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Nueve de Julio
viernes, marzo 29, 2024

El teatro de títeres como expresión artística

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Entrevista realizada por Héctor José Iaconis.

* «Pagolindo» fue el primer teatro de títeres para adultos que existió en la comunidad de 9 de Julio de manera estable.
* Roberto Irigoitía fue su mentor y, por un espacio temporal comprendido en aproximadamente dos décadas, brindó esta expresión cultural y artística a los nuevejulienses.
* Merced a una dedicación especial, Roberto armó cada una de las escenografías, el retablo y construyó los diferentes personajes para las obras que él mismo escribía.
* A través de su teatro de títeres, Roberto realizó un aporte importante a la cultura de la comunidad, en las décadas de 1950 y 1960.

El teatro de marionetas es aún más antiguo que el teatro de personas. El descubrimiento del títere más arcaico que se ha registrado hasta el momento, ocurrió en Egipto. El hallazgo lo realizó el arqueólogo francés Gayet Lewis, quien encontró en una tumba de una bailarina egipcia, una muñeca con articulaciones e hilos.
Los asirios y caldeos representaban a sus ídolos ante el público, moviéndolos con cuerdas, que se activaban con poleas y manivelas.
En Grecia los títeres alcanzaron gran perfección según menciona Aristóteles en uno de sus tratados. Luego los romanos los adoptarían para recrear al pueblo. Se utilizaban para criticar a los políticos y para tratar temas de la sociedad. Posteriormente en épocas de la opresión fueron, censurados y relegados a la pantomima.
En nuestro país los títeres llegaron de la mano de los españoles. Era una compañía, especialmente traída para entretener al Virrey. A principios del siglo XX, volvió a surgir este arte, con la llegada de los inmigrantes polacos. Los artistas de las marionetas, viajaban por todo el país y tuvieron una gran aceptación por parte de todo tipo de público.
Si bien en la historia de 9 de Julio han quedado registradas, en las primeras décadas del siglo XX, algunas funciones de títeres tempranas realizadas en 9 de Julio, debieron pasar varias décadas hasta que en esta ciudad se pueda contar con un teatro de títeres estable. Precisamente, esta iniciativa surgió de la mano de Roberto Martín Irigoitía quien construyó el grupo «Pagolindo», conformado también por sus hermanos Julia y Horacio.
Nacido en esta ciudad en marzo de 1933, Roberto es el séptimo de ocho hermanos, hijo de Pablo Benito Irigoitia y Teresa Lombardo.
En diciembre de 1939 su padre compró a la familia Péres la casa de la calle San Luis (hoy Cavallari) casi Robbio, y fue precisamente allí donde Roberto realizó las primeras funciones de títeres.
Cursó sus primeros estudios los cursó en la Escuela Nº 1 para continuarlos, más tarde, en la antigua Escuela Nacional de Comercio. Finalizada la formación secundaria, se dirigió a la ciudad de Córdoba donde cursó estudios universitarios, los cuales debió interrumpirlos por razones de fuerza mayor.

UN ACERCAMIENTO TEMPRANO AL MUNDO DE LOS TITERES
Roberto Irigoitía descubrió, su interés por el teatro de títeres, siendo niño. Contaba nueve años cuando visitó esta ciudad que el inolvidable titiritero Javier Villafañe en su carreta «La Andariega», tirada por caballos. Por esos años, Villafañe había recibido una beca de la Comisión Nacional de Cultura para «divulgar la actividad titiritera».
En esa oportunidad, las docentes de las escuelas de las ciudades llevaron a los alumnos a la función de títeres de Villafañe, realizada en el Salón Blanco de la Municipalidad. Allí, Roberto, tuvo su primer contacto con el teatro de títeres. Poco después, en la Escuela Nº 1 construyeron el Teatro de Títeres «Aladino» y le encomendaron a Roberto la tarea de recrear con un títere con la figura del legendario personaje.
En enero de 1944, tras el terremoto en San Juan, en todo el país, se efectuaron colectas para las víctimas de ese terrible fenómeno. Roberto, con diez años de edad, organizó en su casa una función de títeres para recaudar fondos para contribuir con esta colecta.
«Realicé en esa ocasión una función de títeres a beneficio -recuerda, en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- valiéndome de lo que contaba en ese momento. Delante de una puerta, con lo que una gran sábana, improvisando un teatro e invité a los niños del barrio. Recuerdo que cobré cinco centavos la entrada y recaudé setenta centavos. Después, lleven ese dinero a una urna que se encontraba en el hall de la Municipalidad, para colaborar con los damnificados del terremoto».
Desde entonces, Roberto comenzó a construir su propio títeres y un retablo de importantes proporciones.

