No tiene límites el sentimiento de Alberto Vadillo hacia las comunidades aborígenes del Noroeste. El camionero nuevejuliense les acerca en forma permanente recorriendo miles de kilómetros, distintos elementos para paliar sus necesidades que son donados por vecinos.
Revista «Viva» (de Clarín) del pasado domingo 16 destaca la misión de «un camionero con corazón de oro que no mira para otro lado.
«Solidario se nace» destaca el título de «Viva» resaltando el compromiso social de Alberto Vadillo, quien recorre el Noroeste del país con su camión y ayuda a pueblos olvidados.
En distintos párrafos la nota hace mención a un simple camionero de 9 de Julio que se convertirá en una bendición, casi un milagro, para muchos argentinos, en un barrio de Salta.
Llegó hasta ese lugar por Silvia, una de sus hijas, voluntaria en una fundación de Lomas de Zamora. Alberto no participa de la fundación, sólo transporta las cosas.
Vive tranquilo en 9 de Julio. Tiene todo lo que puede aspirar: mujer, tres hijos, una casa, un trabajo al que le alcanza para vivir.
Conoce el país como la palma de su mano. Dio la vuelta a la Argentina como 25 veces. Sabe de cada punto, cada rincón, cada geografía. Vio todo. Belleza y pobreza.
Narra en la extensa nota de cinco páginas cuando se le apareció un niño entre tantos, con una mirada particular que lo marcó y le hizo movilizar, aquella señal como un grito de ayuda.
«Fue ahí que empecé con todo esto» explicó Vadillo.
Desde aquel día decidió empezar a organizar sus propias colectas para los más necesitados del Noroeste Argentino.
Comenzó con cosas chiquitas entre sus vecinos de 9 de Julio y así creó Ayuda Aborigen. Hoy, después de más de 14 años ya se extendió a distintos puntos del país: Rosario, Córdoba, La Pampa.
En este último viaje al Chaco lleva 24 mil kilómetros en ropa, alimentos, medicamentos y hasta lleva, también, materiales para instalar un pozo de agua en una escuelita rural.
En cada viaje a Alberto lo acompaña un contingente de voluntarios que se pagan el pasaje de su bolsillo. Se suman a Ayuda Aborigen: amas de casa, estudiantes, profesionales, jubilados, ocupados y desocupados que vienen de distintos puntos del país, recorriendo más de 1.300 kilómetros, durmiendo a la intemperie durante tres días.
Alberto recibe el llamado de muchos lugares para llevar donaciones y reconoce que no puede con todos. Asimismo aclaró que se negó a recibir subsidios o ayuda de los gobiernos porque los políticos se acercan para las fotos.
«Viva» destaca la sensibilidad de Alberto que cuando se va, sigue pensando en la gente que dejó atrás. El grito «vuelvan» que reciben en cada pueblo es el que lo moviliza al próximo viaje.
ABANDERADO
Reconocimiento a su vocación
Alberto Luis Vadillo vive en 9 de Julio, provincia de Buenos Aires. Tiene 69 años. Está casado y tiene tres hijos (María Laura, Silvia Alicia y Oscar) y dos nietos (Enzo y Agustina).
Fue camionero toda su vida y tiene un comercio de frutas y verduras. Creó Ayuda Aborigen y desde hace más de 14 años recorre el país trasladando donaciones para los pueblos rurales del Noroeste.
En el 2011, Alberto fue distinguido con el segundo puesto del Premio Abanderados, de la Argentina Solidaria que organiza El Trece. La abanderada de ese año fue Leila Abdala, quien trabaja por la inclusión de personas con discapacidades en San Miguel de Tucumán. Este año fue distinguido Javier Ureta.
