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martes, abril 23, 2024

Historias de vida: Daniel Castaño

castano12Una clara demostración de que, «artesanía, es cultura»

* Siendo muy joven ingresó al Banco de la Provincia de Buenos Aires, entidad donde alcanzó los beneficios de la jubilación luego de treinta y tres años de servicios.

* Desde hace diez años fabrica las Bombillas “Tacuapí”, las cuales son conocidas no solamente en nuestro país, sino también más allá de las fronteras.

* Hace un par de años, por un encargo especial, confeccionó una bombilla para el Papa Francisco que hoy se encuentra en Roma.

* La fabricación de las bombillas, verdaderas artesanías, constituyen, para él, una satisfacción, un alimento para el alma y el espíritu, pues en cada una de ellas convergen las particularidades de un proceso esencialmente artesanal.

Hace diez años, cuando se acogía a los beneficios de la jubilación, luego de haber dedicado más de tres décadas de su vida a la actividad bancaria, a través de una nota periodística, anunciamos que, en nuestro medio, comenzaba su labor un nuevo artesano. En efecto, con gran expectativa, Horacio Daniel Castaño, comenzaba a fabricar bombillas artesanales.
Hoy, diez años después, EL 9 DE JULIO, tiene el placer de volver a entrevistarlo, luego de un camino recorrido, el cual se vio coronado con el buen éxito. Luego de dos lustros, sus bombillas son conocidas en todo el país y han sobrepasado los límites geográficos de la Argentina.
La suya es una historia que merece ser narrada pues, constituye una muestra de vocación hacia el arte y, al mismo tiempo, un  notorio testimonio de cuanto se puede hacer una vez que se ha alcanzado el retiro jubilatorio. Aún cuando muchas personas suponen que, luego de la jubilación no habrá más que hacer y se debaten en la incertidumbre que genera no saber cómo invertir el tiempo, hay no pocos ejemplos de que, en la mayoría de los casos, el retiro jubilatorio lejos de un forzado ostracismo puede significar el comienzo de un nuevo camino, lleno de sueños y de esperanzas.
Nacido en 9 de Julio, el 27 de mayo de 1951, en el hogar formado por Horacio y Elda. Daniel es el mayor de dos hermanos. Su hermano Sergio actualmente se encuentra radicado en Saladillo.
Su infancia transcurrió en el barrio delimitado por las calle Libertad entre Río Negro (hoy Cardenal Pironio y Tucumán). De allí recuerda a las familias vecinas a su casa, los Rizzo (la familia del enfermero Antonio Rizzo); Dora, Lidia y Tilo Giannoni; los Logioco, los Castearena,  entre otros.
“El barrio -rememora- de entonces era como una familia. La calle de tierra, las idas al cine que estaba relativamente cerca de casa, los juegos con los amigos del barrios, con los autitos.
Daniel cursó sus estudios primarios y secundarios en 9 de Julio. Su padre era propietario de una gomería, ubicada en la esquina de la avenida Bartolomé Mitre y Lagos. Al principio trabajó junto a su padre hasta que le cupo realizar el servicio  militar.
Cabe recordar que, Don Horacio Castaño (padre) fue un gomero de trayectoria en nuestro medio, habiendo poseído también comercio de gomería en la esquina de Vedia y Tucumán, asociado con José Fernández.
A su regreso del servicio militar, rindió un examen con la finalidad de ingresar al Banco de la Provincia de Buenos Aires, donde fue incorporado en 1974. En la sucursal de 9 de Julio prestó servicios por espacio de treinta y tres años hasta 2006 en que se acogió a los beneficios jubilatorios.

ARTESANÍA CON ESTILO
Hacia el año 2003, cuando le faltaban pocos años para jubilarse como empleado bancario, a raíz de un problema de salud que le obligó a tomar licencia, se decidió a aprender rudimentos de la orfebrería.
Miguel Olivera le enseñó la soldadura, el pulido, el calado del material, entre otros aspectos.
Al retornar a su actividad laboral debió abandonar momentáneamente lo que comenzaba a ser el nacimiento de una vocación por una interesante manifestación del arte.
“En el año 2006, cuando estaba por jubilarme, me senté a confeccionar unos crucifijos y le pedía a Dios qué tenía que hacer cuando me haya jubilado. Algo nació en ese momento; es como que Dios me hubiera indicado que yo debía comenzar con este trabajo de hacer bombillas, iniciar esta hermosa aventura de ser artesano”, expresa Daniel.
“Con el correr -prosigue- del tiempo fui encontrando buenos amigos que me han ayudado. Por ejemplo, Ignel Miglierina, construyó una prensita a mano que uso para aplastar los caños. De hecho me propuse que la primera bombilla fabricada sea para la fábrica de Miglierina y, en la actualidad, desde hace diez años, allí se utiliza la misma bombilla”.

