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Nueve de Julio
viernes, marzo 29, 2024

Rubens Iscaro

iscaro-foto3 El líder marxista de cuna nuevejuliense
* Nacido en 9 de Julio, uno de sus hermanos estuvo encolumnado en el Comunismo y otro adhirió al anarquismo.
* Comenzó su militancia en el contexto de las huelgas de 1936.
* Fue un activo dirigente del Comunismo Argentino, con más de cincuenta años de militancia.
* Entre los primeros secretarios generales de UOCRA, fue dirigente de los gremios de la construcción creados a partir de la década de 1930.
* Enfrentado al Peronismo durante las primera y segunda presidencias, se entrevistó con el general Perón hacia 1973.
* En 1983 fue candidato a presidente de la Nación por el Partido Comunista renunciando luego a su candidatura para apoyar la del Justicialista Ítalo Luder.

La comunidad de 9 de Julio fue el espacio propicio en el cual, tempranamente, comenzaron a germinar hombres y mujeres que, con el correr de los años, habrán de destacarse en sus actividades con proyección nacional e internacional. El caso de los hermanos Iscaro es, sin dudas, uno de los más paradigmáticos.
Nacidos en el contexto de una familia humilde, todos ellos se abrieron camino de la manos de sus ideales: Rubens Libertario, de cuya trayectoria nos ocuparemos hoy, fue un destacado dirigente Comunista, así como su hermano Normando Iscaro (nacido el 25 de diciembre de 1911 y fallecido el 16 de julio de 1995) que fue también un activo referente de izquierda. Otro hermano suyo también se destacó como anarquista, participando inicialmente en la fundación del Socialismo en 9 de Julio.
Rubens, cuyo nombre completo era Rubens Libertario Íscaro había nacido en 9 de Julio el 28 de octubre de 1913, en el hogar formado por Nazareno Iscaro y María Ramos Mateo. Siendo muy joven se sintió atraído por el pensamiento marxista, al que adhirió abiertamente.
Aunque de profesión albañil, trabajó intensamente como autodidacta para formarse y convertirse en un prolífico escritor.

EL INICIO DE SU MILITANCIA

Según algunos autores, la militancia activa de Rubens Iscaro comienza durante la Huelga de los Obreros de la Construcción de 1936. En efecto, ya se encontraba radicado en la ciudad de Buenos Aires cuando, en los dos días 7 y 8 de enero de 1936 en la ciudad de Buenos Aires la clase obrera protagoniza lo que se ha caracterizado como huelga general de masas, en solidaridad con los obreros de la construcción, quienes reclamaban el aumento de salarios, el reconocimiento del sindicato, el
descanso dominical absoluto, la jornada de cuatro horas los sábados, la abolición del trabajo a destajo y responsabilidad empresaria en los accidentes de trabajo con pago de los jornales correspondientes.
Esta es la primera huelga general en el ciclo de la historia de la clase obrera argentina.
“La huelga general del 7 de enero (continuada el día 8 del mismo mes de 1936) fue declarada, como veremos más adelante, por el Comité de Defensa y Solidaridad con los Obreros de la Construcción, que se encontraban en huelga desde el día 23 de octubre de 1935, en demanda de mejoras salariales, reconocimiento del sindicato, descanso dominical absoluto, jornadas de 4 horas los sábados, abolición del trabajo a destajo y responsabilidad empresaria en los accidentes de trabajo”, relata Nicolás Iñigo Carrera, en su libro sobre “La estrategia de la clase obrera”.
En 1940, en su obra «Breve historia de la lucha, organización y unidad de los trabajadores de la construcción», Iscaro recogerá sus recuerdos acerca de esta Huelga.
Hay quienes afirman que el prestigio ganado en las huelgas, les permitió a los dirigentes comunistas desarrollar con una mayor legitimidad social una importante actividad solidaria para con la República. El sindicato de la construcción, dirigido por los hermanos Normando y Rubens Iscaro, trabajaba en ese entonces con el lema de la «solidaridad con la España Leal», estimulando la donación de jornales para los trabajadores españoles y promoviendo actos de repudio al fascismo, incluso las denominadas «huelgas antinazi» que propiciaba reiteradamente durante este período.
A partir de la Huelga de 1936, tal como lo explica el reconocido historiador Hernán Camarero, el Partido Comunista constituyó el Grupo Rojo de Obreros de la Construcción que, en los años siguientes, se convirtió en una importante agrupación. Actuando como oposición dentro del sindicato encuadrado en la FORA, comenzaron a destacarse otra serie de cuadros comunistas: Guido Fioravanti, Miguel Burgas y Ángel Ortelli. Ellos ganaron influencia con sus críticas a la espontaneidad que le adjudicaban a los anarquistas, y en asamblea lograron elegirse como miembros de la comisión directiva del gremio. Viendo perder su influencia, los anarquistas, en diciembre de 1934, los separaron de la dirección. Luego de esta expulsión, los comunistas decidieron formar el Sindicato de Obreros Albañiles, Cemento Armado y Anexos de la Capital Federal. En la primer la asamblea del nuevo sindicato, realizada en febrero de 1935, se eligió a Ortelli como secretario general (luego ocuparon ese cargo Pedro Chiarante y Rubens Iscaro).

