El legislador, con mandato cumplido, Carlos Alberto Raimundi, mantuvo una reunión con los integrantes de la Casa Militancia de 9 de Julio. Uno de los motivos de este hecho fue la incorporación, a este Movimiento, del denominado “Partido Solidaridad más Igualdad”.
Raimundi fue recibido por Gabriel Castiglioni, referente de la Casa de la Militancia y Beatríz Cruz del Partido Solidaridad más Igualdad, sectores que brindarán su apoyo a la potencial candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para las próximas elecciones legislativas.
En diálogo con EL 9 DE JULIO, Carlos Raimundi, expresó que «en cada minuto que pasa quedan menos dudas que, la Argentina, hasta diciembre de 2015 vivía en otro clima».
Según su opinión, antes de la llegada del presidente Macri al gobierno, existía «un sistema económico que funcionaba, la promoción del trabajo». «Hoy –añadió- hablar de trabajo significa hacerlo en términos de despidos, falta de empleo, cierres de fábricas».
Para Raimondi, «la cara más visible que representa la oposición más férrea al Macrismo es la figura de Cristina Fernández de Kirchner».
EL ARMADO DE UN FRENTE
Carlos Raimondi, por otra parte, no dudó en reconocer que, «la Cuarta Sección Electoral en la Provincia de Buenos Aires, es difícil porque la existencia de las grandes tradiciones políticas; por ello, el armado de un frente que desee ganar identidad tiene sus obstáculos». Al mismo tiempo, valoró la existencia de «una grandeza de los dirigentes locales para estar mancomunados, para que los matices que los diferencian son mínimos».
«Me voy –dijo- contento de ver que en la ciudad de 9 de Julio existan una cantidad de militantes tan importante, dispuestos a dar batalla por un modelo de inclusión. Este modelo no es contrario a quien haya podido cambiar su vehículo de alta gama porque le fue bien en su negocio o en su labor agropecuaria; aunque, lógicamente, no se puede construir un país solo con eso».
UN PAIS CON IGUALDAD
El entrevistado subrayó que, «es inadmisible que, para que a unos le vaya bien, a otros les tenga que ir mal».
«No es verdad –enfatizó- que para que le vaya bien al país, le tiene que ir bien al campo. Hemos tenido épocas en que le ha ido muy bien al campo y muy mal al país; porque esas ganancias no eran redistribuidas, sino que aumentaban el nivel de vida solamente de las personas que les iba bien, es decir, de una élite muy favorecida».
Raimondi, finalmente, exhortó a «construir un país con igualdad, donde la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen sea cada vez menor».
