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Viamonte sufrió hasta el final, pero al fin gritó campeón

[3 de enero de 2011] ¿Justo o injusto?. A Viamonte le quedará tiempo para el análisis posterior, porque ahora lo único que le importa es festejar, con el trofeo del Torneo Interligas en la mano, luego de dos finales en las que se le había escapado.

El Decano de Los Toldos la ganó quizá más por un largo y sólido proceso que por esta sufridísima final ante San Agustín. Viamonte no superó al  equipo nuevejuliense en ningún momento de esta final de 180 minutos. Ni de ida, ni de vuelta. De hecho, tuvo un solo mano a mano ante Fons en toda la final, cuando ya corría el último minuto del adicional de la revancha, y dio la sensación que era un equipo que no encontraba su mejor juego, aunque apelaba a la gran experiencia y buen pie de sus jugadores para cuidar el resultado, luego de haber encontrado un gol fortuito en el primer partido, que le dio una ventaja como para jugar tranquilo de local.

Se esperaba más de Viamonte, pero eso no quitó que el partido fuera vibrante y emotivo,

sobre todo por la cuota de garra que puso San Agustín. El equipo de Porta se asentó mejor en la cancha, y con los argumentos de encuentros anteriores, tuvo las mejores oportunidades. En  el comienzo, Mássico robó una pelota, se fue solo y remató al arco, encontrando a Basso bien parado, en una oportunidad que un goleador neto no hubiera hecho tan simple para el arquero. Cabada encontró un balón cerca del área y lo hizo pasar al lado de un palo. No fueron jugadas producto de la casualidad, o aisladas. Jugaba mejor el granate; era firme atrás, ganaba en la mitad de la cancha e iba a la carga con la habilidad y velocidad que pueden aportarle Cortés, Rodríguez, o Cabada. Peluso no estaba del todo repuesto de la lesión del primer partido, le costaba ganar en velocidad o girar ante las marcas, pero igualmente complicaba a la defensa local, a pura experiencia y categoría, jugando muchas veces como “pivote”. San Agustín también contó con dos tiros libres casi calcados, muy cerca del área,  pero no los supo aprovechar.

Viamonte, a pesar de verse superado, no se desesperaba, tenía a un batallador como  Quiroga para desdoblarse en defensa y ataque, defendía con solvencia y mostraba que el oportunismo y la paciencia son virtudes esenciales en el fútbol de hoy. Con estos argumentos llegó dos veces. En la mejor jugada colectiva, Hernández envió un centro que no pudo definir bien Morilla. En una pelota parada, Quiroga le sirvió un centro a Di Gangi, que el defensor definió alto, desde un lugar de privilegio en el área.

Ya en el segundo tiempo, Escudero cabeceó un tiro de esquina, y obligó a Fons a su mejor esfuerzo. Fue una jugada aislada que no cambió el rumbo del partido. Al contrario, San Agustín, como era esperable, se volcó más al ataque, sin que la fortuna lo acompañara, ante un Viamonte que se replegó cada vez más. Peluso definió alto una de esas que no suele errar, pero más no se le podía pedir al veterano goleador, que jugó casi todo el partido pisando mal. Entró Perrotta por Cortés, y la primera que tuvo casi termina adentro, tras un centro del también ingresado Corea, pero Basso se tiró contra el primer palo y dejó en claro que fue clave para su equipo en esta final. Corea también tuvo un remate franco ante el arco, pero dos defensores toldenses lo taparon como pudieron. San Agustín iba por las puntas, con un trabajo creciente de Braian Rodríguez y Cabada, y llenaba el área rival de centros. Perrotta cabeceó un tiro de esquina, y Baso realizó su mejor atajada del partido, volando al ángulo.

Se iban los minutos, y el granate, donde ya había entrado Cañas como último cambio ofensivo, no se resignaba. El árbitro Pellegrino –correcto y sin problemas- adicionó cinco  minutos, para el sufrimiento de los muchos hinchas de Viamonte que llenaron el estadio. En el tercero de esos cinco, el arquero Fons se mandó al ataque para un tiro de esquina, y estuvo muy cerca del gol heroico.

Con un equipo visitante totalmente volcado al ataque, el equipo de Luis González tuvo su mejor oportunidad: “El Chaqueño” Barbosa, solo ante Fons, definió alto. Y festejó Viamonte el pitazo final, que congeló un cero a cero mezquino para semejante equipo, pero suficiente.

Finalmente, el candidato de todos se llevó el torneo, y dedicó el triunfo a su gente y a un clásico rival, Alsina. San Agustín se fue con el dolor de la derrota pero el reconocimiento de todo el estadio. Le faltó suerte, y le sobró dignidad. Pero puede aprender una sencilla lección de este Decano que cantó campeón en su tercera oportunidad: siempre hay revancha.

VIAMONTE 0 – SAN AGUSTIN 0

Cancha: Viamonte.

Arbitro: Pedro Pellegrino.

Líneas: Raúl Cometo y Mariano Curiale.

Viamonte: Matías Basso, Gustavo Di Gangi, Iván Pueyo, Julián Escudero, Nelson Gómez, Cristian Molina, Alejandro Villa, Lisandro Hernández, José Morillas, Emanuel Bonamino, Pablo Quiroga. Suplentes: Lombardo, Cutó, Barbosa, Andrada, Benítez. DT: Luis González.

San Agustín: Ezequiel Fons, Rubén Fonticelli, Federico Punta, Diego San Miguel, Sebastián Lombardo, Nicolás González, Pablo Cabada, Federico Mássico, Víctor Peluso, Fernando Cortés, Braian Rodríguez. Suplentes: Iaconis, De Agustini, Cañas, Corea, Perrotta. DT: Jorge Porta – Oscar Bufone.

Cambios: Barbosa por Bonamino, Andrada por Morilla, Benítez por Hernández (V). Perrotta por Cortés, Corea por Lombardo, Cañas por Peluso.

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