DIRIGENTE DE UOCRA
Conformando el Partido Comunista, Rubens Iscaro lideró las agrupaciones sindicales de obreros de la construcción. La Federación Obrera Nacional de la Construcción (F.O.N.C), fundada en 1936 por gremialistas comunistas, en el termino de cinco años llegó a ser la segunda organización sindical en importancia de la Argentina, y la más importante de las que conformaban el movimiento gremial comunista. Iscaro fue uno de los máximos dirigentes de la Federación, hasta que, a comienzos del primer gobierno de Perón, la misma fue intervenida y disuelta, y la representación gremial de los obreros de la construcción le fue otorgada a la Unión Obrera de la Construcción Regional Argentina
También se desempeñó como dirigente del Movimiento de Unidad y de Coordinación Sindical y miembro del Comité ejecutivo de la otrora poderosa Federación Sindical Mundial (F.S.M.).
En el gremio UOCRA (Unión Obrera de la Construcción) tuvo una destacada actuación de varios lustros.
En marzo de 1960 se llevan a cabo las elecciones normalizadoras de UOCRA, luego de la intervención de enero de 1959, que producida en ocasión del movimiento de solidaridad con la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre, puso fin al control comunista. Rubens Iscaro es reemplazado entonces por Carlos Pereyra y Rogelio Coria, secretario general y secretario adjunto, respectivamente, de la Lista Marrón, de filiación peronista.

DETENIDO DURANTE EL CONINTES

El 12 de febrero de 1959 fué detenido Rubens Iscaro, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción, en el marco del denominado «Plan Conintes».
El Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) fue el nombre que recibió un régimen represivo aplicado en Argentina, creado secretamente durante la presidencia de Arturo Frondizi el 14 de noviembre de 1958 y que se mantuvo vigente hasta el 1 de agosto de 1961,cuyo objetivo era poner fin a una serie de protestas laborales haciendo uso de la represión estatal, otorgándole, a su vez,»una amplia jurisdicción a las Fuerzas Armadas en la lucha contra los disturbios internos». Según la descripción del propio presidente, estaba destinado «a vencer la acción del terrorismo desatada para abrir la puerta a la anarquía y el golpe de Estado».
Entre los líderes políticos o sindicales conocidos que fueron «presos Conintes». El 12 de septiembre de 1963, el presidente de facto José María Guido dictó el Decreto Ley 7603/1963 disponiendo la amnistía para todos los detenidos y condenados.

SUS OBRAS

Reseñar de modo acabado los libros publicados por Rubens Iscaro resulta una tarea ciclópea, dada la cantidad de textos que surgieron de su combativa pluma acerca de los más variados temas. Entre sus publicaciones más importante se pueden citar su monumental «Historia del Movimiento Sindical», con varias ediciones; «Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino», publicado en  1958; «100 preguntas y respuestas sobre el movimiento sindical», en 1959″ «Curso de Educación Sindical», en 1963; “Un argentino en Vietnam” en 1965; “Problemas de orientación y táctica en el movimiento sindical”, en 1965; «América Latina en marcha», en 1967; «Los trabajadores y el nuevo gobierno”, en 1973; “El trabajo de los comunistas para impulsar el proceso revolucionario y el movimiento sindical clasista”, en 1973; «Diálogos sindicales entre comunistas y peronistas», en 1974; «Historia de la Federacion Sindical Mundial», en 1983 y ”50 respuestas sobre guerra y desarme nuclear”, en 1984, entre muchos más.
Cabe recordar que las primeras referencias al comunismo en la Argentina fueron las historias del movimiento obrero escritas a lo largo de varios años por líderes gremiales. Estas obras constituyen un género propio dentro del campo historiográfico: la historia militante. Ellas delinearon, con rasgos heroicos, la historia de los trabajadores con el fin utilitario de reivindicar sus propias orientaciones políticas. Dentro de esta producción, el único que abordó de manera sistemática la presencia comunista entre los trabajadores fue Rubens Iscaro.

