En la tarde de ayer se produjo el fallecimiento de una niña de diez años, Oriana Abigail Appella, por causas que aún no han sido establecidas. La pequeña ingresó a las 16:30 horas en la guardia de Pediatría el Hospital «Julio de Vedia» y, a las pocas horas, pese al intenso trabajo realizado por los profesionales de salud que la asistieron, falleció.
En diálogo con EL 9 DE JULIO, el doctor Victor Obredor, responsable de la Guardia pediátrica de ayer, explicó que «la niña ingresó en compañía de familiares, presentando un dolor en el cuello».
«Al auscultarle -añadió- el aparato respiratorio, pude constatar que no entraba aire, es decir, en ambos campos pulmonares existía una dificultad respiratoria aguda. Como además estaba con una taquicardia, un soplo cardíaco muy descompensado, consulté de inmediato con el médico de la Unidad de Terapia Intensiva, doctor Jorge Tinetti, y se le efectuaron un electrocardiográma, saturación; pues saturaba mal solamente un 60 por ciento, cuando lo normal es de 97. También se le efectuó una radiografía de tórax, encontrándose que ambos campos pulmonares se encontraban totalmente tomados, con un infiltración difusa».
Dadas las circunstancias del caso se resolvió su internación en Terapia Intensiva de pediatría. «Sin pérdida de tiempo me puse en contacto con el Hospital Regional de Junín para su traslado y, efectivamente, para alrededor de las 18:30 horas, estaba todo listo para trasladarla. Aún cuando se tenía la ambulancia lista, con el doctor Choy como médico de traslado, la niña comenzó a experimentar mayor dificultad y a hacerse más más complejo su caso», refirió el doctor Obredor. En consecuencia, se la debió dejar internada en la UTI del Hospital, donde generó un paro cardiorespiratorio.
«Se le hicieron todos los trabajos de reanimación y masajes cardíacos, pero los mismos fueron infructuosos, puesto que después de unos cuarenta minutos se produjo su fallecimiento», indicó el profesional.
Aún resta determinar, a través de una muestra de sangre tomada, la causa del virus o germen causante de la muerte de esta pequeña. Para ello se aguarda la llegada de los resultados respectivos en las próximas 72 horas. Asimismo, se tomaron muestras para efectuar los estudios correspondientes que permitan descartar que se trate de un cuadro de hantavirus.
DOLOR SIN NOMBRE
La pequeña Oriana Abigail Appella era hija de una familia nuevejuliense, conformada por Ariel Appella y María de los Angeles Modini. Además tenía una hermanita de 4 años, Catalina. Este terrible desenlace ha producido una profunda consternación entre sus familiares y amistades, como así también en la comunidad toda, que se ve embargada en la pena de perder una vida a tan temprana edad.
La pérdida de una hija constituye un dolor sin nombre, frente al cual se borran todas las palabras de consuelo que puedan expresar. Solamente un padre que ha perdido un hijo puede comprender lo que significa este inexplicable e incomprensible designio. No obstante, desde estas páginas, llegue a sus padres las mayores muestras de afecto y las condolencias más expresivas.
DOLOR EN LA COMUNIDAD DE LA ESCUELA Nº 4
Oriana cursaba sus estudios en quinto grado turno tarde de la Escuela Nº 4. Como consecuencia de su fallecimiento, la Comunidad Educativa, sus compañeritos y maestros se han visto sumidos en el dolor y en señal de duelo hoy no se han dictado clases en ese Establecimiento.
Los restos de Oriana, fueron inhumados esta mañana en el cementerio local.
