Ya se encuentran en 9 de Julio, en la sucursal local de ABSA, las máquinas, de última tecnología, que se utilizarán en la planta de ósmosis inversa que se construye en el lugar.
Al respecto, en diálogo con EL 9 DE JULIO, Miguel Disipio, jefe de la sucursal de ABSA en 9 de Julio, comentó que “esta importante obra está avanzada en un setenta por ciento”.
De acuerdo a lo indicado por el entrevistado, “además de ser una planta de ósmosis inversa, se ha incorporado una ensache tadora, que va a permitir que el producto, aparte de tenerlo a granel, se lo pueda tener envasado”.
“Los usuarios –añadió- van a poder obtener el agua proveniente de la planta de ósmosis inversa también a través de canillas, que van a reemplazar las cisternas que actualmente se encuentran colocadas en el frente de esta sucursal, y las cuales estarán instaladas convenientemente con salida a la calle, en el lugar donde ya se ha construido una batea contene- dora de derrames del líquido”.
Disipio recordó que “el sistema de ósmosis inversa funciona a partir de la captación de agua cruda para tratar, en un contenedor que pasa al sistema de ósmosis propiamente dicho, la cual le quita todo los minerales existentes”.
En efecto, según señaló, “desde la planta de ósmosis pasa por filtros de carbón activado, para luego devolverle la cantidad de minerales necesarios que requiere el organismo humano”.
La planta de ósmosis inversa tendrá la capacidad de elaborar hasta 2000 litros de agua por hora. Asimismo, la ensacheta- dora podrá envasar agua en sachés de un litro y de un litro y medio.
Además, en la planta funcionará una envasadora.
