En el año 2012 adquiere jerarquía constitucional en nuestro país la convención internacional por los derechos de las personas con discapacidad. Promoviendo el fortalecimiento se crean oportunidades reales para las personas y se potencian sus habilidades. El empoderamiento implica invertir en las personas -en empleos, salud, nutrición, educación y protección social-. Cuando ocurre eso, están mejor preparadas para aprovechar oportunidades, se convierten en dueños de su propio destino y pueden asumir con más preparación sus responsabilidades cívicas.
Los objetivos a futuro: ciudades más inclusivas y accesibles para todos en cada uno de los aspectos (turismo, salud, cultura, educación, etc.); mejores estadísticas sobre discapacidad; eliminación de las barreras físicas y culturales. Llevar al poder legislativo hacia el cumplimiento de la convención internacional por los derechos de las personas con discapacidad.