La trisomía del par 21 de cromosomas no hace a la persona “mejor”, “Cariñoso”,” angelito”, “especiales”, “bendecido”; ni a sus padres especiales, ni con más amor para dar que cualquier otro padre.
La discapacidad no es un boleto de santidad, es un reto, un desafío… Idealizando a las Personas con Discapacidad y a sus familias creamos diferencias absurdas, encasillando, en vez de percibir a las Personas como un individuo único, sin etiquetas.
La discapacidad no define a la Persona. No les quitemos la oportunidad de poder demostrar su singularidad, sin prejuicios.
Este 21 de Marzo reflexionemos como sociedad celebrando la Diversidad.
