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Nota de Opinión
Esta semana tuve oportunidad de escuchar en un seminario al politó logo y encuestador Jorge Giacobbe, quien comenzó su exposición contando una anécdota personal. Un domingo de estos últimos fines de semana largos, estacionó su automóvil por un corto periodo para realizar unas compras en la puerta de su departamento en plaza Congreso, Rivadavia al 1500, donde no está permitido estacionar las 24 horas por estar reservado para micros de turismo. Antes de alejarse del vehículo, se arrimó un cuidacoches para decirle que esa cuadra le pertenecía y que él se encargaba de los coches. No era momento y no tenía ganas de discutir con el “Señor” quien se sentía muy seguro de sus pretendidos derechos y además seguramente llevaría la peor parte en caso de pelea.
Al volver de las compras observó que una grúa se llevaba un auto cercano al suyo y que el cuidacoches discutía con los de la grúa que eran 3 personas incluidas un policía. El trapito le pedía a los de la grúa que no se llevaran el auto ya que él lo estaba cuidando y estos respondían que se lo tenían que llevar porque estaba mal estacionado. La discusión iba elevando el tono, se acercaron unos amigos del trapito quien les dijo a los de la grúa que por lo menos le pagaran por su trabajo dado que el dueño del auto no le iba a hacer ya que ellos se lo llevaban. Estos se sorprendieron del pedido y se estaban por retirar cuando el agresivo personaje le propinó una piña al conductor de la grúa, lo tiró sobre el asfalto y empezó una gresca donde intervinieron 6 ó 7 personas hasta que finalmente llegó un patrullero y se terminó la pelea.
El análisis que hacía de esta situación Giacobbe es que en la sociedad argentina hay muchas personas, como el protagonista de esta historia, que no reconocen y acatan las órdenes de los representantes del Estado, que como ordenadores de las situaciones conflictivas o directamente de las normas son desconocidos por muchos estamentos sociales. Agregó que hay muchas personas cuyos horizontes de vida son las próximas 24 hs y que se levantan a la mañana pensando en que forma ilegal o rayano a lo ilegal pueden hacerse de unos pesos para las próximas horas o días. Esto me hacía recordar a la película 9 Reinas, donde los protagonistas R. Darín y G. Pauls estaban permanentemente a la pesca de descuidados o ingenuos.
El comentaba que en España hace unos años un juez del Supremo, equivalente a nuestra Corte Suprema, luego de una fiesta manejaba su moto con un poco más de alcohol en sangre que el permitido, lo paró la policía y no lo dejó seguir manejando y al otro día presentó su renuncia.
Acá en la Argentina tenemos un Vicepresidente procesado en 2 causas y con 5 ó 6 más en proceso que no sólo no presenta su renuncia ni tiene vergüenza en presidir las sesiones del Senado en esas condiciones inéditas en la historia de nuestro país. Además de haber hecho renunciar al Procurador Nacional Esteban Righi y apartar de una de sus causas a un Fiscal y a un Juez, nos representa en el exterior. Todo esto protegido por La Dueña de la Patria, quien afirma reiteradamente que ahora tenemos Patria y que el País y la Historia Grande y con mayúsculas empezaron en el 2003.
Eduardo Gallo Llorente
17 de abril de 2015
