[15 de febrero de 2011]
* Por Sonia Elizalde.
Suena Juanes en la radio y mis oídos retienen parte de su letra; “Nunca me dijeron que todo andaba mal, lo sé. Nunca fue mi culpa no quererlo averiguar. Por eso ando recogiendo mil pedazos, de este corazón que no le sirve ya sangre de otro corazón. Pero fue la decisión no tuve, nada, nada, nada que decir. Se fueron de mi vida si, yo no lo puedo entender. Pasan los segundos que parecen una eternidad.
Pasa esta canción para que sepas que aún estoy aquí.” Y pienso…culpamos al resto cuando tomamos decisiones? Son los demás el argumento perfecto para proteger nuestro fundamento, o somos capaces de hacernos cargo de que nuestras decisiones son pura exculisiva y netamente personales.
La toma de una decisión sea cual fuere su ámbito, se da a partir de la elección entre diferentes alternativas, es decir tenemos frente a nosotros un abanico de posibilidades desplegado para que seleccionemos de allí la opción más conveniente, la decisión que nos haga plenos, a veces es más que una y a veces el creer que no elegimos ninguna es también tomar una decisión, la no decisión.
Cada mañana cuando el sol asoma en mi ventana sé que me espera un día lleno de decisiones, desde las más simples y cotidianas, hasta aquellas que definirán el curso de mi vida amorosa quizás, de mi futuro profesional o mi crecimiento laboral, no sé, pero lo importante es que son parte de la vida misma y debemos aprender a vivir con ellas.
Hace un tiempo, sentía una profunda angustia, porque sentía que mis decisiones a veces podían lastimar a los demás, que era la causante de un dolor ajeno del cual me hacía cargo y apropiaba , un buen caballero me dijo: Vos estás tomando una decisión unilateral, yo quiero quererte y no me das la oportunidad, solo elegís vos. Por suerte cada miércoles de mi vida me siento frente a Dolores mí psicóloga confidente, que escucha apacible mis relatos, y luego de esto me dice: Por qué sentís angustia…al fin y al cabo, si vos no tomas tus decisiones, quien lo haría? El resto debe tomarlas por vos?, y esa pregunta resuena en mi cabeza, cada vez que debo afrontar una decisión. No es egoísmo es pensar en cada uno, en lo que nos hace bien, somos individuos…Individuales valga la redundancia, somos lo que creemos de nosotros mismos, es reforzar nuestras convicciones, por eso gente hermosa, decidan, sean libres de decidir, nada lo impide, lo único que lo hace difícil es saber que cada una de las decisiones que tomemos serán responsabilidad propia, eso es crecer.
Escribir estas líneas es una decisión propia que me llena el alma, y se ve aún más completa al imaginarme a diferentes personas leyéndolas, algunas en acuerdo y otras en desacuerdo porque sabré que cada uno tomará partido por su propia convicción, por su propia decisión.
