El joven de 26 años Andrés Tanquía -nacido en Haedo- se encontró de paso por 9 de Julio, en una de sus paradas habituales para conocer el lugar y la gente. Visitó la redacción de «EL 9 DE JULIO», para contarnos sus sensaciones y su experiencia de vida.
Andrés comenzó este viaje en bicicleta, hace 20 días partiendo desde Merlo. Al pasar por la Ciudad triplica el recorrido a diferencia de un camino en ruta. Claro está que a él lo que menos le importa es el tiempo que demanda llegar de un lugar a otro.
El viaje de Andrés trata todo lo contrario, no pasa por ninguna carrera contra el reloj, ni por tomar el camino más corto. Como disfruta tanto conociendo gente, especialmente en ambientes rurales, circula más por caminos de tierra que lo conducen a los pueblos, parajes y campos, que por las rutas. No tiene un destino o una meta fija, aunque estima que llegará a Ushuaia y el sur de Chile.
Desde Merlo salió hacia Navarro, de ahí en adelante siguió por tierra hacia Lobos, Roque Pérez, Estación Del Carril, Cazón, La Barran- cosa, Saladillo, Paraje Lucas Monteverde (Pulpería), 25 de Mayo, Bragado, Mechita, La Limpia, Máximo Fernández, San Emilio, Los Toldos y 9 de Julio.
«No tengo una ruta planificada, voy por los lugares que me va diciendo la gente y cómo se va dando la experiencia y las oportunidades. Veo el viaje como algo constante», señaló Andrés.
Tanquía explicó que «en este viaje estoy prestando más atención a la gente de campo y al conocimiento popular. Mi viaje consiste en la gente y no en los lugares. Es un aprendizaje y se me presentan oportunidades de estar con las personas».
«En este viaje va más por tierra que por el asalto, buscando conocer algo que tenemos tan cerca y estamos tan desconectados por una cuestión de hábitos. Busco el contraste de la Ciudad», agregó.
En 9 de Julio se quedó más tiempo de lo habitual porque las situaciones climáticas demoraron su continuidad. «Me recomendaron mucho el camino que pasa por Dudignac y Del Valle y no lo quiero saltear, entre otros lugares, para después seguir a Bolívar. Tuve que esperar que seque el camino, para seguir», indicó.
Matías tiene un diario de viaje y le presta mucha atención a la fotografía. En Facebook se lo puede buscar como Traveland-e y la dirección es
En lo laboral Andrés se dedica a la actividad informática (sistemas), aunque aclara que busca que esta actividad de los viajes sea «algo constante, con lo que eso conlleve: a disponer del tiempo que es lo más valioso que tengo, para que el andar prosiga en bicicleta o como lo sienta».
El primer viaje que hizo Tanquía en bicicleta fue a Brasil hasta el Departamento de Espíritu Santo a 1.100 kilómetro de Río de Janeiro y en esa ocasión aprovechó para recorrer gran parte de Uruguay. Anteriormente, desde los 19 años comenzó a viajar de mochilero, interesado en la actividad de montaña, interesado por recorrer distancias a pie utilizando los senderos.
Para Andrés no importante la distancia que pueda recorrer, sino que «el viaje es una forma de aprendizaje» y hace un esfuerzo «por ser coherente con la forma de actuar, para tener un fruto relacionado con lo que busco, en relación a lo que siento».
«Mi expectativa es que para el viaje no sea una condición el tener, el medio en este momento está por esfuerzo de años anteriores. Es muy importante saber que si es un desafío personal, se puede. Hay que confiar y poder atender las cosas que uno siente para conocerse y vivir esa felicidad», dejó como reflexión.
