[24 de agosto de 2010] El sábado último, en el Parroquia “San José” de Tres Algarrobos (Estación Cuen ca), una localidad del Par- tido de Carlos Tejedor, tuvo lugar la realización del Encuentro Catequistico Diocesano (ENCADI) de la Diócesis de 9 de Julio, bajo el lema: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que en el Bicentenario de la Patria tenga Vida”. En la oportunidad se congregó un número importante de catequistas, entre quienes se encontraban varios de esta ciudad.
El encuentro, que se realiza desde 1991, fue preparado por la Junta Diocesana de Catequesis, cuyo director es el presbítero Juan Pellegrino, y tuvo lugar en el Colegio San José, establecimiento diocesano que juntamente con la parroquia está a cargo de los religiosos Hermanos de San Juan Bautista.
Participaron unos 480 colaboradores de esta actividad evangelizadora de todos los niveles y áreas, procedentes de las comunidades de la diócesis, de parroquias, capillas, centros misionales y colegios, juntamente con los ministros de la Pastoral de la Salud.
En esta ocasión se iniciaron las exposiciones, a cargo de los presbíteros Mariano Cortés, Guillermo Gómez y Germán Loriente, centradas en el espíritu misionero que debe animar a los discípulos, unificando así las tareas apostólicas y pastorales con el propósito de evangelizar
El ENCADI culminó con un gesto misionero realizado en los barrios, a partir de cuatro centros, para culminar con la celebración eucarística en el templo parroquial.
EL MENSAJE DEL OBISPO
En la oportunidad, el obispo de 9 de Julio, monseñor Martín de Elizalde OSB, en memoria litúrgica de San Pío X (Día del Catequista) dirigió a los presentes un mensaje, en el cual recordó que la catequesis “no es sólo la preparación para recibir un sacramento, sino la adquisición de la formación necesaria para la vida cristiana”, y destacó que, en el año del lanzamiento de la Misión Diocesana, “la catequesis ofrece el fundamento para todo ello y también el vínculo que relaciona esos aspectos entre sí”.
“La celebración –añadió monseñor Elizalde más adelante- del ENCADI, que cada año nos reúne en una localidad diferente de la diócesis de 9 de Julio, es una ocasión esperada por nuestros catequistas y por las comunidades. La hospitalidad con que somos recibidos, la alegría del encuentro y las experiencias compartidas, los frutos que nos llevamos de regreso”
Al referirse al contenido del lema del ENCADI, el prelado refirió que “es una llamada a la conversión, para ser de verdad discípulos, y en este camino llegar a asumir la condición de misioneros, que anuncien a los hermanos la Buena Noticia de Jesús, y así nuestra patria, que está cumpliendo sus doscientos años de existencia civil, reciba la vida verdadera”.
“Esta vida –dijo- es la que nos da Jesucristo Resucitado, la que Él anunció en su camino terreno, la que nos permitió alcanzar con su Muerte y Resurrección, la que recibimos en la Iglesia, anticipando su posesión en la eternidad. Nos llega por el Bautismo, se consagra y consolida por la venida del Espíritu Santo en la Confirmación, se alimenta y desarrolla por la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Para realizar esta transformación en el alma, para renovar al mundo con su Presencia, la Iglesia tiene el medio excepcional que es la catequesis”.
En otro pasaje de su alocución, el Obispo entendió que “la participación en el Misterio de Cristo requiere que la catequesis sea aquello que debe ser, una entrada progresiva en el mensaje de Jesús por la comunión de la Iglesia, donde la transmisión de conocimientos acompaña la adhesión interior y se muestra en las acciones que expresan la fe, la esperanza y la caridad”.
Monseñor Elizalde fue contundente al subrayar que “la vida cristiana es piedad, conocimiento, acción”, haciendo hincapié en que “la presentación que hace la catequesis de la doctrina necesita ser acompañada por su aplicación: la vida litúrgica y la oración, en primer lugar”.
“¿Cómo se puede trasmitir el conocimiento de Dios que es Padre, de su Hijo Jesucristo que nos ama y se entrega por nosotros, del Espíritu de amor que habita en nosotros, sin la experiencia del encuentro con Él – Dios Uno y Trino – en la celebración de la Eucaristía y en la oración?”, se preguntó el Obispo, al mismo tiempo en que rescató otros aspectos tan reveladores y catequísticos como la misma instrucción religiosa: “la misión, anunciando el Evangelio a los hermanos; la caridad que manifiesta el amor solidario y el servicio; la colaboración en las actividades litúrgicas y en el mantenimiento de la Iglesia; la profundización en los misterios, buscando la inteligencia de la fe, por el estudio de la doctrina”.
El Obispo de 9 de Julio, en el mismo mensaje, definió al catequista como un “misionero de los niños que le han sido confiados”. En la misma línea, indicó que “su campo de anuncio y repropuesta cristiana incluye siempre a los padres y a la familia de esos niños”.
Fotos: Parroquia San José de Tres Algarrobos.