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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

Luz del Oeste

armandoporatti* Nacido en 9 de Julio, desde muy joven sintió una fuerte inclinación hacia las letras y la formación intelectual.
* Doctor en Filosofía, docente e investigador, realizó meritorios aportes, principalmente, acerca de la Filosofía antigua.
* Autor de excelentes libros, uno de ellos la propia tesis doctoral, escribió en una importe cantidad de revista y publicaciones especializadas
* Dirigió la revista de la Asociación de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales.
* Hacia la década de 1980 organizó dos encuentros importantes sobre pensamiento latinoamericano, logrando armar una especie de red nacional.
* Brillante traductor, su traducción del Fedro de Platón es una de las más notables.
* Perteneciente al grupo de intelectuales vinculados con “Carta Abierta”, se había identificado con la filosofía justicialista.
* Fallecido en octubre de 2012, dejando un importante legado intelectual

“Armando Poratti tenía un arraigo muy profundo hacia su 9 de Julio, su historia familiar, ese mundo tan particular de la pampa húmeda bonaerense; como así también una profunda convicción respecto a sus convicciones políticas. Pertenecía a una generación que se va despidiendo de nuestra vida cultural y universitarias… Su vida la construyó en profunda consonancia con sus raíces; él sentía que 9 de Julio era su lugar. Por ello, sería formidable que una ciudad como 9 de Julio reconociese en Armando Poratti a un hijo destacado, como pocas ciudades suelen tener”.
Con las palabras que antecede, en el marco de una entrevista radial realizada en los días posteriores a su fallecimiento, el  filósofo y escritor Ricardo Forster evocaba a Armando Poratti.
Poratti fue, en nuestra época, un destacado investigador y docente en Filosofía. Pero, fundamentalmente, su aporte en materia de la especialidad que más le atrapó a lo largo de toda su vida –los filósofos griegos de la antigüedad- le han ubicado en un plano relevante dentro del círculo cientifico e intelectual en la Argentina.
Nacido en 9 de Julio, en la calle Yrigoyen entre Adolfo Alsina y Río Negro, el 2 de octubre de 1944, tanto por la vía paterna como por la materna desciende de rancias familias de la sociedad nuevejuliense. Su padre, Almando Poratti, era hijo de Ramón Natalio, de una amplia trayectoria política y comercial en este medio; su madre, María Lassus, descendía de un reconocido hacendado que había arribado a estas tierras hacia 1884.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en su ciudad natal. Los estudios primarios los realizó en el denominado “Curso de Aplicación”, dependiente de la entonces Escuela de Comercio y Anexos, que funcionaba en las aulas del desaparecido Colegio Cavallari. Los secundarios los completó en la misma Escuela de Comercio.
Desde muy niño experimentó un interés muy profundo hacia la lectura de libros que contenían temáticas muy variadas. No bastaba solamente la biblioteca que poseía en su casa, sino que, del mismo modo, accedía al fondo de la Biblioteca Popular “José Ingenieros”, a la sazón atendida por el maestro José Gerardo García.
A los once años, aproximadamente, García le daba libros de poemas y literatura que, aunque si bien un poco antigua, era algo así como una iniciación.
Siendo adolescente sobresalía entre sus condiscípulos por sus dotes intelectuales. Tanto es así que, con apenas quince años, tradujo del francés junto con Chine Wagner, la obra teatral “Las puertas golpean” de Michel Fernaud. La misma fue llevada a las tablas en noviembre de 1959 por el Teatro Independiente Nuevejuliense, agrupación que contribuyó a fundar Poratti.

LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS. TRES MAESTROS
En tiempos en que se hallaba culminando sus estudios medios, aparecía en su vida una especie de fuerte vocación hacia las letras. De hecho, soñaba con convertirse en escritor, pero, quizá, por un tácito mandato familiar, desistió de seguir la carrera de Letras e inscribirse como alumnos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Algunos años más tarde, comprendido que el llamado vocacional que sentía no se hallaba en esa disciplina, dejó atrás los estudios de derecho para ingresar en la carrera de Filosofía en la misma casa de altos estudios.
Le cupo estudiar Filosofía en los años setenta, durante una etapa muy singular en la Historia Argentina. La experiencia de esos años, según él mismo rememora, pudo vivirla “muy intensamente, no solamente en la Facultad sino también en otros ámbitos”.
Durante su etapa como estudiante universitario en la Facultad de Filosofía y Letras, y aún después de graduado, pudo compartir no solamente sus clases, sino además proyectos comunes con tres figuras muy prestigiosas y reconocidas para el pensamiento filosófico en Argentina: Conrado Eggers Lan, quien dio un notable impulso a los estudios sobre Filosofía Antigua en idioma castellano; Mercado Vea y, muy especialmente Amelia Podetti. Esta última, experta en filosofía alemana –particularmente en Kant, Hegel Husserl, y discípula de Gouhier, Ferdinand Alquié, Paul Ricoeur y Jean Wahl, desarrolló en la Argentina una importante labor en la docencia y en la investigación, a más de una aguda militancia política.
Concretamente Poratti fue ayudante en la cátedra de Conrado Eggers Lan a partir de 1971 y hacia 1973 ingresó a la de Pugliese. Con el golpe de 1976 lo desplazan a Eggers Lan de la Cátedra y al año siguiente Poratti es despedido. En seguida Amelia Podetti lo incorpora a su Cátedra de Filosofía de la Historia, en la cual participa hasta su fallecimiento para luego integrarse a la cátedra de Mercado Vera.
Armando prologó la obra “La irrupción de América en la historia”, de Podetti, editada por el Centro de Investigaciones en 1981.
Si bien Poratti recibió el grado de licenciado en Filosofía en 1973, había comenzado el ejercicio de la docencia unos años antes como ayudante-alumno. Poco más tarde, se doctoró con la redacción de una tesis acerca de Critón y la Apología de Sócrates por Platón, subtitulada “Política y Metafísica en el Platón inicial”. Esta obra vio la luz recién en 1993, publicada la Editorial Biblos, como “Diálogo, Comunidad y Fundamento. Política y metafísica en el Platón inicial”.

DOCENCIA E INVESTIGACION
La docencia ha sido una praxis que ha seguido ininterrumpidamente. Si bien la investigación es un área que abordó profusamente –incluso investigador del CONICET- jamás se apartó de su fuerte inclinación hacia la enseñanza.
Además de la Universidad de Buenos Aires, lo hizo en la Universidad del Salvador y en la de Rosario. En ésta se desempeñó como profesor titular Filosofía Antigua. También estuvo al frente, en los restantes citados centros académicos de las cátedras de Filosofía Moderna y Filosofía de la Historia.
También, en 1975 trabajó en 9 de Julio, en una carrera dependiente de la Universidad Nacional de Luján
Sus obras publicadas, sean artículos periodísticos, prologaciones y, asimismo, en sus libros, no solamente circundan los tópicos de la Filosofía Antigua, sino también ha escrito acerca del pensamiento latinoamericano, entre otras cuestiones.
Además de su tesis ha publicado en 2000, en la Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA) un volumen de 167 páginas, titulado “El pensamiento antiguo y su sombra”, donde compila una serie de artículos. Por otro lado, colaboró con Eggers Lan en la edición castellana de los Filósofos Presocráticos, obra para la que le cupo redactar el capitulo dedicado a “Diógenes de Apolonia”, en el tercer volumen aparecido en 1980.
No menos significativos han sido los más de seis capítulos redactados para libros; las más de una treintena de publicaciones en revistas periódicas en los últimos años, y los quince volúmenes de actas en los que pudo editar sus aportes.
Las traducciones de Critón y Apología de Sócrates, incluidas en Diálogo, comunidad y fundamento, y el Fedro platónico, editado por Istmo en 2010 son memorables.
“La muerte es el acontecimiento último e inexorable que arroja a los seres humanos a la ausencia definitiva. Pero no a la no existencia, a la disolución en el olvido y la nada, como si nunca hubieran sido.» Con estas palabras comenzaba uno de sus escritos (“Aparición con vida”), y con ellas queremos recordarlo: el mismo acontecimiento que lo ha destinado a la ausencia definitiva es aquél también que lo ha arrojado a la inmortalidad a través del recuerdo siempre vivo de su pensamiento.
Por citar sólo algunos de los capítulos de libros que preparó, pueden mencionarse: «Identidad, aísthesis, tecnología», para la obra “Dominación e identidad cultural, publicada por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y Sociedad Filosófica Buenos Aires (SOFIBA), en 1997; “Teoría política y práctica política en Platón», para el libro “La filosofía política clásica. De la Antigüedad al Renacimiento”, compilación de Atilio A. Borón, de 2000; y «Díke, la Justicia antes de la justicia», para “Márgenes de la Justicia. Diez indagaciones filosóficas”, editado por la editorial Altamira, en 2000; como «Esencialismo, simulacro y obscenidad en el discurso público en la
Argentina, 1976-2002.», “Variaciones del habla”, entre otros.
A lo largo de su extensa carrera fue miembro de la Asociación de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales y del Seminario Internacional de Filosofía «Pensar desde los márgenes», Madrid (CSIC), Buenos Aires, México, entre otras actividades.
Por otra parte, durante varios años fue invitado a dar seminarios, conferencias o clases a diversas universidades de Estados Unidos, México, España, Israel, Brasil, Alemania. Pocos años antes de su fallecimiento, condujo el programa de televisión Grandes Pensadores del Siglo XX, emitido por Canal Encuentro y fue miembro del comité de dirección de la revista “Pensamiento de los Confines”.
A través de 40 años de carrera, el Dr. Armando Poratti ha formado a una innumerable cantidad de personas por medio de las cuales su legado estará por siempre presente y será transmitido a generaciones futuras.

