La familia de AFAPDI compartió esta ceremonia junto a autoridades (estuvo presente el Intendente Mariano Barroso junto a funcionarios), invitados especiales y medios de comunicación, recordando que el proyecto había sido planificado como un centro terapéutico y finalmente se definó con otras actividades.
La sede de AFAPDi se preparó de tal manera, con sus integrantes pintando la vereda para la ocasión y más tarde los presentes disfrutaron de la torta, y de un rico chocolate.
La actual presidenta de AFAPDI Martha Giussani de Pieroni recordó que la institución nació por la motivación de un grupo de padres, «para ayudarlos a crecer y desarrollar sus personalidades».
«En aquel momento se planteaba participar y hacer actividades, para que las personas con disca- pacidad puedan desarrollar sus actividades. El espectro era amplio, los integrantes tenían distinto tipo de discapacidad», indicó su Presidenta.
En aquel entronces no había tantas instituciones y ahora desde la nueva ley de salud mental hay muchas. «El camino fue arduo, para fortalecer y hacer crecer la institución», reconoció.
En el diálogo con la prensa sostuvo Martha Giussani que se ha avanzado mucho como el tema de la visualización de la discapacidad en las últimas décadas. «La cosa ha cambiado para bien aunque todavía falta un camino por recorrer», reflexionó.
En cuanto a logros, consideró la Presidenta de AFAPDI que se avanzó en la inclusión y en la socia- bilización. «Tenemos distintos espacios para mejorar la lecto escritura, computación, manejo de dinero para llegar a hacerlo bien
Más allá del aprendizaje, rescató Martha Giussani que lo más valioso es que ellos tienen el grupo de pertenencia. «Es muy lindo ver como se entretienen y tiene su grupo de pertenencia más allá de la familia. En eso AFAPDI y el Taller Protegido realizan una tarea importante, han tenido mucho que ver».
La Presidenta de AFAPDI se mostró preocupada por los discapacitados que no participan de instituciones. «No sabemos cómo captarlos, cómo llegar a ellos para incluirlos. No es fácil porque las familias son mayores y no tienen ganas o la energía suficiente», concluyó.
