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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Una generación joven, con gran talento

dinesta* Nacido en esta ciudad y proveniente de una familia de artistas, descubrió su vocación en edad temprana.
* Cantante de excepcional talento, ha incursionado también en la ejecución del piano y del violín.
* Ángel Mahler, el prestigioso compositor elogió su voz.
* Ha dirigido el musical “El amor nunca muere” inspirado en Drácula y, ahora, trabaja en una nueva obra.
* A sus condiciones de brillante cantante y músico, y talentoso director, se conjugan las de novel escritor.

Cada vez que nos es dada la posibilidad de entrevistar un joven que se destaca en alguna manifestación del arte o de la ciencia o del mundo del saber, siembre es sobremanera gratificante. Hoy pretendemos acercamos a la vida de alguien que, en 9 de Julio, ha logrado convertirse en un referente indiscutible del canto lírico, aún cuando se trata de una persona todavía muy joven. Lo hacemos, en efecto, en una acotada semblanza biográfica, que por su brevedad periodística no podría agotar la sólida experiencia que el entrevistado ha reunido y la intensidad de una lozana vida que promete un futuro pleno de realizaciones.
Emilio Di Nesta ha logrado posicionarse en un lugar de mérito, como cantante y como director. En una compleja tarea organizativa y de coordinación artística, logró conformar tres espectáculos que el público ha recibido y elogiado con merecida proporción.

Nacido en 9 de Julio el 11 de enero de 1991, en la maternidad de la Clínica Oeste, es hijo de José Horacio Di Nesta y de Ana María Pastor. Su infancia transcurrió en esta ciudad, donde cursó sus estudios primarios en la Escuela Normal Superior y los secundarios en la Escuela de Educación Técnica «Otto Krause».
Mientras cursaba la formación media, Emilio realizaba estudios de música en un conservatorio de la ciudad de Pehuajó, donde tuvo la posibilidad de formarse con destacados maestros, muy reconocidos en la zona. De entre sus formadores en Pehuajó sin duda se destaca, de manera especial, el maestro Daniel Virzi, actual director de la orquesta sinfónica de Trenque Lauquen.

UNA DESPERTAR TEMPRANO A LA MUSICA
Siendo muy niño, Emilio Di Nesta, comenzó a sentir vocación hacia la música. Incluso, solía grabar canciones de repertorio operístico que escuchaba por esos años.
«Cuando fui creciendo -recuerda- tal vez dejé de tener contacto con el género lírico hasta alrededor de los once años. Por esos años ingresé al Coro Infantil ‘ Santa Cecilia’, que por entonces dirigía Ariel Peñalba. Cuando el director me probó la tesitura de voz, que ya estaba desarrollada, me indicó que tenía que estar en un coro de adultos. Entonces, participé de algunos ensayos en el coro de adultos».
Con Peñalba adquirió conocimientos de guitarra y, en algunas clases, también encontraba el momento para cantar.
«En cierta ocasión -añade- le llevé a Ariel una canción que había escuchado, perteneciente a un grupo de heavy metal sinfónico de Finlandia, llamado ‘Nightwish’. Estaba fascinado con ese tema y él me alentó a cantarlo. En ese momento, me puse a cantar la canción y, ahí fue cuando descubrí que podía interpretar el género lírico».
A partir de entonces, Emilio comenzó a estudiar el género de la ópera, lo principales referentes, las grandes obras. En este sentido, siente especial admiración por las óperas de Giacomo Puccini, en particular « La Bohème», su favorita. Otra, por la que siente especial interés es la ópera «Die Walküre» («La valquiria «), la segunda de las cuatro piezas que conforman el notable ciclo de «Der Ring des Nibelungen» («El anillo del nibelungo»).
Entre sus referentes se cuentan a Andrea Bo-ccelli, la soprano británica Sarah Brightman, el tenor Plácido Domingo y, por supuesto, Luciano Pavarotti; en otros géneros, no duda en mencionar a la pianista Marta Argerich y el compositor Ángel Mahler, entre otros.
«En los compositores -comenta- admiro la riqueza que inunda su alma, que le permite poder componer, musicalizar, una obra; además, lo que significa realizar todos los arreglos orquestales. Me sorprende cuando escucho alguna composición y, de fondo, en la opulencia de la orquesta marcando la melodía principal, aparece el sonido de un fagot que realiza otra melodía entrelazada. Eso es notable, admirable».