UNA TRADUCCION DE “FEDRO”
Hace uno nueve años atrás, Diario EL 9 DE JULIO entrevistó a Armando Poratti en los días en que se encontraba trabajando en una edición bilingüe (traducción y estudio, con comentarios, notas y apéndices) de “Fedro” por Platón. Esta empresa ardua, la había comenzado un par de años atrás y su traducción, con una importante introducción fue publicada en 2010.
Edición bilingüe, con nueva traducción y amplio aparato crítico de notas y comentarios, de uno de los más hermosos diálogos de Platón. En sus páginas, Lisias y Sócrates, en «un feliz día de verano», mantienen una larga conversación que se sirve de la retórica como eje vertebrador. Este tema, que ya había protagonizado el «Gorgias», tiene un claro carácter político, pues la palabra es un instrumento privilegiado para el ejercicio del poder democrático –y también del poder filosófico y de la política filosófica que Platón se propone–. Pero, a diferencia del mencionado diálogo, donde se aborda la retórica en sí misma, el «Fedro» se ocupa de su enseñanza. Así se llega, en palabras de Armando Poratti, «al resultado no previsto de que el tema del “Fedro” es la “paideía”. Esto es, ni “éros” de por sí (que lo ha sido del “Banquete”) ni la retórica como tal (que lo es en el “Gorgias”). Más en el fondo todavía, el tema del “Fedro”, y de todos los diálogos, es el “lógos”».
En 2005 Poratti se encontraba trabajando en la traducción en su casa de 9 de Julio cuando fue visitado por EL 9 DE JULIO. Al referirse a su trabajo de traductor, recordaba que “el ‘Fedro’ es un texto muy literario de Platón, quizá el más literario de todos”.
“Es difícil de traducir –decía entonces- porque el resultado en castellano, como en otras lenguas modernas, suele ser un terrible quich. Tratar de evitar eso me ha llevado un esfuerzo estilístico, sobre todo, muy grande. Aparte, existen pasajes filológicamente dificultosos”.

