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Nueve de Julio
jueves, abril 18, 2024

Una infancia feliz y una juventud llena de recuerdos…

Doctor Ricardo Casal.
Doctor Ricardo Casal.

* Actualmente se despeña como Ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
* Oriundo de La Plata, siendo niño se radicó con su familia en Dudignac.
* 9 de Julio y Dudignac están guardados en su corazón, en sintonía con los “los mejores recuerdos de una infancia feliz, una adolescencia en estado de ebullición permanente  y una riqueza invalorable de bondad y solidaridad de todos”.
* Frecuentó la música y el deporte, cosechando muchos amigos que recuerdan los momentos compartidos”.

La infancia y la adolescencia constituyen, en la vida de toda persona, una de las etapas más importantes. En ellas se depositan en la memoria los recuerdos más entrañables, las experiencias y vivencias más ricas, y las enseñanzas más puras.
No es extraño pues que, durante la infancia y la adolescencia, se desarrollen los rasgos sustanciales de la personalidad y, en ese sentido, tampoco deja de ser natural que todo hombre o mujer se sienta siempre predispuesto a hechar una mirada retrospectiva sobre esas hermosas épocas.
El Diario EL 9 DE JULIO, por medio de una entrevista, invitó al actual Ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Doctor Ricardo Casal a realizar ese emotivo ejercicio de recorrer su infancia y su adolescencia, transcurridas en la localidad de Dudignac y en la ciudad de 9 de Julio. Con absoluta generosidad, el entrevistado recorrió aquellos años juveniles, que él mismo define como “una infancia feliz, una adolescencia en estado de ebullición permanente  y una riqueza invalorable de bondad y solidaridad”.
Ricardo Casal nació en la ciudad de La Plata, el 25 de mayo de 1955. Su padres Jose Antonio y Zulema Franco pertenecían a familias platenses; su abuelo paterno se había desempeñado como concejal y su bisabuelo materno había ocupado una banca como Diputado provincial.
De soltero, su padre viajaba mucho a Dudignac donde tenía muchos amigos y parientes. Por ello, en torno al año 1958, cuando Ricardo era apenas un niño, su familia decidió radicarse en esa localidad.
Sus estudios primarios los cursó en la escuela de Dudignac, destacándose siempre por su aplicación al estudio.
“Tuve –recuerda el Doctor Ricardo Casal- la infancia más feliz que un niño puede desear. El sentimiento más fuerte que aún retengo era la sensación de libertad, ya sea para los juegos y diversión en el verano. En casa había pileta donde concurrían los amigos de mi hermano y los míos, era una fiesta cada día”.

9 DE JULIO Y EL COLEGIO MARIANISTA “SAN AGUSTIN”
Cuando contaba apenas diez años, Ricardo Casal se mudó a 9 de Julio, para proseguir sus estudios en el Colegio Marianista “San Agustín”. Por entonces, su padre, de profesión abogado, tenía un estudio en esta ciudad, en la esquina de Tucumán y Libertad.
Por una relación de amistad que existía con la Familia Lozano, Ricardo se hospedó en su casa. De ahí que, los hermanos Raúl y Horacio Lozano, cuya madre acogió al pequeño estudiante, lo recuerden con afecto.
Por entonces, el Colegio “San Agustín” se encontraba, en su mayoría, al frente de los religiosos marianistas.
“El San Agustín, tenía una excelente calidad educativa, con doble jornada obligatoria y la enseñanza de arte, música, ciencias e idiomas”, refiere Casal.
Al mencionar a los marianistas de esa época, no dudó en citar a Fuentes, Vidal Ochoa, Juan Baustista Atucha, Fernando Bringas Trueba, Lorenzo Aspe y Enrique Barbudo, entre otros. El referente, por entonces, era Manrique, porque además era el entrenador del equipo de fútbol.
Ricardo Casal egresó del Colegio Marianista “San Agustín” en 1972. Entre sus compañeros de promoción se encuentran, Alicia Clerico, Hugo Merlo, Teresita Castro, los mellisos Saralegui, Rius, Martinez y Piedrita Ferrari.
“De mis compañeros me acuerdo de todos. En diciembre de 2007, hicimos una cena por los 35 años de egresados”, comenta.

