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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

La riqueza de un hobbie apacionante: la Filatelia

* Es nuevejuliense, aunque buena parte de su vida vivió fuera de esta ciudad, en diferentes ciudades de la Provincia de Buenos Aires y en el exterior.
* Filatelista desde hace casi seis décadas, es un conocedor de los secretos de este arte de coleccionar sellos postales.
* Posee una de las colecciones filatélicas más interesantes en 9 de Julio.
* Multifacético, laboralmente se ha desempeña en diferentes rubros, desde la organización de espectáculos bailables hasta funebrería.
* Persona sumamente cordial, ofrece generosamente sus conocimientos acerca de la Filetelia, de la cual es, además, un decidido promotor entre familires y amistades.

Ciertamente, para la predilección del cronista, existen determinadas notas periodísticas que sería deseable no concluir, por la riqueza y amplitud de interrogantes que la misma despierta. Precisamente, el encuentro mantenido con Ricardo Horacio Tejeiro, más conocido por el apodo de «Richar», filatelista, es una de esas. Sus amplios conocimientos acerca de esta disciplina, que no constituye solamente un hobbie, por el amplísimo alcance que la misma reviste, dejan al interlocutor con el deseo de continuar aprendiendo sobre la riqueza cultural que una la colección de sellos postales ofrece.
En el lugar que «Richar» tiene destinado para su «hobby» abundan todos los elementos necesarios para el trabajo: Desde varias lupas, elementos esenciales para ver los pequeños detalles de los sellos; dispositivos para para medir el dentado de los sellos; catálogos, que contienen la información técnica como el dentado, la tirada, tipo de impresión y el papel; pinzas, que evitan manipular los sellos con las manos, sin dañarlos ni marcarlos; clasificadores de todo tipo con sus bandas transparentes que sirven para colocar y ordenarlos.Todo está dispuesto sobre su mesa de trabajo o en bibliotecas, con un estricto órden (con rótulos claros y números de clasificación), una condición indispensable para el buen filatelista.
«Richar» es, sin dudas, uno de los filatelistas nuevejulienses más dedicados a la temática y con una de las colecciones más completas en su tipo.
Nacido en la ciudad de 9 de Julio, en el hogar formado por Manuel Tejeiro y Ofelia Amor. Su padre, un conocido enfermero, es una figura recordada entre quienes se iniciaron, décadas atrás, en el box; pues fue un permanente promotor de este deporte en 9 de Julio.

SUS ESTUDIOS EN 9 DE JULIO
Contaba apenas cuatro años cuando, Richar, aprendió a leer, en la escuelita particular que tenían las hermanas De la Plaza, en la calle La Rioja entre Corrientes y Entre Rios (hoy Arturo Frondizi), por donde pasó toda una generación de alumnos.
Según comenta Richar, fue su tío Federico Barroso quien influyó notablemente en su formación, pues si bien tempranamente leía de forma corriente, él le enseñó a hacerlo de una manera criteriosa, analizando aquello que leía.
Sus estudios primarios los cursó en el Colegio Jesús Sacramentado, pasó por el Colegio Cavallari y, posteriormente, prosiguió la formación secundaria en la Escuela Nacional de Comercio, en la antigua sede de la avenida San Martín y Libertad.

