La Licenciada en Psicología Gabriela Baloriani, oriunda de 9 de Julio y perteneciente a una conocida familia nuevejuliense, se ha radicado en esta ciudad para brindar su atención en Consultorios Corpus, de la calle Ramón N. Poratti Nº 1490. En efecto, los días martes, atenderá en esa sede mientras que, los miércoles lo hará en la localidad de Dudignac.
Graduada en la Universidad de Buenos Aires en 2007, Gabriela Baloriani abrazó esta profesión a partir de un llamado vocacional que sintió siendo adolescente.
“Mi vocación –explica, en diálogo con EL 9 DE JULIO- por la Psicología surgió en mi adolescencia. Un pilar decisivo en la elección fue un profesor de Psicología que tuve en el colegio. Asimismo, muchos años después, trabajando en mi propio análisis me di cuenta de que, haber elegido esta carrera, también tenía que ver mucho con mi historia personal”.
En ese sentido, desde la Psicología, decidió seguir el cometido de “ ayudar al otro en aquellas cosas que no se entiende de sí mismo, aquellas cosas que por lo general molestan”.
Ni bien se graduó, Gabriela decidió profundizar en el área de trastornos en la alimentación y obesidad. A partir de entonces comenzó a trabajar en el Hospital Argerich, como concurrente, en el servicio de Trastornos de la Alimentación, uno de los más importantes en Buenos Aires.
Asimismo, comenzó a trabajar en una clínica de nutrición y endocrinología, del doctor Jorge Braguinsky, quien fue un referente de primer nivel en el tema de obesidad y nutrición en Argentina y también en América Latina.
“ Me decidí –comenta- estudiar el profesorado, porque me di cuenta que todo aquello que aprendía en el hospital necesitaba transmitirlo. El área de Nutrición en Psicología no se encuentra muy difundida en la actualidad, de hecho los psicólogos no trabajan mucho sobre la anorexia o la bulimia, específicamente”.
Durante un año y medio, la Licenciada Gabriela Baloriani trabajó en los Estados Unidos, en una fundación dedicada al tratamiento de niños y adolescentes con patologías psicológicas severas. Al principio trabajó en el área General y de Psicología de esta institución, pero hacia el final trabajó en la temática de nutrición.
“Se trató de una experiencia muy importante, buscando nuevas estrategias para trabajar con estas personas. Fue un aprendizaje muy grande y significativo”, dice.
Gabriela reconoce que “si bien existe un trabajo muy grande sobre la anorexia o la bulimia, desde una mirada de lo social; también hay otro bagaje relacionado con lo psicológico, con la historia personal de cada una de las personas y que se evidencia mucho en esos casos, de personas con autismo o que pueden estar más desconectados de las cuestiones sociales y culturales, y que sin embargo generan anorexia y bulimia u obesidad como el resto de las personas”.
El hecho de que esos problemas nutricionales surjan en personas con esas patologías, según la entrevistada, “revela que no solamente tiene que ver con un lado social y cultural, sino también con la historia personal de cada uno y de cómo uno pudo ir resolviendo todos esos asuntos a lo largo de la vida”.
“Hay quienes terminaron haciendo anorexia o bulimia como una forma de lidiar con toda esa carga personal”, afirma.
De acuerdo a lo indicado por Gabriela Baloriani, “en el trastorno alimentario, el paciente busca ayuda cuando se encuentra en un nivel de enfermedad en el cual se siente dificultado el desarrollo de las actividades diarias de su vida, por ejemplo cuando se siente débil y no puede ir a trabajar, y no cuando empieza a tener el problema”.
“Lo más común es que, en esa instancia, el paciente consulte primero con un médico. Hoy por hoy, por suerte, los médicos derivan los casos a los psicólogos y también éstos son conscientes de que, solamente con la psicología, no es posible curar el cuadro, sino que se necesita trabajar interdisciplinariamente con médicos, psiquiatras y nutricionistas”, concluye.