LA MUSICA
Desde muy niño, Ricardo Casal sintió fascinación por la música.
“El piano –añade- fue siempre mi dedicación. Otilia Rainieri era mi profesora y junto a las mellizas Verde, llegamos a tocar conciertos en el Salón Blanco a seis manos”.
En Dudignac también integró un cuarteto musical, que aún es recordado no solamente por muchos vecinos de esa comunidad, sino también de 9 de Julio.
“La adolescencia rebelde se corporeizó en la banda llamada ‘Mente Turbia’. Nos divertimos mucho. Como un dato de color histórico, cabe recordar que fuimos teloneros de ‘Los Iracundos’ en su apogeo y de ‘Alma y Vida’”, explica.
“Mente turbia” que estuvo compuesto, además, por Laura Errasquin en bajo; Miguel Ángel Burzaca en guitarra y voz y Miguel Longarini en percusión. En este conjunto, Ricardo tocaba el órgano.
“Aclaro que la música fue quien me dejó, pues ella (la música) advirtió mi  manifiesta falta de talento”, confiesa, esbozando una sonrisa.

EL DEPORTE: FUTBOL, BASQUET Y PELOTA A PALETA
En su paso por 9 de Julio, Ricardo Casal dejó un recuerdo entre muchos como destacado deportista. Por un lado, formó parte del equipo del Club Deportivo San Agustín y en la Liga Nuevejuliense Fútbol jugando hasta 1978 también en el Club Atlético Dudignac.
También practicó el Básquet en el Club Atlético “9 de Julio” y pelota a paleta.
Casal guarda un especial recuerdo del director técnico de la Selección Juvenil de Fútbol, Oscar Carranza, a quien define como “el entrenador que más sabía de fútbol”.
“Carranza –evoca Casal- era sodero y tenía la particularidad de remover ruidosamente las monedas del bolsillo del pantalón permanentemente”.
A la sazón, Casal ya era simpatizante del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata.
“Mi hermano Pepe, fue quien me hizo hincha de Gimnasia, y es una debilidad. He seguido sus campañas exitosas de casi campeón y ahora sigo no tan de cerca su lucha en la B. En Dudignac éramos solo dos, mi hermano y yo, en 9 de julio no había ni un sólo hincha”, revela sonrientemente.

LAS SALIDAS
Al ser consultado acerca de las salidas juveniles de su tiempo, Ricardo Casal, en su diálogo con EL 9 DE JULIO, comenta que “cuando no tocaba con la banda, uno de los destinos elegidos solía ser ‘Wana’, de la calle La Rioja entre Robbio y Libertad; también íbamos a Carlos Casares y a Dudignac”.
“En esa época –agrega- no había una ‘Semana del Estudiante’, solamente se festejaba el día 21 de septiembre, con pic-nic, deportes y ‘asaltos’ por la noche”.
“Una aclaración para los jóvenes… Los asaltos los hacíamos en los garajes de las casas de nuestros amigos con bebidas y comidas a la canasta”, acota.

“CON RICARDO NOS CONOCEMOS DE PIBES EN DUDIGNAC”
Miguel Angel Longarini (“Waly”) compartió con Ricardo Casal gran parte de los años que vivió en estas comunidades, compartiendo no solamente una relación de amistad y compañerismo, sino también el gusto por la música.
“Con Ricardo Casal –asevera “Waly”- nos conocemos de pibes en Dudignac, siendo compañeros en la escuela primaria primero y luego en la adolescencia. Aunque Ricardo había continuado los estudios secundarios en 9 de Julio (Colegio San Agustín), los fines de semana siempre seguimos andando juntos. Hay cantidades de momentos que vivimos en todas las etapas que guardan importancia en afecto y vivencias”.
Para Longarini, “la casa de la familia Casal era hermosa y abierta a los compañeros y amigos”.
“Desde muy chico, pude frecuentar a su papá y mamá y hermano mayor compartiendo desayunos, almuerzos y meriendas; especialidades que hacía la señora Zulema, madre de Ricardo. La casa de los Casal tenía una pileta de natación (había dos en el pueblo), así que es de imaginar lo que significaba en verano para todos los que no teníamos esa posibilidad. Ahí siempre fuimos muy bien recibidos por su familia. Existían dos grupos de jóvenes, los amigos de su hermano Pepe (mayor) y nosotros los más chicos. Desde luego que la pasábamos muy bien”, concluye “Waly” Longarini en su hermosa evocación de aquellos años felices.

