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miércoles, octubre 16, 2024

Celebración por el 25° aniversario de la Consagración Episcopal de Monseñor Elizalde

Ayer tuvo lugar, en esta ciudad, la celebración del 25° aniversario de la Consagración Episcopal de monseñor Martín de Elizalde, actualmente Obispo Emérito de la Diócesis de 9 de Julio. Una Misa celebrada en la Iglesia Catedral y un servicio de lunch servido en el Centro «Cardenal Pironio» configuraron un merecido homenaje a monseñor Elizalde.

Además de los miembros del clero y del Obispo diocesano, monseñor Ariel Torrado Mosconi, participaron de la celebración los fieles de la comunidad y familiares del Obispo Emérito.

BIOGRAFIA

Monseñor Martín de Elizalde nació en Buenos Aires el 23 de octubre de 1940, en el hogar formado por Martín de Elizalde y Llobet López (1913-1987) e Inés Berisso Goldaracena (1916-2011), quienes contrajeron matrimonio en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en la ciudad de Buenos Aires, en abril de 1939. El mayor de cinco hermanos, desciende por vía paterna del doctor Rufino de Elizalde, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores y amigo personal del general Mitre.

Monseñor de Elizalde ingresó a la vida con- templativa en el Monasterio Benedictino de Los Toldos, donde realizó su primera profesión religiosa el 11 de febrero de 1961, y su profesión solemne hacia finales de 1964.

Su formación académica la realizó, primero, en el renombrado Ateneo “San Anselmo” de Roma, donde obtuvo una licenciatura en Filosofía y en la Universidad Católica de Chile, donde se licenció en Teología.

Ordenado sacerdote el 9 de enero de 1971 en la Abadía de Santa Escolástica de Victoria, por monseñor Antonio Quarracino, por entonces obispo de Avellaneda.

“Ordenado sacerdote –recordaba monseñor Elizalde en cierta oportunidad- por el después cardenal Antonio Quarracino, que fue el segundo obispo de Nueve de Julio, conservo un imborrable recuerdo de su afectuosa paternidad y de la amistad con que me honró hasta su muerte. La figura espiritual del cardenal Eduardo Pironio, nacido aquí, es una referencia que enriquece la historia de esta comunidad y es un signo de los dones con que Dios la ha distinguido”.

A poco de haber sido ordenado sacerdote para la Orden de San Benito, fue nombrado prior de la Abadía de San Benito.

La Abadía de San Benito es un monasterio benedictino cercano a la ciudad de Luján. Fue fundado en 1914 por la Abadía de Santo Domingo de Silos, y estuvo en la ciudad de Buenos Aires hasta 1973. Luego se trasladó a su actual ubicación, en la vecindad del pueblo de Jáuregui, diócesis de Mercedes-Luján, formando parte de la Congregación Benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur.

El 9 de febrero de 1983, luego de designado Abad de ese monasterio, recibió la bendición abacial de manos del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Juan Carlos Aramburu.
Como miembro de la Conferencia Episcopal Argentina, en la actualidad integra la Comisión de Vida Consagrada y, con antelación, también fue miembro de la Comisión de Liturgia.

Asimismo, integró la Comisión “ad hoc” para el Misal argentino, presidida por el obispo Alfonso Delgado, que trabajó en la traducción del Misal Romano que aprobada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, como “edición típica” para la Argentina.

A poco de ser ordenado sacerdote, también se incorporó al recientemente creado Secretariado de Ecumenismo como el primero de sus secretarios, cargo en el que luego alternó con monseñor Osvaldo D. Santagada. Monseñor de Elizalde debía a su formación monástica el interés por trabajar por la unidad de los cristianos, ya que en los años anteriores del Concilio y obviamente, también después, los monasterios fueron activos en el «ora et labora» por el ecumenismo. La actuación de monseñor de Elizalde fue fundacional, sentando las bases para mucho de lo que después se iría realizando.
Cuando fue elegido abad de San Benito, abadía que trasladó del barrio de Belgrano a las cercanías de Luján, dejó de tener parte activa en el Secretariado, pero quedó vinculado a él, debiéndose a una iniciativa suya la constitución del grupo de diálogo luterano-católico, que se inició precisamente con una celebración en la iglesia abacial del Santo Cristo.

Además de su labor pastoral, monseñor Elizalde, halló tiempo para realizar estudios teológicos e históricos, los cuales revelan notable erudición y una brillante disciplina en la labor intelectual. De ello dan testimonio sus tempranas publicaciones en la revista “Studia Monastica”, de la Abadía de Mont serrat, de investigación sobre el monarquismo, entre 1965 y 1968; o mejor aún sus artículos en la revista “Cuadernos Monásticos”.

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