Por segundo año consecutivo volvió a 9 de Julio un grupo de jóvenes estudiantes del nivel secundario del Colegio Marianista San Agustín de la ciudad de Buenos Aires para hacer su aporte en la obra de construcción del salón de la Capilla San Cayetano ubicada en el Barrio Diamantina de 9 de Julio.
La visita se programó desde el 2 al día 10 de febrero. Algunos jóvenes se abocaron a la tarea del zanjeo para la obra de cloacas, otros se dedicaron al revoque del Salón de Usos Múltiples que se destinará a apoyar las actividades de la capilla, dictado de catequesis, talleres, reuniones de las comisiones y aprovechar el espacio de manera de no estar únicamente dentro de la Capilla. La obra incluye dos baños y una cocina pequeña.
Se trata de un aporte solidario de los adolescentes, acompañados por adultos, que representa un ejemplo a seguir. Los recursos materiales son aportados por la Fundación Misión Marianista, como así también con lo recaudado por el Grupo de la Capilla.
En representación del Grupo de Trabajo de la Capilla San Cayetano Ana Sanso señaló que con la llegada de la delegación de Buenos Aires se puede darle un impulso para la continuidad de la obra.
Aclaró Sanso que durante el año desde aquí «hemos logrado hacer muy poco con la obra, por que fue un año difícil por distintos motivos. Estuvimos quietos y este año vamos a estar a full, para avanzar cada vez más».
Destacó Sanso la intensa labor especialmente en el zanjeo de las cloacas, que resultó muy importante porque «es muy costoso si tuviéramos que contratarlo; gracias a ellos vamos a tener el tema de las cloacas resuelto».
La Arq. Juliana Belloqui, coordinadora del grupo de alumnos del Colegio San Agustín de Buenos Aires explicó que los alumnos pertenecen a 5º año del secundario y se sumaron cuatro ex alumnos que participaron en 2011 de la obra (25 chicos con la compañía de adultos). Como les gustó, volvieron a venir.
«La idea de este proyecto surgió porque en el Colegio les presentamos muchas posibilidades de contacto con otras cosas diferentes a lo que ellos hacen habitualmente. En 4º y 5 año se les invita a colaborar con obras en construcción», sostuvo Belloqui.
La Arquitecta señaló que se hace una planificación del trabajo en relación a lo que provee la Fundación Marianista que apoya muchos proyectos como el «Servir», una actividad optativa en la que se suman los chicos que quieren hacerlo.
«Esto les hace muy bien a los chicos. Empiezan temerosos y van ganando confianza día a día y cuando terminan aprenden y se van contentos porque hacen una obra para los demás», agregó Belloqui.
«El Salón está quedando muy lindo» explicó la Arq. Belloqui conforme con la labor de los chicos y la ayuda de profesionales que enseñan y orientan. Este año es el último para la delegación de Buenos Aires. Existe el deseo de colaborar con una próxima etapa en la colocación del techo, aunque no está confirmado. Después la comunidad de la Capilla definirá aspectos de la parte final.
En nombre del Colegio San Agustín de 9 de Julio, Beatriz Telesca agradeció profundamente por la obra de servicio del Colegio Marianista de Buenos Aires, destacando el trabajo bajo un calor agobiante: «era conmovedor verlos con la energía y ganas que lo hacían. No tiene precio lo que hicieron y agradecemos a la Fundación Marianista el aporte, sino no hubiese sido posible». La idea es habilitar el espacio para el Día de San Cayetano.
Lucas Fernández ex alumno vino el año pasado y se quedó entusiasmado con el proyecto. Explicó que se siente muy a gusto. Señaló que en la excavación de pozos bajo el sol, los integrantes del grupo se fueron dando ánimo, haciendo más ameno el momento. «Disfrutamos al ver el resultado de lo que hicimos y nos da mas ganas de ayudar».
A modo de mensaje sostuvo Lucas que «algunos ven al servicio como algo fuera de moda, pero los que estamos acá somos chicos que salimos en Capital y nos gusta divertirnos. Tenemos nuestra propia vida, pero queremos venir a ayudar. Todo se aprende y cada uno puede aportar lo suyo».
Pilar, una de las chicas del grupo se refirió a la solidaridad que se pone de manifiesto y se aprecia desde el reparto de tareas: «uno hace una cosa y otros hacen otras tareas, todos nos ayudamos entre nosotros para ayudar a otros. Nos divertimos trabajando, cantando o bailando y esperamos que les sirva».