«PAGOLINDO», EL PRIMER TEATRO DE TITERES CON IMPRONTA NUEVEJULIENSE
Roberto Irigoitía, contando con la colaboración de sus hermanos Julia y Horacio y con la asesoría, en muchas oportunidades, de su cuñado Aldo Baamonde, reconocido artista plástico, concibió el Teatro de Títeres para Adultos «Pagolindo», que ofreció en esta ciudad una cantidad importante de funciones.
El tablado y el teatro de títeres, así como también las diferentes obras que ofrecía, fueron muy reconocido por quienes tuvieron ocasión de disfrutar de esas funciones. En no pocas oportunidades, el prestigioso músico Ariel Ramírez visitó la casa particular de Roberto para solicitarle funciones de teatro de títeres.
Son todavía recordadas las funciones de teatro de títeres para mayores de «Pagolindo», realizadas en el subsuelo de la antigua sede del Club Atlético «9 de Julio», ubicada en el edificio que actualmente ocupa el Instituto Superior de Tecnología Alimentaria (ISETA). Allí tuvieron algunas presentaciones a beneficio de la Biblioteca Popular «Anastasio Prieto», presentando un programa en dos partes, la primera con cinco sketch o cuadros realizados íntegramente por Roberto: «estampa del 90 y pico», «Rockito y Carolina», «Combate el ring», «Negra tierra caliente» y «Lamento coya». En la segunda parte, se presentaba una adaptación, también realizada por Roberto, de « Caperucita Roja». Esta última fue realizada, en una interesante innovación efectuada por Roberto, valiéndose solamente de las manos, de los movimientos de ellas y de los recursos sonoros y de iluminación disponibles.
Esas obras también fueron dadas en otras funciones artística realizada por la Federación cultural nuevejuliense, en la década de 1950.

FUNCIONES EN LAS CALLES
Roberto, con «Pagolindo», ofreció también funciones de teatro de títeres en la calle de la ciudad. Si bien el teatro había sido pensado para adultos, pronto atrajo la atención de los niños, de un nutrido público infantil que seguía sus habituales presentaciones.
En una ocasión, Norberto Manzanos, fundador y primer director de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, director de Acción Cultural de la Provincia y director de la Escuela de Teatro de La Plata, presenció una de las funciones realizadas por «Pagolindo», en la avenida Vedia y La Rioja. Tan buena fue la impresión que causó en Manzanos la presentación realizada por Roberto que, en seguida, lo invitó para realizar una gira artística por la provincia de Buenos Aires.
También, de Ariel Ramírez recibió la invitación para participar, con su teatro de títeres, en un programa de televisión por canal 7.

EL IDEARIO DE «PAGOLINDO»
En uno de los programas de una función artística brindada puede leerse el ideario que movía a los integrantes de «Pagolindo».
«‘Pagolindo’ en una inquietud más en el inquieto espíritu de 9 de Julio. Es una manera sencilla, pero artística de reflejar sentimientos de amistad y amor. Porque los títeres son eso… amistad y amor».
«Pequeños monigotes -prosigue el texto- que unen muy apretadamente a todos los hombres del universo, porque son la esencia de todo lo simple y bueno del hombre. Amor, paz, amistad, dolor, risas y llantos. Los pilares que hacen el pedestal de lo humano, se reúnen detrás de un tablado de títeres. Por eso los títeres son universales y, por eso los títeres tienen alma; por eso los títeres entusiasman y embriagan a los niños; por eso conmueve a los hombres».
«‘Pagolindo’ -sigue- sin apartarse de estos preceptos vitales, quiere superarse de tal manera que, todos estos caros sentimientos, vayan acompañados de cierta categoría que den lucidez y calidad al espectáculo. Con esta intención, lo repetimos, sin apartarse de lo esencial, es que la función es dedicada los mayores».
«Pagolindo’ en afán de superación busca la crítica, reclama la crítica, elemento vital de todo artista, para su elevación. Precisamente, porque desean es elevación artística, único medio de lograr la superación espiritual que sienten. Por esas razones, es que este espectáculo se brinda en especial a los mayores», concluye este interesante texto que revela su fundamento artístico.

PALABRAS FINALES
«Pagolindo», como se dijo, fue la primera expresión estable en esta comunidad de un teatro de títeres. Su aporte a la cultura de 9 de Julio es innegable. Esta iniciativa desplegada por Roberto Irigoitía encontró una buena acogida en la comunidad, en las instituciones, en los establecimientos educacionales y en las personas de todas las edades.
Los títeres son un medio de extraordinario valor que educan y entretienen; son el recurso ideal para captar la atención de los niños y niñas más pequeños, de los adolescentes y de los adultos, y se catalogan como medios para descargar emociones: miedos, tensión, cólera, odio y otras. Todo ello estuvo reflejado en el trabajo realizado por «Pagolindo» en nuestra comunidad. Hoy, emocionado recuerdo, homenajeámos, en el recuerdo del teatro de títeres «Pagolindo», a los diferentes titiritero que a lo largo de los años se han dedicado y se siguen dedicando a esta noble vocación.

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