A través de un decreto de necesidad y urgencia, el Gobierno Nacional amplió hasta el 31 de diciembre de 2023 de la emergencia pública en materia sanitaria, dispuesta por la ley 27.541, debido a los aumentos de casos de Covid que en las últimas semanas tuvo un aumento de los casos tras meses de retracción.
El DNU 863/2022, publicado este viernes en el Boletín Oficial, faculta al Ministerio de Salud como autoridad de aplicación de la emergencia sanitaria y, en sus considerandos, argumenta que “todavía hay necesidades de atención especial por la pandemia de coronavirus y sus impactos incluso en el ámbito de la salud mental”.
El Ministerio de Salud en un comunicado de prensa, expresó que la emergencia sanitaria tiene como objetivo “sumar el aporte de profesionales y técnicos de todas las disciplinas en los distintos subsistemas de salud para fortalecer, dar robustez, y poder brindar la atención esencial y necesaria a la población”.
“El impacto de la pandemia por COVID-19 en el sistema sanitario ha generado una demanda acumulada de seguimiento, tratamientos, pruebas diagnósticas y atención especializada que debe ser adecuadamente atendida en todo el país”, recordó la cartera conducida por Carla Vizzotti.
En ese sentido, se remarcó que “durante los dos años de pandemia se registraron demoras e interrupciones en la continuidad de la atención en salud en todos los niveles a nivel mundial” y se precisó que en Argentina “bajó casi el 50% la atención de pacientes ambulatorios y alrededor del 60% cancelaron sus prácticas médicas y diagnósticas”.
“A eso hay que sumar la tasa de abandono de los tratamientos de personas con diabetes, que se redujo en un porcentaje cercano al 35%”, agregó el comunicado.
El Ministerio remarcó que el impacto también se sintió en la salud mental de la población, con el aumento de cuadros de ansiedad, afectación del estado del ánimo, incremento de problemáticas complejas como el suicidio y el consumo problemático de tabaco, alcohol, y otras sustancias psicoactivas y el mal uso y abuso de las tecnologías.
“Las consecuencias que produjo la pandemia obligan a adoptar medidas rápidas, eficaces y urgentes; además de continuar desarrollando una estrategia sanitaria consensuada para profundizar la integración de los subsistemas de salud con foco en la equidad, la eliminación de barreras en el acceso y el aumento de la calidad en los servicios de salud”, subrayó.
Y agregó que “este cambio en el modelo de atención, gestión y financiamiento requiere un esfuerzo adicional para desarrollar y fortalecer redes integradas de servicios, con especial énfasis en la prevención y promoción de la salud de la población, la estrategia nacional de salud digital, el desarrollo de sistemas de información adecuados y la incorporación de nuevas tecnologías. En todos estos casos se requiere de recursos humanos calificados y suficientes para su implementación”.