spot_img
spot_img
18.3 C
Nueve de Julio
viernes, marzo 29, 2024

Buzones, ya quedan pocos

Si se recorren calles de la ciudad de 9 de Julio y se consulta a una persona memoriosa, se notará que, en muchas esquinas, fueron desapareciendo los legendarios buzones de correo. Algunos amurados a la pared y otros, los más conocidos, buzones pilares, fueron deteriorándose con el tiempo y desaparecían de la postal urbana.

Sin embargo, en otro tiempo, prestaron un notable servicio a la comunicación.
En la era de la revolución tecnológica, donde internet, correos electrónicos y telefonía celular son los pilares de la comunicación, en que todo llega a destino en apenas unos segundos, el buzón parece haber pasado a la historia.
Hacia el año 1865 aparecen en la Argentina los primeros buzones pilares, que son el antecedente del buzón rojo de las esquinas porteñas. Estos tenían más de 3 pies de alto y una ornamentación recargada en su exterior. En su frente tenían la leyenda “cartas” y el escudo nacional.
Los buzones pilares siempre fueron rojos, pero hubo épocas en que los pintaron en otros colores. Desde su aparición por el 1900 hasta principios de la década del ´70 fueron rojos. Luego en la década del setenta los pintaron de amarillo y negro, cuando nace ENCoTel (Empresa Nacional de Correos y Telégrafos). A principio de los ochenta la empresa cambia a ENCOTESA (Empresa Nacional de Correos y Telégrafos SA) y los buzones los pintan en azul y amarillo.
En la década del ´90 y con la privatización de la empresa, Correo Argentino, los buzones quedaron del mismo color. Pero ante el reclamo de los clientes la empresa los repintó en el color original: rojo. Dicho color perdura hasta nuestros días con la vuelta de la empresa al estado nacional y con el nombre de Correo Argentino de la República Argentina (CORASA).
Los tiempos cambian, en la actualidad si se le pregunta a los jóvenes por el buzón van a asociarlo con el buzón de voz de los celulares, si esta misma pregunta se la realiza a una persona de cuarenta años en adelante reflexionará y quizás se acuerde del buzón que probablemente este en la esquina de su casa.
Es cierto que la comunicación pasa por otro lado, pero no por eso dejemos de reivindicar al buzón como parte esencial del patrimonio urbano.
Fue sumamente importante como medio de comunicación para toda una ciudad que se forjó con inmigrantes, donde enviar cartas a sus familiares y amigos de su país de origen, era tan cotiadiano como hoy enviar un e-mail.

Más noticias