CANDIDATO A PRESIDENTE DE LA REPUBLICA

En 1983, con el retorno a la Democracia, el Partido Comunista Argentino optó por llevar una fórmula propia, como candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la Nación: dos dirigentes históricos, Rubens Íscaro e Irene Rodríguez.
Arturo Marcos Lozza, en el libro “Viaje por el partido de los comunistas» (publicado en 1983 por la editorial Anteo), describe la  gira de campaña realizada por Iscaro por el interior de la República.
En esa obra afirma que, con Iscaro, «nacía una nueva imagen, la del ‘candidato albañil’». Largos años de militancia en el gremio de la construcción donde ejercitó los más altos puestos de conducción, cincuenta años también de militancia política en las filas comunistas, perseguido por sus ideas, muchas veces preso, debía ahora enfrentar una nueva responsabilidad: ser el máximo candidato de los comunistas para las elecciones del 30 de octubre de 1983. Lo asumió como un deber más ante la clase obrera.
Portador de las ideas de la emancipación de esa clase, y de la unidad, se lanzó a una gira por el interior del país que se prolongó desde el 29 de abril hasta el 17 de julio de 1983. Era la primer gira nacional de un candidato comunista a la presidencia. Los puntos comprendidos en este viaje fueron Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Mar del Plata, Paraná, Concepción del Uruguay, Colón, Concordia, Goya, Corrientes, Resistencia, Santa Rosa, Cipoletti, Zárate, Trelew, Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia (en estos tres últimos lugares, enfermo Rubens, fue suplantado por Fernando Nadra), Neuquén, San Luis, San Juan, Mendoza, San Francisco, Río Cuarto, Villa María, Córdoba, Capitán Bermúdez,  Venado Tuerto, Laguna Paiva, Rosario y Villa Gobernador Gálvez.
«Rubens -recuerda Lozza- ponía énfasis durante sus intervenciones en dos temas centrales: la necesidad de la unidad de las fuerzas democráticas, y la explicación de qué es el PC. La propaganda que se desplegó en cada punto del itinerario fue notable. Desde los clásicos afiches, volantes y pintadas, hasta los avisos en diarios, radios y TV (¡Qué bien se veía en las pantallas la hoz y el martillo en rojo vivo!), pasando por los vehículos parlantes llamados ‘bolchemoviles’ por los de Venado Tuerto. En caso todas las ciudades hubo entrevistas de prensa, reportajes por la televisión y encuentros con dirigentes de partidos políticos democráticos, especialmente con peronistas. Todo esto sirvió entre otras cosas para quebrar el clima de temor que habia impuesto el régimen en muchas regiones del país. El PC había logrado un lugar al sol, ‘por derecho constitucional y por derecho conquistado’, según la expresión de Rubens.
En realidad, la vuelta a la democracia encontró al Partido Comunista a una nueva crisis. Por un lado, muchos militantes se habían ido decepcionados por su política
mantenida durante la última dictadura. Por otro, en las elecciones de diciembre 1983, tras levantar inicialmente una fórmula propia, el Partido Comunista finalmente había decidido apoyar al candidato del peronismo, Ítalo Luder, renunciando Iscaro a su candidatura. No pocos afiliados optarán por desobedecer los mandatos del partido.

