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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

El festejo de los cumpleaños y el corte de las calles

En los últimos cuatro o cinco años se viene tomando por frecuente realizar los festejos de los cumpleaños en la vereda de los domicilios.

Particularmente, esta modalidad se ha arraigado entre los adolescentes quienes se reunen a celebrar el cumpleaños de su amigo o compañero de escuela en el domicilio; pero, la singularidad, respecto a lo que se acostumbraba en otros tiempos, es hacer el festejo en la vereda y, en algunos casos, también utilizando la calle.

Se suelen colocar equipos de sonido en la vereda y los chicos permanecen allí, en una animada fiesta. La cuestión que ha llamado la atención de los vecinos es cuando, para realizar esta fiesta, se interrumpe el tránsito, para que los chicos ocupen también la calle.
El festejo de un cumpleaños es siempre motivo de alegría y nada obsta para que los chicos celebren esa feliz circunstancia; pero, cabe reflexionar si para ello es necesario interrumpir el tránsito de la calle.
En otro tiempo, entre los adolescentes, bastaba con encontrar un espacio en el interior de la casa para organizar una divertida fiesta. Hoy, al parecer, ello no alcanza y se necesita interrumpir el tránsito. Al menos, así lo han entendido algunos vecinos que se acercaron a esta redacción presentando su inquietud.
En torno a este tema existe, en efecto, otra cuestión: la de la higiene posterior al festejo. Algunos vecinos notan que, como parte del contexto del cumpleaños, los chicos ensucian con pintura, sin más, no solamente la vereda del festejado sino también las aledañas. Y, tras la celebración, las pintadas quedan… Y, ciertamente, después no es fácil quitarla del concreto o del mosaico.
Cuando se utilizan las denominadas «mezclas», para arrojar sobre el cumpleañero, en algunos casos quedan los desechos esparcidos en las veredas vecinas. Quienes conocen el contenido de esta sustancia saben que no es para nada grato limpiarla.
Los vecinos que, como se dijo, han traído estas observaciones a nuestra mesa de labor no están, en absoluto, en desacuerdo con que los chicos festejen, se diviertan y, para ellos, elijan la forma y los modos que deseen; pero, es importante hacer primar, en estos casos, el mejor criterio. Ante ello, puede ser oportuno preguntarse: para festejar un cumpleaños, ¿es menester interrumpir el tránsito de la calle?, ¿se necesita pintar la vereda y, en el impulso, mandarle también algunas pinceladas al vecino?.
La cortesanía, la atención y el buen modo conforman la denominada «urbanidad», un concepto que parece estar cayendo cada vez más en el olvido. Sin embargo, la demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto y afecto que tiene alguien hacia otra persona debería seguir presente en la sociedad. Sería bueno recordar estas nociones aún en las ocasiones más banales, como la organización de una fiesta de cumpleaños.

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