Por todos conocido es el peligro que reviste la circulación por la avenida Almirante Brown durante el mediodía o en las denominadas “horas pico”. Automóviles diferentes portes, bicicletas y motos convergen en ambas direcciones, colmando ampliamente la capacidad que esa arteria posee. Quienes circulan en moto o en bicicleta se encuentran más expuestos a sufrir un accidente.
En cierta oportunidad, previendo esta situación, como una alternativa, se decidió la construcción de una ciclovía o bicisenda paralela a la aludida avenida. Con el tiempo y por la falta de mantenimiento la ciclovía fue desapareciendo, tanto así que en la actualidad, los pocos tramos que quedan se encuentran en estado ruinoso.
En otras palabras, puede decirse que el estado de las ciclovía es tal que, quien se apreste a circular por dicha se arriesga a sufrir un potencial trastorno. Ni qué hablar, si se pretende transitar por ella durante la noche.
Una ciclovía o bicisen- da mantenida en buenas condiciones en ese lugar, habría cumplido una función significativa, puesto que las bicicletas podrían haber circulado cómodamente por ella evitando hacerlo por la avenida. Hoy la ciclovía, en las condiciones en que se encuentra, no sirve como carril de circulación de bicicletas ni para un pasaje peatonal
