



Con una muy buena participación se llevó a cabo la 46º edición de la Peregrinación de la Diócesis de 9 de Julio rumbo al Monasterio Benedictino de Los Toldos. Los peregrinos partieron el sábado 8 minutos después de las 21 horas hasta el amanecer del domingo 9 de noviembre de este año jubilar 2025.
Adultos, jóvenes y adolescentes de distintas comunidades de la diócesis de Santo Domingo de 9 de Julio, peregrinaron hasta la abadía benedictina “Santa María de Los Toldos” donde se venera la imagen de la “Virgen Negra” traída por los primeros monjes provenientes de Suiza.
Partieron al finalizar la misa vespertina en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima de Nueve de Julio presidida por monseñor Ariel Torrado Mosconi y concelebrada por los sacerdotes de la Catedral. El lema “Con María caminamos en la esperanza” coincide siempre con el de la peregrinación a pie a Luján, ya que está de la diócesis surgió como un modo de estar en comunión con aquella. Hasta hace alrededor de diez años, se llevaban a cabo en la misma fecha.
El Obispo diocesano celebró la misa de envío de l en el santuario de Fátima el sábado por la tarde. En la homilía, comentando los textos bíblicos de la fiesta de la dedicación de la basílica de san Juan de Letrán, afirmó: “Esta fiesta nos recuerda que somos un pueblo, una familia, una comunidad de peregrinos hacia la casa del cielo, la patria celestial, la Jerusalén del cielo que es nuestra madre, figura de la Iglesia. Mientras tanto vamos andando por esta vida entre luces y sombras, penas y alegrías. Y lo hacemos de la mano, acompañados, por María la Virgen Madre quien es modelo e intercesora, en la cual podemos confiar y dejarnos llevar esperanzados hacia esa meta tan ansiada”.
Al amanecer del domingo, el Pastor diocesano celebró la eucaristía del término de la caminata en el monasterio benedictino. En la homilía de esta concelebración de la cual tomaron parte varios sacerdotes de la diócesis, así como de la comunidad monástica, monseñor Ariel sostuvo: “La celebración de hoy nos recuerda que somos Iglesia, es decir: casa, familia, comunidad, pueblo de peregrinos que, unidos en la fe, la esperanza y el amor marchamos por esta vida camino al hogar definitivo de cielo. No andamos errantes y dispersos en la oscuridad y la desesperanza. María nos alienta, sostiene y guía con su fidelidad al Evangelio de su Hijo y con su poderosa intercesión a la que siempre nos confiamos, sintiéndonos hijos pequeños y necesitados, con vocación de vivir y caminar en unidad”.
Junto a los peregrinos de Los Toldos y 9 de Julio participaron grupos o personas que caminaron por su cuenta provenientes de Trenque Lauquen, Carlos Casares, Lincoln, Gral. O´Brien, French, América. Significativa fue la presencia de varias religiosas, de jóvenes pertenecientes a grupos parroquiales y adultos de varios movimientos eclesiales, así como la de los seminaristas que animaron las dos columnas durante la noche y se encargaron de las celebraciones litúrgicas.


