramas más altas, para facilitar la cosecha.
Los árboles frutales pueden tenerse presentes, por su sombra y como estructura de juegos para chicos. Tienen ramas a diferentes alturas, algunas son elásticas y se doblan. La corteza, si es áspera, proporciona textura para poder trepar. Cuando florecen, tienen otras fragancias, se acercan otros insectos, enseñan los cambios de estaciones y climas. Su premio natural es poder saborear la fruta al final del camino.
Los cítricos aportan floración blanca, perfumes y hojas en forma permanente.
LIMONERO: el que más se usa es el de cuatro estaciones porque da fruta todo el año, no tiene espinas. También hay un limón pequeño llamado limón sutil.
NARANJO: la naranja de ombligo es más jugosas y dulce; existe la naranja de verano que madura en forma tardía.
MANDARINA: el común o el de Concordia da abundante fruta pero chica, la variedad campeona o bergamota es enorme y con cáscara gruesa.
POMELO: hay variedades sin semillas, y de pulpa amarilla, otra de pulpa rosada o más dulce.
QUINOTO: muy usado en macetas por lo decorativo ya que la fruta permanece en la planta por mucho tiempo. No confundir con kumquat (Fortunella margarita) de fruta más pequeña con La que se hace dulce.
LOS FRUTALES DE CAROZO: tienen un gran aporte ornamental ya que florecen antes de que broten las hojas (floración proterante)
DURAZNERO: las variedades de maduración temprana se enferman menos, el amarillo madura en noviembre y el blanco a mediados o fines de diciembre.,
CIRUELO: crece rápido y las variedades de maduración temprana se enferman menos. En general, se eligen por color y sabor del fruto: de piel roja y pulpa amarilla que madura a fines de diciembre (Santa Rosa), de piel roja, pulpa rojiza y hoja bordó que madura a principios de diciembre (Genovesa), de piel y pulpa amarilla que madura a fines de diciembre (Reina Claudia).
NÍSPERO: la variedad de Italia es de color marrón y madura en otoño; la de Japón es amarilla y madura en noviembre.
CEREZO: hay variedades que maduran en noviembre y diciembre como Napolitano y son de futa grande, color rojo claro; otras madura en diciembre, como Bing, con fruta grande y color bordó.
DAMASCO: la variedad Suizo madura en noviembre y es de color amarillo; la Royal es de color anaranjado y madura en diciembre.
CONSEJO: podar el monte frutal y desinfectar. La pulverización preventiva debe hacerse antes de la brotación, uno de los productos más utilizados es el polisulfuro de calcio.
