Ayer, la Iglesia Católica celebró el Domingo de Ramos y, de esta forma, abrió solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la Pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén. En la ciudad de 9 de Julio, el Domingo de Ramos fue celebrado en varias iglesias de la planta urbana.
La celebración central de la Bendición de los Ramos, fue presida por el obispo de la Diócesis de 9 de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
En esta oportunidad, un numeroso conjunto de fieles se congregó en la Plaza “General Belgrano”, frente a la avenida 25 de Mayo, donde tuvo lugar el rito de la bendición de los ramos. Desde allí, los asistentes se dirigieron al templo catedralicio donde fue celebrada la santa misa.
El obispo, en su mensaje, recordó que «elevar los ramos para aclamar a Cristo como rey y Señor en el Domingo de Ramos es un compromiso de seguir sus pasos hacia la cruz».
«Nuestro rey -añadió- no está sentado sobre un cómodo trono sino colgado de la cruz. Por eso nosotros que lo hemos aclamado con nuestros ramos tenemos que estar dispuesto a seguirlo hasta la cruz. La liturgia de este domingo nos hace tomar conciencia de este misterio».
«La celebración que comienza en un tono festivo y alegre nos conduce a la pasión que es proclamada en el templo. Por eso al llevar los ramos a nuestro hogar y ponerlo en el crucifijo de nuestra casa debemos recordar que nuestra cruz y nuestros sufrimientos, vividos con fe y esperanza, nos conducen a la salvación y la vida», indicó el prelado.