EN EL PENSAMIENTO JUSTICIALISTA. SU ESTUDIO SOBRE “LA COMUNIDAD ORGANIZADA”
Armando Poratti perteneció al grupo de intelectuales identificados con “Carta Abierta” y, sobre todo, se lo contó entre los filósofos y pensadores justicialistas.
Entre sus excelentes trabajos vinculados con este tema, Poratti escribió una notable introducción filosófica a la lectura de la Comunidad Organizada, conocido texto peronista. Fue editada en una edición excelente que hizo el IMA y que incluía un disco donde escucha el fragmento que de dicho texto hace Perón en el Congreso de filosofía de Mendoza.
El Instituto para el Modelo Argentino, en 2007, editó la obra “La Comunidad Organizada” escrita por Perón. Aquí aparece un estudio de Poratti.
Según explica su amigo y colega Jorge Bolívar, Armando Poratti hace una introducción que enriquece mucho la lectura actual de ese texto. En este enfoque él va a trabajar como tres grandes cuestiones divididas en capítulos.
Los tres primeros capítulos, son: el primero “Filosofía, política y proyecto histórico”, y está relacionado con el protagonismo del Congreso de Filosofía de Mendoza. El segundo capitulo es “El pensamiento mestizo en América latina” y el tercero “Filosofía y proyectos en la Argentina”.
Los tres segundos: el cuarto es “La filosofía y el momento de “La Comunidad Organizada”. El quinto es “La política y la filosofía en la segunda mitad del siglo XX y La resignificación de “La Comunidad Organizada” y el sexto es; “La filosofía en la comunidad desorganizada”.
Los tres capítulos de la parte final son los más sustanciales. Tienen que ver con “Comunidad y organización en el pensamiento de Perón”, con “Las grandes líneas de La Comunidad Organizada” y con “La tercera posición”.
En el comienzo Armando subraya lo que serían los textos fundamentales o básicos, no sólo de la creación del peronismo, y por tanto del pensamiento justicialista, sino, de aquellos textos que Perón nos recomendaba a nosotros todavía en el exilio. Esos tres libros básicos eran justamente, “La doctrina peronista”, que en realidad es una selección de discursos de Perón. Después están las clases que diera a dirigentes del movimiento conocido como “Conducción política“. Por último está “La Comunidad organizada“.
“La Comunidad Organizada“; dice Armando, es el único texto, trabajado, leído, que tiene una estructura de texto filosófico y además de un texto filosófico cerrado.

EL PENSAMIENTO ANTIGUO EN SU PRESENTE
La filosofía antigua fue, para Armando Poratti, un camino de ida y vuelta.
“Los filósofos antiguos –afirmaba en diálogo con EL 9 DE JULIO, en 2005- me han servido, y cada vez más, como un viaje de ida y vuelta, una referencia, para comprender el mundo contemporáneo. En otras palabras, me dediqué a los antiguos el día que me di cuenta que si no entendía a Platón no podía entender el diario del día”, narra desde su experiencia”.
Si bien los filósofos antiguos son muy complejos, para Poratti había algo así como todo un arco que se puede abarcar, aunque existan determinados tramos incompletos, por la carencia de fuentes, de forma completa. En este orden, entendía que, “si bien no es lo mismo, puede decirse que es factible ver un cierto paralelo con realidades que nos han sucedido y, quizá, con otras que aún no ocurrieron pero pueden suceder”.
“De todas las épocas históricas –aseguraba- el siglo V a. C., en Atenas, es el más semejante al siglo XX. No quiero decir con esto que sea igual, pero la tipología de los fenómenos que se suceden, son los que podemos, aunque parezca paradójico, encontrar con mayor resonancia en el tiempo actual”.

SU CONSEJO PARA LLEGAR A LOS FILOSOFOS ANTIGUOS
Armando Poratti recomendaba leer a los filósofos antiguos de una forma directa. “En primer lugar –decía- el lector debe arrojarse de lleno al agua, tirarse de cabeza a la pileta; es decir, comenzar a leer los textos directamente, sin comenzar por ningún manual o librito”.
“En esta clase de cosas –añadía- cada uno debe inventarse el camino. Una carrera universitaria puede aportar una especie de mapa, y si está bien hecho, con los respectivos medios de transporte. Pero, no más. Cada uno debe saber hacia donde debe marchar; el profesor no debe llevarlo, sino indicarle el camino para llegar allí”.

PALABRAS FINALES
Armando Poratti falleció en Buenos Aires el 31 de octubre de 2012. La inesperada noticia de su fallecimiento llegó enseguida a su ciudad natal donde llenó de gran congoja a quienes había tenido el privilegio de conocerlo
Al reseñar la vida de este nuevejuliense que se distinguió en el campo del conocimiento, no podemos menos de sentir un especial orgullo como coterráneos. Jamás olvidó su querido 9 de Julio tanto así que había escogido, hacía una década atrás, construirse una casa en la avenida Cardenal Pironio entre Libertad y Vedia, en una barrida cara a sus sentimientos familiares y afectivos.
Armando Poratti fue una luz que, habiendo tenido sus raíces en una apacible ciudad del oeste bonaerense, brilló con fulgor siempre renovado en el pensamiento argentino.

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