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miércoles, abril 24, 2024

Panadería Gobelli: una empresa familiar de prestigio, con más de un siglo de trayectoria

gobelli1Desde hace más de un siglo, Panadería «Gobelli» es, en 9 de Julio, el sinónimo de buena panifica ción y excelencia en los rubros de confitería y pastelería. En efecto, se trata de la empresa más antigua en su rubro y, de hecho, uno de los comercio con mayor trayectoria en nuestro medio.

Un hecho importante es que, manteniendo la misma ética social y acrecentando su prestigio, Panadería «Gobelli», sigue al frente de la misma familia que la fundara hace 101 años y hoy se encuentran al frente de ella la cuarta y quinta generación: Patricia Torrent Gobelli y Daniel Rumi, junto a sus hijos Emilia, Celia y Juan Ignacio Rumi.
Recorrer la historia de la Panadería «Gobelli» es adentrarse en la historia misma de nuestra comunidad y de los modos de vida que operaron y configuraron el contexto de la sociedad desde comienzos del siglo XX. La época en que el pan era repartido a domicilio en las legendarias jardineras, un carruaje muy apropiado para esta tarea.

UNA HISTORIA DE INMIGRANTES
Puede decirse que la historia de la Panadería «Gobelli» debe escribirse desde la llegada al país de cuatro inmigrantes italianos, sus fundadores: el matrimonio conformado por José Gobelli y Ana María Calegaris, acompañado por sus hijos Juan y Dominga. Arribaron a la Argentina el 20 de noviembre de 1898, en el buque «Perseo», un trasatlántico de la Compañía «Navigazione Generales Italiana», que había partido del puerto de Génova.
Los Gobelli eran oriundos de Casal Cermelli, una localidad y comuna italiana de la provincia de Alessandria, en la región de Piamonte, que en los años en que vivían ellos contaba con unos 1900 habitantes.
Afincados en el Partido de 9 de Julio, en los primeros años don José y su hijo Juan se dedicaron a las tareas agrícolas mientras que su esposa María y su hija Dominga lavaban y planchaba en ropa que luego entregaban a domicilio a sus clientes.

LA PANADERIA «LA COOPERATIVA»
Merced a muchas horas de trabajo y de gran dedicación, la familia Gobelli reunió el capital para adquirir una panadería, llamada «La Cooperativa», que se encontraba ubicada en la esquina de la avenida Bartolomé Mitre y Santa Fe, exactamente en el mismo lugar. El 11 de junio de 1912 tomaron posesión de la panadería.
Por entonces, el comercio en 9 de Julio no había tenido el gran boom expansivo que habría de cobrar décadas más tarde. No obstante ello, para quienes decidían abrir un comercio, encontraban grandes posibilidades, pues el incremento poblacional motivado por la inmigración hacía creciente la necesidad de contar con mayores alternativas.
Por aquel entonces, la familia había crecido, contándose con otros hijos: José María, Domingo y Sebastián. Ellos, junto con su padre don José y el hermano mayor Juan, se ocupaban de la tarea diaria de la panadería que no era sencilla.
Como se dijo, el pan era repartido a domicilio utilizando para ello cinco jardineras tiradas por caballos que recorrían la ciudad y el sector periférico en dos turnos, por la mañana y por la tarde. Dos veces por semana se abastecía a las estancias y a los pueblos vecinos.
El edificio de la panadería con las dependencias anexas comprendía más de un cuarto de manzana. Inclusive contaban con una caballeriza, formada por cinco boxes, con un altillo que permitía arrojar pasto para la adecuada alimentación de cada animal.
Don José Gobelli cuidaba celosamente a su caballos y no permitía que se diera por finalizada la tarea diaria hasta tanto cada uno de ellos no fuera convenientemente bañado y recibiera la ración de alimento correspondiente.

PANADERIA GOBELLI, UNA MARCA REGISTRADA EN LA COMUNIDAD NUEVEJULIENSE
En el año 1920, Juan Gobelli, el hijo mayor de don José, decidió establecerse en la ciudad de General Villegas. A partir de entonces, la firma comenzó a girar con la denominación de «José Gobelli e hijos». En diciembre de 1935 don José se retira de la firma. Poco después, hacia 1937, Sebastián decide independizarse, instalando una panadería en otro sector de la ciudad; en consecuencia, a partir de entonces, la relación social pasa a denominarse «José María y Domingo Gobelli».
En un aviso publicitario de 1938 encontramos que todavía conservaba la denominación de Panadería y Facturería «La Cooperativa» de José M. y Domingo Gobelli. Por esos años comienza una etapa de remodelación edilicia, adquiriendo las características análogas que presenta en la actualidad, sobre todo en la fachada y en el sector de las vidrieras.
Con el correr de los año, Domingo Gobelli, se traslada a la ciudad de Buenos Aires, quedando al frente de la panadería, José María Gobelli, junto a su esposa Rosa Lagreste y sus hijos.
Ya con la denominación definitiva de Panadería y Confitería Gobelli, este comercio se había ganado un lugar de privilegio en la comunidad, incrementando notablemente su nutrida clientela. Su ubicación céntrica, la distingue como un espacio predilecto en la ciudad.
Una página aparte en la historia de esta Panadería merece la figura de doña Rosa L. de Gobelli, quien por espacio de varias décadas estuvo al frente del negocio; especialmente después de la muerte de su esposo. Quienes han tenido la oportunidad de conocerla, han tenido el privilegio de encontrar en ella a una mujer emprendedora, siempre correcta en su proceder y de excelente trato en la atención de los clientes, contaba con 90 años de edad y aún seguía atendiendo el mostrador.

LA PANADERIA MAS ANTIGUA DE LA CIUDAD
La Panadería Gobelli es, en efecto, la más antigua de las existentes en esta ciudad. Hacia finales de la década de 1980, Haydée M. Gobelli de Torrent, hija de José María, sucedió a su madre y a sus hermanos en la empresa. En la actualidad, es su hija Patricia junto a su esposo Daniel Rumi y sus hijos, quienes continúan esta tradición familiar de más de un siglo.
El trabajo honesto y responsable de tantos años, la mirada puesta en la renovación de maquinarias y mobiliarios, la esmerada dedicación en la atención de los clientes y una excelencia en la elaboración de los diferentes productos de planificación y confitería, han convertido a este comercio en uno de los más reconocidos en nuestro medio.
No cabe duda que Patricia y Daniel siguen llevando en alto el buen nombre heredado mayores, quienes sin duda se sentirían orgullosos al ver que, aquella semilla cultivada hace 101 años, aún sigue viva, vigente y convertida en un árbol fecundo.

Fuentes: Revista Mensual de la Cámara de Comercio e Industrial de 9 de Julio (año XII, nº 141, octubre de 2003) // Archivo de Publicaciones Periodísticas del Diario EL 9 DE JULIO // Listas de pasajeros italianos arribados al Puerto de Buenos Aires entre los años 1880-1920 (Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos y la Fundación Agnelli)

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