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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Un mes después del pedido de los padres, ¿cambió para bien la salida de los adolescentes?

En el mes de abril se realizaron reuniones, en base a las preocupaciones de un grupo de padres, ante la problemática de la nocturnidad de 9 de Julio. Concretamente la organización de fiestas privadas en quintas y el consumo de alcohol aparecía como un factor de riesgo en aumento.

Se realizaron una serie de reuniones en el Salón de las Américas de la Municipalidad con la participación de padres de adolescentes y el secretario de Seguridad, arquitecto Walter Fons.
Allí expresaron su preocupación sobre la marcada tendencia de los adolescentes de buscar lugares no habilitados para realizar fiestas, en las cuales participan un número importante de chicos. En ese momento se planteó que se estaba poniendo en riesgo la integridad física y la seguridad de muchos adolescentes que participan de las mismas.
«Todas las quintas, sin excepción, violan todas las medidas y normativas de seguridad; porque los encuentros se realizan al aire libre, sin que exista la seguridad necesaria en las instalaciones eléctricas», aseguró en aquella ocasión el Secretario de Seguridad Walter Fons.

UN MES DESPUES
La situación no es la misma con respecto a lo que ocurría hasta hace un mes atrás, en relación a los hábitos de diversión de los nuevejulienses.
De acuerdo a versiones, los jóvenes no dejaron de hacer fiestas privadas, una modalidad que se impone en estos tiempos. Lo que ocurre es que empezaron a organizarse encuentros bailables en salones de los cuales se desconoce si cuentan con habilitación para ese tipo de reuniones.
Desde hace décadas que los jóvenes, especialmente en edad del colegio secundario, tienen momentos para compartir entre compañeros de colegios y grupos de amigos; como así también acostumbran a compartir de espacios más abiertos y con gente de otras edades..
El interrogante que surge es si esos salones son más seguros que las confiterías bailables, a las que están concurriendo en menor medida actualmente. Tampoco se sabe si en esos lugares existe control sobre el consumo de alcohol.
Más que prohibir a los jóvenes se trata de brindarles seguridad o acompañarlos en los caminos más seguros, sobre todo en estos tiempos difíciles. Es por eso que lo ideal sería que permanezcan en lugares habilitados, con cobertura de seguro correspondiente y todos los requisitos necesarios.
Lo ideal sería que no pasen mucho tiempo en la calle y que se brinde seguridad de que los encuentros se realicen en sitios acordes a las exigencias.

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