EN OTRAS CIUDADES Y EN EL EXTERIOR
Cuando se encontraba cursando tercer año ingresó en la Escuela de Guerra de la Armada, en la cual permaneció dos años.
Radicado primeramente en La Plata, se incorporó al Frigorífico Swift. Por ese tiempo vivió en esa ciudad y en Berisso. Como se sabe, Berisso es conocida como la Capital Provincial del Inmigrante, en virtud de que fue el punto en que se afincaron muchos extranjeros, provenientes de las más variadas regiones del mundo. Este hecho contribuyó para que Richar, a partir de su relación con familiares y vecinos, pueda enriquecer su colección filatélica; puesto que esas personas -polacos, ucranianos, rusos, entre otros- recibían correspondencia de sus países de origen.
Años más tarde, Richar se incorporó en el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Su primer destino fue la sucursal de San Fernando, pero su trayectoria en la entidad lo llevó por diferentes destinos, entre los que cabe mencionar, Olivos, Pehuajó, Carlos Casares y La Plata.
Encontrándose en la ciudad de La Plata con el cargo de cajero principal, en 1974 fue nombrado Tesorero de la sucursal San Clemente del Tuyú. Por aquel entonces, trasladarse a San Clemente era una verdadera odisea.
Porteriormente, Richar prosiguió en otros rubros laborales. Durante más de dos décadas, en Carlos Casares estuvo dedicado a la organización de espectáculos e incursionó en el rubro de librería y bazar.
En la República Dominicana trabajó en una agencia de viajes y turismo y, de regreso a 9 de Julio, se incorporó al área de funebrería, primero en Casa Luna y, más tarde, en la Cooperativa Eléctrica.
Richar, además de su pasión por la filatelia, también siente una especial fascinación por la música, y especialmente por el jazz.

HABLEMOS DE FILATELIA Y COLECCIONISMO
Richar Tejeiro accedió amablemente a dialogar sobre los aspectos relacionados con la filatelia. Lo hace con el convencimiento de atraer a los jóvenes, o a personas de otras edades, a este apasionante hobby, que ofrecen múltiples alternativas para el acceso al conocimiento, al mundo artístico, a la historia, a la geografía y a otras dimensiones del saber humano.
De ese intercambio mantenido con Richar, hemos de extractar los interesante concepto que trasmitió, a partir de su rica experiencia.

– Comencemos por definir, Richar, ¿qué significa para usted coleccionar?.
– En primer término, hay que recordar que la palabra Colección, proviene del latín Collectio, y hace referencia al conjunto de cosas, por lo general, de una misma clase. El coleccionista, coleccionador o colector, como dice llamarse, es la persona que conforma una determinada colección. Es un hecho fehacientemente comprobado que, en la mayoría de los hombres y mujeres, existe un gran afán coleccionista innato.
Todos, siendo niño, hemos coleccionado bolitas, figuritas, estampas, postales, etiquetas y otras baratijas cuya posesión, aunque ahora nos parezca mentira, nos llenaba de orgullo y satisfacción. Pasábamos horas observándolas y les dábamos mil vueltas, mostrando las con aire de superioridad a nuestros amigos, considerando que no había cosa más valiosa e importante como aquellos pequeños tesoros, que por nada del mundo hubiéramos cambiado.

– Ahora bien, adentrándolos en el tema, ¿qué es la Filatelia?.
– Bien. Para conocer el significado de esta palabra, tenemos que descomponerla en otros dos términos de origen griego, que son «phill» y «atelia». El primero es un substantivo abstracto que significa una cosa y que tiene los siguientes significados: amor, afección, inclinación, propensión, disposición, inteligencia, conocimiento, pericia o saber, estos tres últimos en sentido amplio. «Atelia» es un adjetivo que quiere decir «libre de pago de tasas», de hecho, torpes, impuestos, etc. de acuerdo con esta conclusión, puede definirse la Filatelia como la afección, simpatía, tendencia, propensión y disposición por los sellos postales; generalizando diríamos que es el conocimiento y la pericia en el manejo de los mismos.

– ¿Qué nos depara esta actividad?.
– La Filatelia como toda inclinación a coleccionar tiene importancia en la formación de quienes somos sus adeptos; pues, a través de ella, adquirimos conocimientos de las ciencias, las artes, lenguas y nos abre un camino inmenso de relaciones sociales para con todos los países del mundo.

