Desde hace bastante tiempo se ha venido insistiendo, desde estas páginas, acerca de la importancia que tiene para la comunidad de 9 de Julio la instalación de un servicio de transporte público de pasajeros local, urbano. Ciertamente, a pesar de las inquietudes planteadas por muchos vecinos, aún es una cuestión pendiente del Gobierno Municipal.
Hace más de cuatro décadas atrás, cuando la extensión de la ciudad era bastante menos, existía un servicio de colectivo con dos recorridos; sin embargo, hoy, cuando la población ha ocupado barrios periféricos, la mayoría de los cuales aún no cuentan con el asfalto, no se dispone de este servicio.
Una extraña obcecación parece haber tomado por asalto al Gobierno municipal actual que, en apariencia, no observaría (o no desea hacerlo) esta necesidad social de muchas familias nuevejulienses. Los días de lluvia o del más crudo invierno, cuando quienes no disponen de un vehículo deben dirigirse a su trabajo, o llevar a sus hijos al colegio, experimentan esta carencia.
En cierta oportunidad, algunos vecinos analizaron la constitución de una cooperativa de transporte, que iniciara las gestiones con el objetivo de contar con un transporte público urbano; pero el apoyo de las autoridades municipales fue bastante exiguo.
Muchas veces, las autoridades municipales suelen tomar decisiones “detrás de un escritorio”. Y, en efecto, desde ese lugar la perspectiva de la realidad se ve sesgada y distor- sionada; o bien, no se alcanza a tener una total dimensión de lo que, en verdad, acontece. Quizá con este tema ocurre algo similar, poco pueden importar al funcionario que llega a su despacho en un automóvil las necesidades de quien todos los días debe sufrir el frío o soportar la lluvia.
La instalación de un servicio de ómnibus urbanos no va en desmedro de los remises; por el contrario, contribuiría a jerarquizarlos; poniéndolos en una situación de equidad.
En estos días en que hay carencia de combustible afecta a no pocas personas, un servicio de colectivo vendría a subsanar muchos inconvenientes; pues, con mucho menor consumo y a un precio más accesible se podría trasladar a los vecinos, sobre todo a quienes viven lejos del centro.
Sería importante y loable, en beneficio de la comunidad, que las autoridades comunales tomen cartas en este asunto.
