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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Dr. Luis A. Conosciuto

Sin título  Una vocación humanitaria, servicial y profesional
la medicina; y hasta su fallecimiento, permaneció en la ciudad.
* Durante dos décadas dirigió los destinos del Centro Materno, institución a la que consolidó y elevó a un importante nivel profesional.
* Miembro del Rotary Club de 9 de Julio, presidió la institución en dos oportunidades.
* Apasionado por el deporte motor, presidió el comité organizador de la Primera Vuelta, en 1959.
* Su vida es un ejemplo de entrega a la profesión, y servicio hacia los demás.

“Solo un hombre humano puede ser un
buen médico . La medicina si es ejercida
con amor , como cosa sagrada ,
solo debe de enseñarse a personas
sagradas esto es , digno de respeto
y veneración” (Hipócrates).

La historia de la medicina en 9 de Julio ha reservado para el doctor Luis Conosciuto un espacio destacado. Su vida fue un ejemplo insoslayable de entrega a la profesión, sin afanes de lucro. No existieron límites de horarios ni mucho menos diferencia alguna en la atención de quienes acudían a su encuentro.
Su espíritu, hasta los últimos días de su vida, fue jovial, lo que le permitió cosechar amigos de edades muy diversas. Su trato era amable, con un gran sentido del humos; y severo, cuando las circunstancias lo requerían.
Conciencia de responsabilidad, humildad, respeto, amor y honestidad fueron cualidades que lo distiguieron. Si como se ha dicho, ser médico es un camino para llegar a la plenitud del ser humano, el doctor Conosciuto lo logró a través de esa donación total de su ser a su vocación por la medicina y su entrega a los pacientes.
Había nacido en La Plata, el 12 de mayo de 1910, hijo de Luis Pedro Conosciuto, de profesión farmacéutico y de Josefina Marelli.
Los primeros años de su vida transcurrieron en aquella capital provincial. Los estudios primarios, así como el bachillerato los cursó en el prestigioso  Colegio San José, de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Betharram (Padres Bayoneses).
En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata obtuvo el doctorado, hacia 1948, especializándose en Pediatría.  Durante esos años solía frecuentar el comedor estudiantil de esa ciudad, donde conoció a varios nuevejulienses, jóvenes estudiantes entonces, con quienes trabó amistad: Roberto Baztarrica y Juan Maldonado, entre otros.
Luego de completar su carrera universitaria, efectuó la residencia en el banco de sangre del Hospital «San Martín», también en La Plata. Poco después, fue designado jefe del banco de sangre del Hospital de Niños, cargo en el cual permaneció durante seis años.

LA LLEGADA A 9 DE JULIO
En 1954, por ofrecimiento de algunos de sus amigos de 9 de Julio, optó por radicarse en esta ciudad. Llegó con el nombramiento de director del Centro Materno Infantil, una institución a la que dotó de una sólida reputación, aún fuera de los límites de 9 de Julio. Por entonces le tocó hacer frente al flagelo de la parálisis infantil, en las horas terribles en 1957. En ese ámbito incorporó valiosas innovaciones, no practicadas hasta el momento: dar suero a los niños que padecían vómitos y deshidratación durante el verano e incrementar  la vacunación.
Durante cerca de diez años fue el único pediatra en el distrito. Durante los primeros dos años, además de la atención en el Centro Materno, poseía un consultorio en San Luis (hoy Cavallari) entre Robbio y Mendoza. Recién en 1963 se trasladó al domicilio de La Rioja 1042 donde vivió hasta su fallecimiento.
El doctor Conosciuto fue, además, formador de profesionales en la enfermería, en la práctica diaria del ejercicio.
Como médico, para cumplir con el principio ético-científico de la medicina, poseía una vocación humanitaria profesional, conocimientos científicos y habilidades profesionales actualizadas en todo momento, que le permitan ofrecer el cuidado necesario a los enfermos de manera segura, digna, honorable y altruista.

LA DOCENCIA
En las décadas de 1950 y 1960, el doctor Luis Conosciuto ejerció la docencia en la Instituto Superior de Formación Docente Nº 4, de 9 de Julio. Precisamente, los estudiantes de esa casa de estudios terciarios, aquellos que más tarde habrían de estas al frente de los niños o adolescentes, recibieron del ejemplar  médico sus lecciones en la cátedra de Psicología Evolutiva. No son pocos quienes aún recuerdan sus clases y el enfoque preciso de su orientación pedagógica.

EN LAS INSTITUCIONES
El Rotary Club de 9 de Julio le contó como miembro y, desde allí, del mismo modo, pudo demostrar el espíritu de solidaridad que le caracterizaba. En dos ocasiones presidió esta entidad; primero, en 1967; luego, hacia 1981.
Además, junto a su esposa fue un activo miembro de la Asociación Cooperadora del Centro Educativo Complementario Nº 801 «Pibelandia».

EL AUTOMOVILISMO
Le agradaba estar al día con todos los deportes. Pero, fundamentalmente, prefería el fútbol y el automovilismo. Al referir hacer del primero, debe mencionarse que fue un ferviente simpatizante del Club «Estudiante», de su ciudad natal.
En cuanto al automovilismo, es bien conocida su participación clave para la organización de la Primera Vuelta de Turismo de Carretera en 9 de Julio, realizada en agosto de 1959, con el contundente triunfo de Juan Gálvez.
Juan Maldonado y el piloto Saralegui fueron los encargados de vincularlo, más explícitamente, con este deporte. Ello aconteció en el tiempo en que se proyectaba la realización de una competencia en la categoría «Fuerza Limitada».

LOS HONORES
Un justo homenaje, merecedor de todas loas, fue la imposición de su nombre a la sala de pediatría del Hospital Zonal «Julio de Vedia», a mediados de 1998. El emotivo acto tuvo lugar en el marco de los festejos realizados con motivos de cumplirse el centenarios de la construcción de ese establecimiento sanitario.
Ulteriormente, en diciembre de 1999, le cupo el honor de ser distinguido como uno de los «abuelos del milenio», deferencia otorgada hacia los vecinos que realizaron una labor comunitaria.

PALABRAS FINALES
El doctor Luis P. Conosciuto falleció en 2003.
Al médico su profesión le exige ser custodio y servidor de la vida humana. Debe hacerlo mediante una presencia vigilante y solícita al lado de los enfermos. La actividad médico-sanitaria se funda sobre una relación interpersonal, es un encuentro entre una confianza y una conciencia. Precisamente, fue el doctor Conosciuto quien vivió con intensidad esa dimensión ética de la medicina.
Quien nos ocupa sabía que la vocación del médico es una vocación que nace del amor de Dios; pues, es a Dios a quien el médico sigue en esta profesión, como el Bien sumamente amable.
Los últimos años de su fecunda existencia los vivió rodeado del cariño, no sólo de su familia, sino de todos quienes le conocieron y de los que alguna vez habían sido sus pacientes. De sus labios siempre fluía una anécdota jocosa, fruto de una privilegiada memoria.
Interesado siempre por la realidad del país y del mundo, no dejaba jamás de informarse. A su vocación por la medicina sumaba una inquietud permanente por las manifestaciones culturales e intelectuales y una profunda sensibilidad.
El doctor Luis Conosciuto dejó, en la comunidad de 9 de Julio, el ejemplo de una vida transcurrida de acuerdo con las pautas éticas y morales, que no fueron otras que los principios cristianos que había abrazado desde niño.

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