No cabe duda que, Don Fernando García, en la actualidad, es el nuevejuliense más longevo. El próximo lunes 30 de mayo cumplirá 106 años.
Domiciliado en una antigua casona de la calle Tucumán casi Coronel Lagos, posee un espíritu juvenil.
Nacido en 9 de Julio, el 30 de mayo de 1910, vio la luz en la calle La Rioja casi Agustín Alvarez, donde se hallaba ubicado el “Rancho de Doña Nieves”, una especie de inquilinato humilde. Fue bautizado con el nombre de Fernando en honor de doña Fernanda Inchusta, propietaria de la quinta cercana, sobre la avenida Mitre, quien ofició de comadrona, asistiendo a su madre durante el alumbramiento.
Cuando lo anotaron en el Registro Civil ocurrió un hecho curioso: en la partida de nacimiento se lo registró con el nombre de Braulio. Este hecho se debió a que su padre, quien se encontraba en el campo, cosechando maíz, encargó a un compadre para que lo anote. Este olvidó el nombre y, ante la duda, lo hizo anotar como Braulio (que era el nombre de su padre). Por si eso fuera poco, el ocasional mandadero también olvidó el día del nacimiento, y en lugar de anotarlo el 30 de mayo, lo registró como nacido cerca del 10 de junio.
Don Fernando cursó sus primeros estudios en la antigua sede de la Escuela Nº 4, en la avenida Río Bermejo (hoy Antonio Aita) entre Mitre y Primer Centenario (hoy San Martín).
Siendo apenas un niño comenzó a trabajar en la ciudad, en distintos empleos transitorios, hasta que se dedicó definitivamente a las tareas rurales. Contaba apenas con ocho años cuando fue empleado en el campo de Angel Di Leo, en la localidad de Fauzón.
A partir de entonces siempre trabajó en el campo, realizando todo tipo de tareas, con una gran dedicación, en largas jornadas, invernales o estivales, que comenzaban generalmente a las cuatro de la mañana.
Hasta los ochenta años trabajó intensamente en el campo, con la pala o reparando molinos.
Don Fernando integró un club de fútbol, que poseía una impronta social, funda el Bacacay alrededor de 1927. Esta institución, además de las actividades deportivas, también se dedicaba a la organización de bailes. En el galpón del ferrocarril se realizaban estas fiestas, muy animadas.
Don Fernando conoció tempranamente las localidades de Bacacay y 12 de Octubre, cuando aún llegaba el ferrocarril y la vida en esas comunidades era más intensa.
También colaboró con su cuñado en su campo. En Bacacay, en la Colonia “La Central” estuvo radicado varios años.
Casado con María Galicho, en 1936, de esa unión nacieron dos hijos, fallecidos, varios nietos y bisnietos, radicados en las ciudades de Luján y de Bragado.
Su cumpleaños 106 encuentra a Don Fernando rodeado del afecto de familiares y amigos, quienes lo distinguen por su honestidad; su natural caballerosidad, tan propia de la gente de su tiempo; la cortesía de sus modales y el respeto y humildad que lo han caracterizado desde siempre.
¡Feliz cumple, Don Fernado!