EL PIANO Y EL VIOLIN
Mientras cursaba sus estudios en el Conservatorio de Pehuajó, Emilio estudió piano y violín. Por vía materna (Pastor), proviene de una familia de músicos; su abuelo y sus tíos abuelos se han destacado en ejecución tanto de la guitarra como del arpa.
«Cuando -agrega- comencé en el Conservatorio no contábamos con tantos profesores que nos enseñaran instrumentos orquestales. Entonces, primero me decidí por el piano, un instrumento que me gusta mucho en su ejecución, para estudiarlo. El violín es un instrumento maravilloso, su sonido, que es indescriptible, siempre me pareció como la voz de una soprano».

COREUTA
En el año 2006 Emilio comenzó a formar parte del Coro Polifónico «Ciudad de 9 de Julio». Una profesora suya, que es coreuta, lo animó a incorporarse a esta formación.
«Al principio, me dio cierta vergüenza concurrir a los ensayos, porque nunca había cantado delante de nadie. Primero, fui a conocer el coro, y me encantó, el sonido de todas las voces y el talento de Raúl Cerdeira, su director. Más adelante, me hicieron la prueba de voz y me incorpore», indica.
En el año 2008 también formó parte del coro organizado por Javier Soaje. Esta vinculación con Javier le permitió acercarse al conocimiento de los musicales, un género en el que Emilio incursionará luego con notable éxito.

UNA HERMOSA EXPERIENCIA
Inmersos ya en la temática de los musicales, a la que había comenzado estudiar con especial dedicación, tuvo la posibilidad de vivir una maravillosa experiencia.
Emilio se sentía atraído por «Drácula, el musical», uno de los musicales argentinos más importantes, escrito y dirigido por José «Pepito» Cibrián Campoy, con música de Ángel Mahler. Por mera casualidad, en el año 2010, leyó en el diario «Clarín» un pequeño aviso que anunciaba la invitación a audicionar para ese musical.
Para el 7 de enero del 2011 se tenía previsto el retorno de «Drácula, el musical», con una nueva versión con un elenco totalmente renovado. Es por ello que los productores, un año antes, convocaron a un casting abierto para protagonizar al Conde, Jonathan Harker, Mina Murray, Lucy y todos los personajes.
«Cuando leí ese aviso decidí participar. Primero envíe un currículum y un audio, que eran requisitos previos. Al poco tiempo me convocaron. Cuando concurrí no solamente me hicieron pruebas de canto sino también de danza. Las audiciones las tomaban los propios autores, Cibrián y Mahler», rememora.
Cuando Ángel Mahler escuchó cantar a Emilio le dijo: «Quedé maravillado con tu voz». Por supuesto, fue admitido luego de la prueba para integrarse al musical; pero algunos compromisos que le surgieron después le impidieron a Emilio poder proseguir.
«En las audiciones -refiere el entrevistado- tuvo la posibilidad de hablar bastante con Pepe Cibrián. Él nos comentaba cómo había surgido este musical, las características de los personajes y de la historia. Me pareció tan pasional que me terminé enamorando todavía más de esta obra. Ellos me permitieron disponer de las partituras, y otros recursos para poder realizarla, más tarde, en esta ciudad».