– ¿Cuándo y cómo se inicia su vocación por la Filatelia?
– puedo referirlo con exactitud, pues para un cumpleaños tuve la suerte de que mi tío, Federico Barroso, me obsequiara mi primer álbum de sellos, conjuntamente con unos sobrecitos de papel de arroz conteniendo, cada uno de ellos, series de varios países. Con el 29 de octubre de 1953 cuando inicié mi colección a los nueve años.
A partir de entonces comenzó la encarnizada búsqueda de sellos postales. Me guardaban los sobres franquiciados entre otros comercios, Tapicería Barroso, Félix Apráiz, Imprenta el Tribuno, Juan Silva y Corralón Darino, entre otros. Los familiares y los vecinos hacían también su aporte; además, cuando disponía de algún dinero adquiría en los bazares y librería que por aquellos tiempos comercializaban elementos para filatelia, Bazar «El Siglo», Bazar «Colón», Bazar «Florida» y, más tarde, Mingo Giannossi, en «Aconcagua».
En aquellos años, en varias revistas y diarios había secciones de filatelia. En ellas aparecían listados de direcciones para canjes; los había a nivel nacional y mundial. Rememoro, entre otros, a «Mecánica Popular», « Selecciones», los diarios «La Prensa» y « La Nación» y la revista «Hobbies».

– ¿Qué tipo de colección lleva a cabo?.
– Como prioridad y principal me interesan los sellos de Argentina y Alemania Oriental. Esta última con mucho esmero, pues con el tiempo pude llegar a tenerla completa por el hecho de que su correo emitió sellos entre 1949 y 1990, período en que se la denominó como República Democrática Alemana hasta la unificación, con la caída del muro de Berlín. También, y para mantener continuidad, hago algo de colección temática, entre otras, sobre árboles, flores, fruto, fauna, trenes, aviones, barcos, automóviles y pintores del mundo.

– ¿Podría darnos algunos detalles históricos sobre el tema?
– La Filatelia es un ex histórico difícil de precisar en pocas palabras. Como detalle principal a tener en cuenta debemos analizar que para coleccionar sellos debemos contar con ellos y retrotraernos en el tiempo para conocer, entre otros aspectos, quién y cuándo crea el sistema de correos por estampillas, lo que ocurre a partir del 6 de octubre de 1840, en que por decisión de las cámaras británicas, la administración postal inglesa establece el uso obligatorio de los sellos postales adhesivos como certificación del pago previo del porte o canon postal.
La denominación de la afición de coleccionar sellos postales se debe a un gran coleccionista francés, quien lo impone a través de un artículo publicado el 15 de noviembre de 1864 en la revista «Le collectioneur de timbres-Poste». La Real Academia Española la admitió en su diccionario recién el 23 de febrero de 1922 y la define como el arte que trata del conocimiento de los sellos.
El inventor del primer sello postal del mundo fue Sir Rowland Hill, en el año 1840, y después de varias vicisitudes vio la luz en Inglaterra con el nombre de «Black Penny», es decir, penique negro. A partir de 1843 comienzan diversos países a tomar la innovación inglesa, para con el nuevo sistema de correos. Desde entonces han sido muchas las personas que se sintieron atraídas por esos maravillosos trocitos de papel de mil colores, entre otros el doctor John Gray, a quien se le considera el primer filatelista del mundo; Franklin Delano Roosevelt, posiblemente el más popular reconocido, por haber sido el presidente de los Estados Unidos y Jorge V de Inglaterra. Estos hombres lograron reunir unas colecciones complejísimas y de incalculable valor.

SU FAMILIA
La familia de Richar se compone por su esposa Cecilia Mosca, a quien está unido desde el año 1989. De su primer matrimonio, tiene dos hijos, Verónica, de profesión médica, actualmente radicada en la ciudad de La Plata, quien le ha dado tres nietos y Santiago, quien se encuentra afincado en Carlos Casares pero trabaja en 9 de Julio, del cual tiene otros dos nietos.
Por parte de la familia de Cecilia tiene otros dos nietos.

PALABRAS FINALES
La Filatelia ofrece, como se dijo, a quien decide embarcarse en su mágico viaje un campo singular de acceso al conocimiento. Hoy, con casi sesenta años como filatelista, Richar Tejeiro es un ejemplo por su dedicación y esmero.
Un sello postal puede ser un disparador interesante para acceder al saber en diferentes campos. Richar sabe de ello y por ello, con entusiasmo lo recomienda, para los niños y jóvenes, como un hobbie atractivo y enriquecedor.

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