LA FABRICACION DE LAS BOMBILLAS
Las bombillas fabricadas por Daniel Castaño son de una excelente calidad. El procedimiento y la dedicación que le pone a la manufactura de cada pieza revelan una auténtica vocación hacia este arte.
Al respecto, el entrevistado explica el procedimiento de la siguiente manera: “El material, alpaca de muy buena calidad, viene en formato de caño, en tiras. Por medio de una sierra se corta a la medida uno por uno. Luego de un recocido se le efectúa la perforación con una plantilla, dejando así los veintidós agujeritos. Además, dándole la forma abajo, se coloca el aro”.
“Otro paso importante -añade- es la colocación de la guarda o el adorno que desee el interesado (un logo, iniciales, nombres, etc.). Cuento con un pantógrafo para efectuar grabados, que me fue vendido por Cristina y “Bocha” Bazterra. A ambos debo agradecerle la dedicación que han tendido al enseñarme a usarlo”.
“En la confección de las bombillas trato de mantener siempre la calidad, para que la gente siempre esté conforme con el producto. Las bombillas han viajado mucho, tanto dentro como fuera del país”, comenta.
Daniel no solamente fabrica bombillas individuales o personalizadas, también las realiza con carácter empresarial. Desde luego, ha fabricado para varias firmas destacadas del país, incluso ubicadas en otras provinciales, estampando en la misma el monograma o logotipo de la misma o personalizando el obsequio.
Las bombillas, además de la garantía que brinda su calidad, son presentadas de manera tal que, a más de su confección, encanta también la forma con que llegan a las manos del adquirente o de quien las recibe en carácter de obsequio. La unidad puede ir en una funda de tela, muy elegante, o en un fino estuche de madera.

EL NOMBRE DE LAS BOMBILLAS
Daniel Castaño, después de algunos años de fabricar las bombillas, escogió imponerles el nombre de “Tacuapí”. Esta denominación se remonta al origen mismo del hábito de tomar mate.
Tal como indica Daniel, “la forma primitiva de absorber el mate para los aborígenes, consistía en el uso de pequeñas cañas de gramíneas huecas que dejaban secar al sol, llamadas tacuapí”.
Luego, con el correr de los años, a las cañas se les agregó un filtro interior que estaba conformado por fibras de vegetales entretejidas, que impedía el paso de los palitos de la yerba. En 1615 fue realizada la primera bombilla de plata, que tenía un botón hueco y perforado y fue la base del progreso de este elemento como parte de la costumbre de tomar mate.

UNA BOMBILLA PARA FRANCISCO
Hace un par de años, por encargo de una joven realizó una bombilla muy especial: la misma sería un regalo para el Papa Francisco.
La familia viajó a Roma y le entregó, al Santo padre, la bombilla fabricada por Daniel. Se trató de una de las bombillas más bellas entre las efectuadas y, sin dudas, este hecho fue muy emotivo para el artista.

SU FAMILIA
Daniel Castaño conformó su familia junto a Bárbara Veiga, oriunda de Pehuajó, de profesión kinesióloga, de cuya unión nacieron tres hijos: Nicolás, Estefanía y Tomás.
Al orgullo que le produce la familia que ha formado se agregó, hace poco, una nueva alegría: la primera nieta, que le ha dado su hija Estafanía.
Dos de sus hijos se encuentran radicados fuera de 9 de Julio: Tomás, casado con Soledad Lamas, vive en Chajarí, provincia de Entre Ríos y Estefanía, casada con Luis Sierra (papás de su nieta Matilda) tiene su domicilio en Las Grutas, provincia de Río Negro.
Nicolás vive en esta ciudad y está casado con Carla Fassoni.
Tanto Daniel como Bárbara sienten un especial afecto por sus hijos políticos, con quienes mantienen una cordial relación.

PALABRAS FINALES
Daniel Castaño no olvida formular su especial agradecimiento hacia su familia, que lo acompaña en esta tarea, a su esposa y a sus hijos. Asimismo, a todas las personas que le brindaron sus conocimientos para nutrir su trabajo. También, su gratitud es extensiva a la comunidad de 9 de Julio y a quienes le han brindado su confianza adquiriendo su producto.
Daniel Castaño ha arribado al décimo aniversario como artesano, diez años de labor ininterrumpida. Con sus bombillas “Tacuapí” ha demostrado la veracidad del eslogan que las acompaña: “artesanía es cultura”.

Los interesados en adquirir las Bombillas  «Tacuapí» puede hacerlo comunicándose
al e-mail: hdcastañ[email protected]
o al celular: 02317-15-471194

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