“SIEMPRE LE VI UN PERFIL DE LÍDER
EL 9 DE JULIO tuvo la posibilidad de recoger otro interesante testimonio acerca de la infancia y adolescencia de Ricardo Casal en 9 de Julio. Claudio Ferrari compartió sus estudios secundarios, las aulas de “San Agustín” e integró su barra de amigos, compinches con los cuales vivenciaba un sin números de aventuras juveniles.
Para Claudio Ferrari, “en esa época Ricardo era una persona muy frontal, que siempre decía lo que sentía, discutía aquello en que consideraba que tenía razón. Por ahí había veces en que no tenía razón, pero discutía igual”
“A Ricardo lo llamábamos ‘Pechucho’, que era el pseudónimo que tenía. A veces se lo abreviábamos y le decíamos ‘Pechu’”, rememora Ferrari, quien reconoce que “era de tomar mucho protagonismo en todas las cosas que realizaba”.
“Siempre –agrega- le vi un perfil de líder, siempre que se hacía algo él estaba en la organización. Nunca en un papel secundario”.
En el mismo sentido, Ferrari lo caracteriza como “una persona inteligente, agradable, muy divertido, honesto y temperamental”.
“Me daba –continúa- la impresión que era una persona más grande para su edad, que poseía una mayor madurez. Quizá eso se deba a que su papá había fallecido cuando era chico y vivía, en Dudignac, con su madre y un hermano mayor”.
Además de Carlos, integraban esa barra de amigos y compañeros de estudios, Hugo Merlo, “El Gordo” Martínez, Luis Agratti, “El Ruso” Cereijo, Carlitos Mondelli, Carlitos Saralegui

“ALEGRE, ENTUSIASTA, OCURRENTE Y DIVERTIDO”
Teresita Castro de Durán no solamente fue condiscípula de Ricardo Casal en las aulas del colegio secundario, también mantuvo un vínculo de amistad.
Para recordar los momentos compartidos con Ricardo, Teresita, se “remonto inmediatamente a aquella linda etapa de la vida, el secundario y especialmente cuarto y quinto años, vividos en el Colegio San Agustín”.
“Ricardo –prosigue Teresita- integraba ese grupo entrañable de compañeros con los que aprendí a vivir la amistad verdadera, el respeto por la persona, la alegría, la unión…Además, como entre éstos compañeros estaban mis primos Carlos y Gabriel Saralegui (muy amigos de Ricardo), tuve la suerte de compartir los mejores momentos”.
“Ricardo ‘Pechu’ Casal –según Teresita- siempre alegre, entusiasta, ocurrente, divertido. Aún recuerdo una de las canciones de su banda, decía ‘Luciano ven aquí que es hora de tocar…’”.
“Vuelvo  a menudo a esos años, porque ellos me dejaron muchas cosas buenas y Ricardo está allí. Sé que no lo soñé, lo viví. Y estoy muy agradecida”, refiere Teresita Castro, en su emotiva recordación.

PALABRAS FINALES
En 1973, el Doctor Ricardo Casal emprendió el camino del trabajo y del estudio, su formación en el Derecho, a imagen de su padre, a quien había observado, siendo niño, trabajar con gran preocupación. Con el correr de los años desempeñó importantes cargos gubernamentales en la Provincia de Buenos Aires hasta diciembre de 2007, en el que el Gobernador Daniel Scioli le confió el Ministerio de Justicia y Seguridad.
Desde hace 32 años, Ricardo Casal está casado con Silvia, de cuya unión nacieron dos hijas, Manuela (27) y Juanita (10). Para su padre, ellas son “dos buenos frutos que Dios nos dio”.
Ricardo Casal guarda entrañables recuerdos de su infancia y juventud, estrechamente vinculadas a Dudignac y a 9 de Julio. No ha olvidado los momentos vividos aquí, y toda vez que le es posible, vuelve su mirada hacia atrás para evocar esos instantes tan sublimes, tan sencillos, tan eternos.

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