En la mañana de hoy, en el noticiero de Cablevisión, el doctor Marcelo Carta, quien se refirió acerca de una compleja situación, por la cual debió atravesar en ocasión de la enfermedad sufrida por su madre. Esta entrevista televisiva ha repercutido hondamente en la comunidad, como también la Solicitada que, días atrás, publicara el mismo profesional en estas páginas.
Un común denominador aparece en ambas, la entrevista televisiva y la Solicitada, tienen que ver con la situación que atraviesa hoy la medicina en 9 de Julio.
No es novedad que muchos pacientes, aquellos que cuentan con recursos para hacerlo, prefieren buscar la atención en los centros de salud de ciudades vecinas o de los grandes centros urbanos. ¿A qué se debe ello? El doctor Carta, en sus criteriosas reflexiones, ha dado la clave de ello: a la falta de recursos tecnológicos, cuestión por todos conocida, se suma una que, quizá, puede ser la m{as preocupante: la falta de una formación y actualización continua por parte de algunos médicos.
La medicina es una ciencia que, día a día, se va enriqueciendo con nuevos conocimiento. El aporte científico es incesante y siempre existen alternativas terapéuticas para afrontar las diferentes patologías; pero, ¿cómo traer todo ello a la comunidad de 9 de Julio? Indudablemente, es necesaria la capacitación, el estudio permanente y, sobre todo, la apertura para ser conscientes de los propios límites y saber derivar a tiempo aquellos casos cuyo tratamiento no puede brindarse en esta ciudad.
En el hecho narrado por el doctor Carta aparece la figura de un médico nuevejuliense, que atendió a su madre, afectada por una enfermedad terminal, de una manera poco profesional. Eso causa una preocupación en la sociedad que, con justa razón se pregunta: ¿en qué manos estamos, en términos de medicina?.
Sería injusto poner a todos los médicos en el mismo grupo, bajo esta misma proyección. Por el contrario, hay médicos nuevejulienses que realizan una encomiable tarea de asistencia a sus pacientes, con un fuerte conciencia de compromiso con su profesión; pero también existen otros, los otros, aquellos que atienden el consultorio y los casos pensando en la manera más conveniente para obtener un rédito pecuniario. Ese estilo de medicina es el que preocupa a los nuevejulienses.
Es de esperar que, la repercución que han tenido las palabras del doctor Carta inviten a la reflexión para comenzar a generar cambios. Los nuevejulienses merecen una medicina de primer nivel pero, sobre todo, una medicina que se rija, al menos, por la moral y la ética.