LA PRESENTACION DE «EL AMOR NUNCA MUERE» EN 9 DE JULIO
Emilio Di Nesta ha demostrado su talento para dirigir no solamente un concierto sino también un musical, en la complejidad de que este género reviste. Después de un intenso trabajo, logró reunir un grupo de cantantes y artistas que participaron de su primer musical realizado en esta ciudad.
El viernes 23 de diciembre de 2011, en el Salón Blanco de la Municipalidad, se presentó la obra musical «El amor nunca muere» dirigida por Emilio Di Nesta, recreando la historia de Drácula. En esa oportunidad lo acompañaron en el elenco María Belén Bianco, Marcela Forte, Julio Regueiro, Aldana Salamone, Fernando Túnez, Lucía Cantero y Juliana Masón.
En marzo de 2012, Emilio volvió a presentar temas de «Drácula», en una Gran Gala de Musicales, presentando también canciones de «Excalibur», «Evita», «El Jorobado de París», «El Fantasma de Canterville» y «El Fantasma de la Opera», entre otros.
En septiembre del mismo año, dirigió el excepcional espectáculo “Música en la noche”, que el público aplaudió con merecido reconocimiento. En esta ocasión Emilio Dinesta fue acompañado por un elenco formado por Juliana Masón, Lucía Cantero, Maricel Acuña, Mariel Neira, Daira Aita, Paula Salazar, Marianela Scuderi y Luz Garabano. La producción estuvo a cargo de Denis González.
En enero de este año y, poco más tarde, a finales del mes de abril, Emilio dirigió otro exitoso evento artístico, de notables proyecciones: Concierto Inesperado. Una vez más, al talento de Emilio se amalgamó el de un elenco de cantantes que conmovieron al auditorio. Maricel Acuña, Marianela Scuderi, Fernando Túnez, Paula Salazar, Natalia Migone, Pablo Rodriguez, Paulina Tello, Lucia Cantero, Juliana Masón, Daira Aita y Gonzalo Di Pierro demostraron que en esta ciudad posible hacer un concierto colectivo de excelente nivel.

LA LITERATURA
Emilio Di Nesta, además de su dimensión como cantante del género lírico, director musical y excepcional intérprete, ha incursionado en la literatura. Además del drama uno de los género que le interesa es el policial, con alguna connotación en el misterio; de ahí que admire al escritor estadounidense Dan Brown.
En la literatura victoriana ha encontrado también una fuente de inspiración; por ejemplo, no deja de admirar a Oscar Wilde y a Abraham «Bram» Stoker, entre otros. En en el género de terror ha leído a Howard Phillips Lovecraft y Edgar Allan Poe
Emilio ha escrito en prosa y en verso, donde ahonda en variadas temáticas, vinculadas con la naturaleza como metáfora y con las emociones humanas, entre otras. Sin dudas, en la estética de sus escritos se revela su condición de brillante músico.

PALABRAS FINALES
Emilio Di Nesta tiene toda las condiciones del artista. Aún tratándose de una persona joven, ya ha reunido una sólida experiencia en el ámbito de la música y del teatro, la que le han permitido dirigir con maestría las presentaciones que ha realizado, en los últimos años, en esta ciudad. Pero, sobre todo, Emilio es un artista que, con la grandeza de quien se sabe seguro de su vocación, no persigue los réditos económicos de ella, sino que busca entregar su arte de una forma generosa y auténtica. En tiempos como los actuales, en que se persigue afanosamente el interés pecuniario en muchas manifestaciones humanas, este mérito de Emilio debe ser reconocido y valorado.
«No pienso -expresa Emilio, en la entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- en un futuro comercial en mi carrera, en el éxito comercial. Obviamente que me gusta mucho que la gente concurra a ver mis conciertos, mis obras; pero no por el lado de lo comercial, sino para que vean la expresión de los artistas, toda la riqueza artística que hay en 9 de Julio».
« Me gusta pensar en seguir creciendo, seguir estudiando y perfeccionándome, siempre con amor, con entrega y con pasión, porque la formación en la música y en el teatro es permanente y jamás termina», concluye.

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