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sábado, abril 20, 2024

Dos Preceptores, una misma historia de servicio y dedicación docente

DSC02188* Son los dos preceptores residentes de mayor puntaje y antigüedad en la Provincia.
* Pertenecen a la Escuela de Educación Técnica Nº 2, desde el tiempo en que ésta dependía del antiguo Consejo Nacional de Educación Técnica.
* Conocen buena parte de la historia de la Escuela, pues han sido protagonistas de importantes hechos en las últimas tres décadas.
* Jorge Arocas, desde ayer, se ha acogido a los beneficios de la jubilación y Carlos Miraglia se encuentra próximo a ello.
* Dos generaciones de alumnos y sus colegas docentes los estiman y valoran por su don de gente, por ser buenos compañeros y por tener siempre una palabra amena y de estímulo.

Cuando en agosto de 1987 fue trasladada definitivamente la entonces Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 1 (hoy Escuela de Educación Técnica Nº 2) «Mercedes Vázquez de Labbé», al moderno edificio de la avenida Río Uruguay (hoy Tomás Cosentino) y Tucumán, la oficina de la Preceptoría ubicada en el ala frontal del primer piso. Aquel fue el lugar de referencia para los alumnos que desde entonces comenzaron a recorrer el pasillo.
Ingresar a la Preceptoría del establecimiento podía implicar varios motivos, desde hacerlo para buscar un mapa (pues ahí también se encontraba la mapoteca), una tiza o un elemento de geometría para el pizarrón; como así también por otra circunstancia menos grata, recibir una sanción. No obstante, era también un lugar en el cual los alumnos podían recibir un consejo franco y amigo de los preceptores que, en ambos turnos, se encontraban.
Quienes pasaron por las aulas de la Escuela de Educación Técnica difícilmente puedan olvidar la figura de aquellos preceptores: Angel Pardavilla y Felix Torres, ambos fallecidos; Alfredo Poggi, que ya se acogió a los beneficios de la jubilación; Jorge Arocas, quien desde ayer ha ingresado también en el retiro jubilatorio y Carlos Miraglia, próximo a jubilarse.
Efectivamente, ayer, Jorge Arocas, después de 39 años de servicio fue despedido por sus compañeros en la Escuela de Educación Técnica. Luego de una prolongada trayectoria como preceptor, deja este establecimiento del cual es parte de su historia.
En igual sentido, Carlos Miraglia, se encuentra próximo a acogerse también a los beneficios de la jubilación. Ambos, apreciados por los alumnos y por sus compañeros por su calidad humana, por su nobleza y por haber sido siempre personas dispuestas para el buen consejo.

JORGE AROCAS
Jorge Arocas nació en 9 de Julio, el 16 de abril de 1951, en el hogar conformado por Pedro Arocas y Rosa Bornia. Sus estudios los cursó en la Escuela de Enseñanza Profesional, en el Centro de Enseñanza Media para Adultos para luego, años más tarde, cursar la tecnicatura nacional en Construcción, en la entonces Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET).
En 1974, Jorge, ingresó como preceptor en la ENET, hoy Escuela de Educación Técnica Nº 2, en tiempos en que se encontraba al frente de la dirección del profesor Oscar Rubén Bolies y el establecimiento ocupaba el antiguo edificio de la esquina de Santa Fe y La Rioja. En ese entonces, la escuela era todavía joven, apenas habían transcurrido 24 años desde su fundación.
Jorge fue designado preceptor a cargo de la Residencia Estudiantil, también llamada Internado. Si bien la Escuela fue fundada en 1950, el internado o residencia estudiantil abrió sus puertas en 1954, para cubrir la necesidad imperiosa de alojamiento de los estudiantes de las zonas rurales.
Uno de los recuerdo que conserva Jorge en su memoria son los festejos realizado con motivo del 25º aniversario de la fundación de la escuela, en 1975.
«En ese momento -rememora- se había cortado la calle Santa Fe. Habían asistido a los actos las autoridades del entonces Consejo Nacional de Educación Técnica (C.O.N.E.T.), organismo al cual pertenecían las escuelas técnicas de la Nación, había autoridades provinciales y locales».
«Cuando comencé -añade- a trabajar en la Escuela asistían solamente 150 alumnos, de los cuales 60 eran internos y unos 40 eran medio-internos. En ese entonces, de la totalidad de los alumnos que concurrían al establecimiento, la base era la Residencia Estudiantil, a diferencia de lo que sucede en la actualidad, en que el número de los internos es menor. Por aquellos años, en las localidades del interior del partido no existían escuelas secundarias, entonces los padres escogían enviar a sus hijos al internado».
En 1974, año en que Jorge ingresaba a la Escuela como preceptor egresaban la primera promoción de técnicos mecánicos de la Escuela. Como se sabe, entre 1950 y 1971, la Escuela de Educación Técnica solamente contaba con el ciclo básico; es decir, los alumnos egresaban como auxiliares técnicos, debiendo completar la educación secundaria en otra escuela, fuera de la ciudad. Sin embargo, a partir de aquel año, con la implantación del ciclo superior, los estudiantes nuevejulienses pudieron acceder a la totalidad del ciclo escolar secundario.
«Me siento orgulloso de haber pertenecido a la planta de la Escuela de Educación Técnica. En mi caso no me queda más que agradecer, en primer lugar, a los alumnos que pasaron y que asisten a la Escuela; al personal auxiliar, directivos y docentes», manifiesta Jorge.
Por otra parte, Jorge Arocas es un entusiasta deportista. Desde muy joven, hace más de cuarenta años, integra el gimnasio de Néstor Ferrario. Primero lo hizo como pupilo y, más tarde, como colaborador.
Jorge Arocas contrajo matrimonio con Norma Lombardo, y de esa unión nacieron tres hijos: Marcelo Javier, Sergio Martín y Gerardo.
«Cuando cumplí 25 años de permanencia en la inicial Escuela tuve una gran satisfacción. El sistema me dió la posibilidad de tener a mis tres hijos egresados en esta Escuela al mismo tiempo, el primero como Técnico Mecánico, el segundo como Bachiller y el tercero en E.G.B.», comenta Jorge, con especial satisfacción.

