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Nueve de Julio
viernes, marzo 29, 2024

Un héroe que vive en el recuerdo de los nuevejulienses

* Nacido en esta ciudad, debió marchar, en calidad de conscripto para el Servicio Militar Obligatorio, al frente de batalla cuando se produjo la Guerra de Malvinas.
* Incorporado a la Armada Argentina fue destinado al crucero “General Belgrano”.
* Fue uno de los 323 muertos durante el hundimiento del “General Belgrano”.
* Una calle de 9 de Julio lleva su nombre y, año a año, se le recuerda en la comunidad.

Durante muchas décadas los argentinos observaban a los héroes de la historia nacional, aquellos que había participado de las gestas patricias, con una perspectiva de distancia, muchas veces hasta despojados de su condición humana. La historiografía tradicional decimonónica y de comienzos del siglo XX, había creado héroes “de bronce”, a quienes se los colocaba en columnas ebúrneas, elevados en un plano que los distanciaba del resto de los mortales. Pero un hecho de la historia reciente cambió la manera de comprender el heroísmo: la Guerra de Malvinas.
Miles de soldados, a partir de ese conflicto bélico, se convirtieron en héroes de nuestra nación. En efecto, hoy los veteranos de la Guerra de Malvinas son nuestros héroes contemporáneos.
Así como tenemos el privilegio de contar con muchos sobrevivientes de aquella terrible contienda, lamentamos la muerte de 649 argentinos. Entre ese número de caídos en Malvinas se cuenta a un nuevejuliense, Néstor Luján Francisquez, cuyo recuerdo se mantiene vivo en la comunidad.
Había nacido en 9 de Julio el 26 de abril de 1962, en el hogar formado por sus padres, Roberto Aníbal Francisquez y Adela Tapia. Su infancia y adolescencia transcurrieron en el barrio de Alsina entre Chacabuco y Heredia.
Sus estudios primarios los había cursado en la Escuela No 50, de Villa Diamantina. A poco que finalizar sus estudios se encontraba trabajando en la estación de servicio de Guazzaroni- Grecco, que se encontraba ubicada en la avenida Mitre y San Juan.

EXCELENTE DEPORTISTA
Néstor fue un excelente deportista. Había ingresado oficialmente en la Liga Nuevejuliense de Fútbol el 25 de marzo de 1975, inscribiéndose para el Club Atlético «El Fortín», teniendo el número de registro 5571. Más tarde pasó al Club «Once Tibres», donde alternó en diversas categorías, demostrando sus buenas cualidades como deportista.
Por otra parte también se había sentido atraído por el boxeo, pudiendo entrenarse junto a Néstor Ferrario.

LA GUERRA DE MALVINAS
Néstor Francisquez se encontraba realizando el Servicio Militar en la Armada Argentina al momento de desatarse el conflicto con Inglaterra, la Guerra de Malvinas.
Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur, que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, se desarrolló a partir del 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas.
Eduardo Salgado, también veterano de guerra de Malvinas y tripulante del crucero “General Belgrano”, en diálogo con EL 9 DE JULIO recordaba que solían viajar juntos, en ocasiones de disponer de un franco o licencia, solían viajar con Néstor a 9 de Julio. Por otra parte, siendo ambos tripulantes del “General Belgrano”, solían reunirse para compartir momentos de amistad.

EL HUNDIMIENTO DEL “GENERAL BELGRANO”
Al estallar la Guerra, el Crucero A.R.A. “General Belgrano” era un objetivo militar atacable por las fuerzas británicas; no así por su ubicación, finalidad o utilización, ya que el buque argentino se encontraba ubicado a 91 millas del continente, de regreso a su base, con la única finalidad de alejarse de la flota británica luego de que fuera abortada la estrategia naval argentina de envolver a la flota enemiga, cuando ésta se replegara en alta mar luego del ataque de la Fuerza Aérea Argentina del 1° de mayo.
El crucero “General Belgrano” fue torpedeado el 2 de mayo de 1982 con 1093 tripulantes a bordo. En el naufragio murieron 323 hombres y sobrevivieron 770.
El “General Belgrano” fue el primer barco hundido durante una guerra por un submarino nuclear de ataque.
Al momento de su hundimiento, el barco argentino, se encontraba fuera de la zona de exclusión militar declarada unilateralmente por Gran Bretaña.
Al momento de producirse al ataque, Néstor se encontraba de guardia en el sector de artillería, uno de los cuales sufrieron los primeros impactos.
Un texto elaborado por su sobreviviente del “General Belgrano” recuerda que, a las 16:01 horas, “los artilleros (entre quienes se encontraba el nuevejuliense) que tomaron la guardia 33 probaron sus mecanismos y la torre II ya estaba buscando blancos en el horizonte”.
“Fue en ese momento –añade- cuando el buque se sacudió violentamente. Una poderosa explosión, seguida del cese inmediato de energía e iluminación paralizó a los 1093 tripulantes. Y cuando parecía que el buque se elevaba por el aire, se produjo una segunda explosión proveniente de proa, cuyas consecuencias se vieron claramente desde el puente de comando, cuando al caer la gran columna de agua, hierros y maderas, se descubrió la falta de 15 metros de buque”.
En un tiempo relativamente breve el crucero se hundió.

