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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

Raúl Castaño cumplió 30 años con su profesión

Puede decirse que, su vocación por la peluquería, nace casi de forma casual.

castaño
«Un amigo -recuerda, en diálogo con EL 9 DE JULIO- tenía la idea de estudiar peluquería. Quería que lo acompañara para estudiar juntos, pero en varias  ocasiones le dije que tenía otros intereses, me gustaban los fierros, la mecánica». Raúl, luego de haber sido cadete de este Diario, ingresó en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde realizó su carrera como suboficial hasta la finalización de la contienda de Malvinas.
De regreso a esta ciudad, realizó diferentes tareas. Por entonces, su amigo Eduardo Presti- fillippo («Coco») le pidió que lo acompañe a inscribirse en la Escuela de Peluquería que, a la sazón, dirigían Rosa Frontini y Oscar Reynoso, como filial del Instituto Superior de Cosmética Integral de Buenos Aires.
Rosa y Oscar, como conocía a los directores de la Escuela, que se encontraba en la calle Cavallari casi Edison, persuadieron a Raúl para que asistiera a las clases, un mes, a modo de prueba. Entonces, era profesora de práctica, Lidia Falcone de Andreu («Neba»), mientras que en las clases teóricas estaban a cargo de Os- car.
De esta manera, Raúl Castaño, pudo descubrir una vocación que hoy lo hace plenamente feliz.
El 19 de enero de 1985 obtuvo su título oficial como Peluqueo. A partir de entonces, comenzó también a participar de algunos certámenes vinculados con la profesión. En varios concursos obtuvo los primeros puestos y, en Bariloche, en un certamen interprovincial realizado en 1986, fue consagrado con el Subcampeonato.
En lo que respecta a su labor. Primero comenzó trabajando como peluquero a domicilio, mientras conservaba su otro empleo. Más tarde se instaló en un local ubicado en Cavallari casi Mendoza, trabajando medio día.
Hace 19 años se trasladó al lugar que actualmente ocupa, en la calle Robbio 677 casi Cava- llari.
Aún conserva muchos clientes de la primera hora, de la época en que comenzaba a hacer sus primeras armas en el rubro. Tanto así que, en la actualidad, tiene clientes de cuatro generaciones.
« La peluquería me ha dado muchas satisfacciones; clientes y muchos amigos», afirma Raúl y, eso se ve a las claras, en el trato diario que mantiene con su clientela.
La peluquería de Raúl Castaño es un lugar donde, quien asiste, no solamente encontrará un corte de cabello profesional, realizado con excelencia, allí también se respira el clima de la amistad sincera y del diálogo franco y ameno.
Una peluquería con trayectoria en la comunidad que, de la mano de su propietario, arriba a su 30º aniversario.

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