Jorge Luengo empezó su carrera en la fotografía desde abajo, con humildad y muchas ganas de aprender, dispuesto a crecer día a día. Fue así como a lo largo de los años no desaprovechó las oportunidades que se le presentaron. Estuvo el miércoles en la Ciudad y a través del Estilista Roberto Vernucci visitó la redacción de «EL 9 DE JULIO» donde contó sus inicios, la llegada a los medios nacionales y su presente cargado de proyectos.
SU VIDA
El primer acercamiento de Jorge Luengo a la fotografía fue a los 13 años. En aquel entonces compró una cámara «Pentax», con dinero que juntó ayudando a su tío en tareas de albañilería cuando el estudio se lo permitía.
Empezó sacándole fotos a sus hermanos, familiarizándose con aquella cámara. Estudiaba en el Instituto Modelo, y en un laboratorio ubicado al lado el dueño le dio clases para que aprenda a manejar el tema de la luz.
A los 15 se transformó en el fotógrafo del barrio. «Hacía los bautismos en la Iglesia, hacía el izamiento de la bandera, sacaba fotos de cumpleños y casamientos», recordó Jorge, entusiasmado por su madre quién quería «que le saque fotos a todos».
A los 17 años emprendió su camino hacia Buenos Aires, en la búsqueda de su destino. «Fue una partida con dolor, pero a veces necesaria para la propia familia» así expresó Luengo el momento de sensaciones encontradas.
En su llegada a Capital, en el barrio de Colegiales el «Negro» Luengo empezó a trabajar en un supermercado para ganarse el pan porque no tenía dónde vivir.
En aquel entonces nació su hijo, quien le dio las energías.
«El negrito nació a cinco cuadras de Ideas del Sur que no existía. Marcelo hace su productora ahí y hoy pasamos cuando vamos a laburar a Ideas, por una calesita donde anduvo por primera vez».
GENTE
Entró a trabajar en Revista «Gente» por una casualidad. Hubo un hecho que lo marcó y le permitió dedicarse a lo que él tanto había esperado: ser un fotógrafo profesional.
Vivía en Ciudad Oculta, «en un rancho que no tenía nada». En un momento dado se robaron un bebé en el barrio y se armó un lío nacional.
Bernardo Neustadt en «Tiempo Nuevo» daba una recompensa para dar con la hija de la mujer. La persona que robó la nena se suicidó y fue así como Gladys Morel recuperó su bebé.
Aquel día el «Negro» Luengo empezó a sacar fotos en aquella historia del barrio, metido entre los fotógrafos de los medios.
Jorge Luengo, por consejo de Jorge Aloy, presentó su material documental en Revista «Gente» y empezó con sus fotos diferentes cuando la pequeña hija pasó a ser protagonista.
Trabajó diez años en «Gente» y fue así como conoció a Marcelo haciéndole un seguimiento en sus vacaciones de Punta del Este.
Se ganó la confianza de Tinelli a partir de situaciones que recreó Luengo en su cobertura y fue así como el conductor lo convocó a trabajar con él. Hace más de once años que trabaja con Tinelli.
TINELLI
Jorge Luengo es admirador Nº 1 de Marcelo Tinelli desde los primeros años de Show Match y años más tarde iba a formar parte de su trabajo. Hoy no es sólo fotógrafo personal de Marcelo Tinelli e Ideas del Sur, sino que forma parte del equipo de la Producción uno de los mayores éxitos de la televisión argentina.
De Tinelli destacó Luengo, además de su profesionalismo, que «es una de las personas más nobles del país. Es muy solidario y ayuda a muchas personas. Tiene una Fundación que da de comer de 800 a 1.000 chicos por día en Cáritas Laferrere. Es un orgullo trabajar con una persona tan exitosa y querida».
«Marcelo entra a la casa de toda la Argentina, no tiene competencia» sostuvo Luengo destacando, al mismo tiempo, el equilibrio del conductor: «esta ubicado en su lugar de poder, y tiene las decisiones justas», afirma Luengo.
VERNUCCI
El reconocido Estilista Roberto Vernucci está vinculado al medio televisivo y allí conoció a Marcelo Tinelli y a Jorge Luengo, entre otras personas. Luengo hizo un trabajo fotográfico en Patricios, a pedido de Roberto para su hija Lucía.
Vernucci siguió los consejos de Luengo en 2008 cuando le dio la brillante idea de hacer el desfile de Carlos Paz, en un momento en que Punta del Este y Mar del Plata ya estaban instaladas. En la ciudad cordobesa, con muchas figuras en el verano, aún no existía un evento similar. Es así que hoy el 5º Mega Desfile de Vernucci es un éxito.
A su vez, Roberto Vernucci es un agradecido de Ideas del Sur que les abrió sus puertas.
MARADONA
Desde 1994 que Jorge Luengo fotografía a Diego Armando Maradona y tiene una amistad con él. Estuvo en Dubai, antes del fallecimiento de su madre.y en Cuba en su encuentro con Fidel Castro.
Actualmente está editando un libro con imágenes de Maradona, «con lo que yo quiero contar», aclara Luengo. «La RAI y La Gazzetta Dello Sport me recibieron, vieron el material y quedaron sorprendidos en esas situaciones fotográficas que yo le pude hacer», expresó.
Se trata de una obra inédita reflejando los aspectos de Maradona en la intimidad, expresando sus sentimientos con un seguimiento realizado por el fotógrafo.
LUENGO
«Es lindo hoy donde estoy y las cosas que logré, pero es muy triste dejar tu familia, tus hermanos y tus viejos. El desarraigo es terrible», reconoció.
Para lograr que sus trabajos sean reconocidos Jorge Luengo no sólo se vale de sus conocimientos como fotógrafo. Su personalidad de especial sensibilidad es la que le permitió llegar a personalidades como Tinelli y Maradona, con quienes tiene una relación de amistad y laboral más estrecha. Además ha fotografiado a personalidades de la talla como García Márquez, por citar uno de los ejemplos más concretos.
Luengo se caracterizó por querer reflejar en sus trabajos a los protagonistas de distintos hechos desde su óptica, cuidando y respetando la intimidad de las personas y eso, de la mano de su talento, fue lo que llevó muy lejos.
Forma parte de una camada de fotógrafos que comenzó su actividad cuando las cámaras digitales aún estaban lejos de aparecer. Pero ese es sólo un aspecto. Es una persona con mucho conocimiento de la vida y de distintas situaciones que se pueden presentar en diversos ámbitos.
No era casualidad que los editores de los medios gráficos lo elegían a él para cubrir aquellos casos especiales, que aparecían como complicados, difíciles, casi imposibles. Fue así como Luengo empezó a abrir puertas y sigue haciéndolo, registrando imágenes que perduran a lo largo de los años.