EL COMUNISMO SEGUN ISCARO

La monumental obra editada de Rubens Iscar nos permite conocer aspectos muy interesantes acerca de su pensamiento político; pero, sin dudas, un fragmento de la conferencia dada a los docentes de Rosario en julio de 1983, es contundente: «El Comunismo aspira a formar un hombre nuevo basado en los principios del amor, fraternidad y solidaridad. Embriones de este hombre nuevo están en el Partido Comunista. Han sido los mártires en la lucha por la dignidad y el salario. Han sido los comunistas desaparecidos, los asesinados, los salvajemente torturados, despedidos de las fábricas, perseguidos y detenidos por defender los derechos de la clase obrera».
«Somos -añade- los revolucionarios argentinos los que luchamos por el socialismo, por una sociedad sin explotadores ni explotados. Los que luchamos por terminar con los intereses egoístas que rinden culto a su único dios: la ganancia. Queremos desterrar eso para abrir el camino a una nueva sociedad, donde la vida se goce, y no tener que morir bajo este régimen inicuo de explotación. Por eso queremos los cambios lo más rápido posible, porque la vida es una sola y dura menos de lo que quisiéramos. Los comunistas estamos al servicio del renaccimimento de nuestra Patria y lo primero que haremos es tener en cuenta las necesidades de las mayorías, de los más humildes. Si no fuera así, no seríamos ni humanistas ni solidarios. Nos acusan de antidemocráticos. Pero ¿quién es el enemigo de la democracia? Nosotros luchamos para vivir en democracia para ir mejorándola, para profundizarla, transformarla de una democracia formal y de élites en una democracia de masas y, cuando el pueblo así lo entienda instaurar una democracia socialista sin explotados ni explotadores. Por eso decimos que los comunistas queremos vivir en democracia. Los que no quieren, porque ya ni la democracia formal les sirve, son los grandes intereses del privilegio, las multinacionales, los círculos oligárquicos. Son los que se llenan la boca de democracia para hacer anticomunismo pero que tratan de imponer la dictadura para explotar al pueblo”.

SU RETIRO DEL PARTIDO

En 1986, luego del XVIº Congreso del Partido, en que se produce en denominado “viraje”, Rubens Iscaro se aleja de la conducción del Partido Comunista, rechazado por una nueva corriente dirigencial que se imponía.
En agosto de 1986 publicó un “Saludo de despedida del dirigente obrero Rubens Íscaro al alejarse de las actividades sindicales” y un año más tarde publicó “Salvemos al Partido : Formemos el Ateneo Rodolfo Ghioldi”.
Efectivamente, durante 1987, Íscaro consiguió estructurar una corriente disidente, el “Ateneo Rodolfo Ghioldi” que llamaba –según un comunicado de la época- a “salvar al partido de su disgregación” y acusaba al Comité Central renovado de haber “asaltado la dirección y conducido al partido hacia el guerrillerismo y la ultraizquierda”.
Las jornadas del 4 al 8 de noviembre de 1986 trascenderían en la memoria del Partido Comunista como un momento refundacional, la culminación del autodenominado “viraje revolucionario”.
En efecto, como lo afirma José Ernesto Schulman, “XVI Congreso, básicamente,  comienza discutiendo el balance de la lucha de clases en la Argentina y comienza discutiendo puntualmente el resultado electoral de 1983, el retiro de la candidatura comunista a la presidencia que era la formula Rubén Iscaro, Irene Rodríguez y el apoyo a la formula justicialista encabezada por Luder/Bittel, de esa discusión sobre porque se había llegado a esa política seguidista que tuvo en la provincia de buenos Aires el extremo de apoyar a Herminio Iglesias se pasa a cuestionar cual había sido la política durante la dictadura militar”.
Según Natalia Casola, “durante el XVI Congreso se formularon una serie de proposiciones que tenían por finalidad corregir las desviaciones de derecha que, según parecía ser la opinión mayoritaria, habían sido responsabilidad de la vieja dirección del partido, compuesta por dirigentes anquilosados. Para un sector importante de la militancia, el Congreso debía reorganizar al comunismo sobre bases nuevas, más radicales y a tono con los vientos de lucha que recorrían América Latina.

PALABRAS FINALES
Rubens Iscaro fallece en Buenos Aires en 1993. Su obra escrita continúa siendo referencial para el estudio del sindicalismo en la Argentina y sobre el Partido Comunista en el marco de las luchas sociales del siglo XX. Su nombre ha quedado escrito, para siempre, en la historia argentina.

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