CARLOS MIRAGLIA
Carlos Miraglia nació en San Emilio, Partido de General Viamonte, el 1º de febrero de 1953, hijo de José Miraglia y Palmira Pressetti, oriundos de 9 de Julio.
Finalizado sus estudios secundarios los cursó en la Escuela de Educación Técnica de Lincoln, cuando contaba apenas diecisiete años, ingresó a trabajar en la firma «Hilcor» de 9 de Julio.
Ingresó como Preceptor en la Escuela de Educación Técnica en 1984,
Carlos manifiesta «la satisfacción inmensa de pertenecer a esta Escuela, donde siempre se ha trabajado muy bien».
«Me siento -dice- muy feliz de pertenecer a esta casa. La Escuela me ha dado todo, lo más importante, la posibilidad de conocer mucha gente y de tener la satisfacción de encontrar, en diferentes etapas de la vida, a muchos ex alumnos. En este momento tengo la suerte de recibir a muchos hijos de ex-alumnos; más aún, me ha sucedido que, viajando por otras ciudades, he podido encontrar a jóvenes que pasaron por la Escuela».
Tanto Carlos como Jorge tienen la satisfacción de tener entre sus colegas, profesores y maestros de enseñanza práctica, a varios ex-alumnos. Además, en la actualidad, varios de los hijos de esos profesores exalumnos también asisten al establecimiento como alumnos.
«En la Escuela nos tocó vivir toda la transformación educativa, la provincialización y el crecimiento de la misma, que hoy la posiciona entre una de las mejores más reconocidas en la provincia. Los adelantos técnicos que fueron incorporados en los últimos años la ubican en un lugar de privilegio», subraya Carlos.
Carlos Miraglia y Jorge Arocas fueron los primeros preceptores residentes titularizados en la provincia de Buenos Aires. En efecto, cuando las antiguas escuelas técnicas de la Nación fueron provincializadas, en la Dirección General de Escuelas bonaerense no existía la figura del Preceptor Residente.
En consecuencia, cuando este cargo fue creado en la órbita provincial, Jorge y Carlos eran los preceptores con mayor antigüedad. Entonces, no solamente fueron los primeros en ser titularizados, sino también fueron designados abanderado y escolta, respectivamente, por ser los de mayor puntaje dentro de la provincia de Buenos Aires.
Carlos Miraglia está casado con la doctora Adriana Martínez y es padre de un hijo, Ezequiel, quien actualmente cursa estudios universitarios en la ciudad de La Plata.
«Son muchos los sentimientos que despiertan tantos años vividos en esta Escuela», explica Carlos quien, con visible emoción, no duda en destacar los esfuerzos realizado por directivos, profesores y demás integrantes del plantel quienes, conjuntamente con los alumnos, trabajan día a día alcanzando importantes logros.

PALABRAS FINALES
Carlos y Jorge son parte, como lo hicimos, de la rica historia de esta Escuela. Ello fueron protagonistas de los adelantos y del estímulo recibido por la Escuela. En los días de 1985, vivieron la alegría de ver cumplido un viejo anhelo, ver concretada la primera parte del nuevo edificio, con el traslado de los talleres. Dos años después, tuvieron la satisfacción de ver inaugurado de manera plena las nuevas instalaciones.
En las décadas siguientes también conocieron de cerca cada uno de los progresos que tuvo la Escuela, gracias al esfuerzo de una comunidad educativa siempre comprometida.
Jorge Arocas y Carlos Miraglia, como suele decirse, han mantenido puesta la «camiseta» de la Escuela, con especial orgullo. Siempre se han sentido parte de esta gran familia de la Escuela Técnica, cuya fuerte identidad revela el inmenso cariño que guardan por esta casa de estudios que han tenido el honor de pasar por sus aulas.

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