Se come en todas las casas. Se come en todos los restaurantes. Es un plato porteño por excelencia, aunque su nombre remita a una ciudad italiana: es la milanesa, y hoy se celebra su día.
En las redes sociales, el hashtag #DiadelaMilanesa es trending topic. La celebración justamente se impuso desde las redes, donde hace un par de años se impulsó al 3 de mayo como la fecha para homenajear a este plato. Hoy, muchos usuarios subieron sus fotos «saludando» a la milanesa.
Aunque su nombre remita a la ciudad italiana de Milán, allá no existe la milanesa. En realidad, lo que se sirve es la cotoletta o costoletta, que se hace de la misma manera que nuestra milanesa: carne (con el hueso) pasada por huevo y pan rallado, y luego frita. El plato es igual al wiener schnitzel, el escalope tradicional que se sirve en Viena. De allí que haya una rivalidad sobre el origen de la milanesa/cottoleta/wiener schnitzel: si nació en Italia o en Austria.
Hablando de orígenes, la leyenda asegura que la milanesa a la napolitana nació en Buenos Aires, en un bar que se llamaba Napoli y estaba frente al Luna Park. Pero en su libro “La comida en la historia argentina”, el historiador Daniel Balmaceda derriba la historia: “Tenía la intención de encontrar el bar Napoli. Que, supuestamente, estaba enfrente del Luna Park y donde habría nacido la milanesa napolitana. Pero eso no fue así, no hay rastros de que Napoli haya existido. La pizza se la hacía a la napolitana, con queso y tomate, y, simplemente, lo que pasó fue que se hizo a la milanesa igual de napolitana. No hubo ningún momento especial”, aclara.
Frita o al horno, de carne, pollo, pescado o hasta de soja, a la napolitana o caballo, al plato o en sandwich: la milanesa es un imprescindible de la cocina porteña.