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Nueve de Julio
miércoles, abril 24, 2024

9 de Julio fue sede de importante encuentro catequístico

El sábado último, en el Colegio San Agustín, de los padres marianistas, en esta ciudad, se realizó el Encuentro Catequístico Diocesano de 9 de Julio (ENCADI), que llevó por lema “Llamados a ser rostros de reconciliación”.

En ese marco, más de cuatrocientos catequistas profundizaron sobre el Jubileo de la Misericordia que convocó el papa Francisco y la importancia del sacramento de la Reconciliación. Tras las palabras del obispo diocesano, monseñor Martín de Elizalde OSB, quien alentó a los catequistas a ser “rostros de reconciliación”, expusieron los presbíteros Germán Loriente y Facundo Echániz, y luego habló también el obispo coadjutor, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
La jornada cerró en la catedral Santo Domingo de Guzmán con la celebración de una misa presidida por monseñor Elizalde.
“La misericordia de Dios, que se expresa en la acción sacramental, misionera y caritativa de la Iglesia, se difunde en el corazón del cristiano por la adhesión sincera a la llamada a la conversión, y comienza a mostrarse en el testimonio de su vida”, recordó.
El prelado consideró que “la formación del cristiano debe ayudarlo a descubrir las maneras cómo ha de trasmitir el mensaje de la misericordia en las circunstancias de su vida y de su compromiso en el mundo. Una catequesis auténticamente integral debería iluminar las conciencias para que los bautizados descubran las vías para la práctica de la misericordia, y puedan hacerla presente en todos los ámbitos y situaciones, como resultado de su propia identidad cristiana que se trasmite a los hermanos y les abre las puertas de la Iglesia con su ejemplo”.
“Estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir”, subrayó citando al Papa.
Tras hablar de reconciliación, perdón, penitencia, destacó la figura de San Pío X, patrono de los catequistas y alentó a los formadores de la fe a ser “catequesis de la misericordia”.
Por último, monseñor Elizalde detalló que los frutos de esta jornada deben ser “la formación personal y la capacitación para trasmitir la doctrina recibida en la Iglesia”, la fe celebrada y vivida gozosamente “expresada no en fórmulas escolares solamente, sino ante todo litúrgicas, y convertidas, en la celebración de la comunidad, especialmente el domingo, en credo y alabanza” y “la exposición hecha a quienes están en búsqueda, a los niños que se están preparando para completar su iniciación plena en la vida cristiana, a quienes por ignorancia u olvido y distanciamiento se han apartado de la frecuentación de la Iglesia en los sacramentos y en las iniciativas apostólicas, y por eso, acompañando la palabra con las actitudes, la enseñanza con el testimonio”.
Fuente: AICA / Departamento de Catequesis Diocesana.

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