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sábado, abril 20, 2024

Los Leones, históricos: aplastaron a Alemania y están en la final

Entender que en el deporte de alto rendimiento los resultados solamente llegan con planificación, entrenamiento y trabajo a largo plazo es el primer paso para salir a buscarlos. La voluntad, la dedicación full time y una cuota de fortuna siempre deben acompañar. Pero si no se afloja ante el primer obstáculo y se aprovechan las buenas, el camino deberá ofrecer una recompensa. Tarde o temprano. Y Los Leones la disfrutan hoy en Río de Janeiro. Son finalistas olímpicos. Sí, finalistas olímpicos. E irán por el oro este jueves, desde las 17, cuando se enfrenten al ganador de Bélgica-Holanda, que se jugará esta tarde.

Este equipo, que fue tercero en el Mundial de La Haya 2014, hoy se infla el pecho con la histórica clasificación a la final olímpica después de dejar en el camino en la semifinal por 5 a 2 nada menos que a Alemania, el bicampeón olímpico en Beijing 2008 y en Londres 2012. Una auténtica proeza deportiva de un seleccionado que creyó siempre en este torneo, más allá de un mal partido ante India y de que se le hubiera escapado el triunfo ante Alemania en el grupo, a apenas 8 segundos del final.

Iban 8m25 de juego cuando la modorra y los nervios se desestabilizaron un poco y Argentina consiguió su primer córner corto. Salí la bocha, la frenaron y Gonzalo Peillat dejó su sello con una arrastrada que chocó contra la red alemana, apenas arriba de la tabla. 1 a 0, festejo y aliento en la tribuna, bajo un sol que calcinaba. No les importaba nada a los argentinos que revoleaban todo lo que tenían, mientras algunos varones se ponían en cuero.

Más aún cuando a los 11m53 se repitió la historia en la cancha principal de Deodoro. Córner corto, atrastrada de Peillat y golpe en la tabla. 2 a 0. Efectividad absoluta para Los Leones. Pero llegó el sufrimiento por duplicado. Florian Fuchs tocó la bocha, pero ésta se fue besando el palo derecho. Y enseguida, tras una maña salida, Juan Manuel Vivaldi se lo tapó mano a mano al 23.

Si bien se equivocaban en alguna salida desde el fondo, Los Leones lucían firmes a la hora de manejar la bocha ante el bicampeón olímpico. Zozobraron cuando un revés de Fuchs pasó cerca del palo izquierdo. Ni hablar cuando Vivaldi salvó con maestría un remate de Moritz Furste en un córner corto a los 7m20.

El panorama cambió rápidamente cuando Argentina recuperó la buena senda e intentó no quedarse esperando. El peor escenario. Entonces llegó el tercer córner corto. El tercer remate de Peillat. El tercer gol, luego de que la bocha pegara en el palo que sostenía el arquero Nicolas Jacobi en su mano derecha. Irse al descanso con un 3-0 no estaba en los planes. Mejor, imposible.

Y mejor aún cuando a los 5m20 del segundo tiempo, Agustín Mazzilli armó una jugada bárbara en el área y “picó” la bocha para que Joaquín Menini la empujara al gol. Casi en palomita. Golazo. Todo era una fiesta en el Deodoro. Ni que hablar después del 5 a 0 de Lucas Vila con un palazo que infló la red en el comienzo del último cuarto.

“¡Es un afano, suspendanló!” (sic), cantaba la gente en cueros o en celeste y blanco. “¡De la mano del Chapa vamos a ganar y la vuelta vamo’ a dar!”, se escuchaba. Daba para todo el festival deportivo armado por Los Leones sobre el sintético azul, con líneas blancas.

Descontó Furste de penal a 9m21 del final, para comprobar que Vivaldi alguna podía no atajar. Hacía rato que Alemania ya corría con un jugador en el lugar del arquero. Sólo le quedaba el amor propio. Y a Los Leones, dar lo máximo para disfrutar el cierre de un partido histórico. Vivaldi salvó un córner corto con el pie derecho. Los diez jugadores restantes defendían con garra la ventaja. Llegó el 5-2 con un bochazo de Christopher Ruhr. Y llegó el final.

El hockey sobre césped masculino argentino es finalista olímpico. Historia pura bien ganada por un trabajo a largo plazo. La única manera de que la vida te sonría si la vas a buscar para abrazarla bien fuerte.

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