LA LLEGADA DE LOS SOBREVIVIENTES DEL BELGRANO Y LA INCERTIDUMBRE
El lunes 10 de mayo se daba a conocer la noticia de que los soldados Eduardo Salgado y Edgardo Gastambide, vecinos de esta ciudad, quienes formaban parte de la tripulación del «General Belgrano» habían sido rescatados y trasladados a Puerto Belgrano. Se les había dado goce de licencia y habían regresado a 9 de Julio con dos días de licencia.
Nada se sabía hasta entonces de Néstor. Sus compañeros nuevejulienese, Salgado y Gastambide, apenas arribaron a Puerto Belgrano, buscaron infructuosamente a Francisquez entre los sobrevivientes al naufragio.
La familia y los amigos, ante la falta de noticias oficiales acerca del paradero de Néstor vivieron momento de angustia e incertidumbre. En ese sentido, el Diario «El 9 de Julio», del 20 de mayo de 1982 explica que «Pedro Grecco, junto a un hermano del soldado desaparecido, cuando se inquietaron por la falta de comunicación viajaron a Bahía Blanca en procura de noticias”.
“De esto hacía varios días. Iban dos angustias unidas, la de la familia y la del señor Grecco que lo tuvo a su lado hasta antes de incorporarse a la Marina y lo siente como propio hijo. El mismo pesar se advierte en la esquina de San Juan y Mitre, tanto en la sección nafta, en el quiosco allí existente, como otros sectores, nos expresan la hondura con que caló el dolor», concluye el artículo de prensa.

LA NOTICIA DE SU FALLECIMIENTO
El miércoles 19 de mayo, «la llegada de un suboficial de la Armada Argentina al hogar de Alsina entre Heredia y Chacabuco, trayendo su mensaje de luto, creó la certeza de su desaparición».
El texto del comunicado indicaba que «el nombre del malogrado joven no figura entre los rescatados y que, por lo tanto, existe presunción de su fallecimiento».
En la nota periodística publicada en esa ocasión se daba cuenta que el Diario «EL 9 DE JULIO», «en compañía de Pedro Grecco, del lavadero de coches Plini, donde el joven trabajó y se había ganado su cariño profundo, estuvo en el hogar del desaparecido soldado conscripto expresándole su solidaridad».
Al momento de producirse la tragedia el hogar de la familia Francisquez que componía de once hermanos, de cuyos varones el menor era Néstor.

LOS PRIMEROS HOMENAJES: UNA CALLE DE 9 DE JULIO CON SU NOMBRE
El lunes 4 de abril de 1983, en ocasión del primer aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas, tuvo lugar en el cementerio de 9 de Julio uno de los primeros homenajes en memoria de este querido héroe nuevejuliense. En la pirámide que se encuentra cerca del peristilo de la necrópolis local fue colocada una placa como reconocimiento de la comunidad. Asimismo, el intendente de turno entregó a su padre las condecoraciones dispuestas.
Un año más tarde, en marzo de 1984, se constituyó una comisión Pro Homenaje al Soldado Francisquez, la cual se reunía en un salón del edificio de la Escuela de Educación Técnica No. 2, ubicado en la avenida Río Uruguay (hoy Tomás Cosentino) y Tucumán, que aún se encontraba en construcción. A partir de entonces y a instancias de la Sociedad de Fomento del Barrio Parque «Julio de Vedia» y con la adhesión de la Municipalidad de 9 de Julio, surgió la iniciativa de construir un monolito en memoria de Néstor y de imponer su nombre a una calle de esta ciudad.
En la mañana del domingo 10 de junio de 1984 tuvo lugar, en el barrio ATEPAM la inauguración del monolito y la imposición oficial del nombre de Soldado Francisquez a la calle que se inicia en Tomás Cosentino y corre paralela a Cardenal Pironio y Tucumán.
A partir de entonces, cada año, se le rinde un homenaje a su memoria, manteniendo vivo su legado.

PALABRAS FINALES
Néstor Francisquez fue un adolescente en cuyo corazón rebosaba la bondad y al alegría. No pocas veces se lo veía ingresando a la iglesia, poniendo de manifiesto su profunda fe.
«En cada lugar donde alguien habló de Néstor Jesús, se refirió a su limpia bondad, a su nobleza, a su responsabilidad notoria», afirmaba con justicia «El 9 de Julio», en su edición del 20 de mayo de 1982.
La vida de Néstor fue breve; pero su heroísmo lo instaló para siempre en el recuerdo y la gratitud de los nuevejulienses. Por ello, aproximándonos a un nuevo aniversario de la Guerra de Malvina, vaya un homenaje especial hacia este soldado que ofrendó su vida por la patria.

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