* Industrial de destacada trayectoria, fundó una empresa que, con el tiempo, se consolidó en 9 de Julio entre las más importantes del rubro.
* Impregnado de los ideales socialistas, tempranamente se sintió atraído por la actividad sindical.
* Fue fundador del Football Club Libertad y de la Asociación de Bomberos Voluntarios de 9 de Julio, siendo un activo colaborador en otras instituciones de la comunidad, tales como la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y la Unión de Comerciantes e Industriales de 9 de Julio, entre otras.
“Su recia personalidad signada por el impulso creador, se proyectó siempre en dinámicas concreciones que iban desde su hogar modelo a su responsabilidad empresarial y a su espíritu generoso por la cultura y el bien público”.
Con esas palabras es descripta por sus contemporáneos la personalidad de don Serafin Spina, un destacado vecino de 9 de Julio, que vivió y tuvo implicancia en nuestra comunidad en las primeras seis décadas del siglo XX. Desde luego, la brevedad de la reseña que hoy nos proponemos trazar acerca de su protagonismo, no puede agotar ni forjar un friso integral de una vida tan intensa; sin embargo, creemos que al evocar su figura no solamente rendiremos merecido homenaje a un hombre de nuestra historia, sino que ofreceremos un modelo a seguir para quienes deseen inspirarse en su rica biografía.
Había nacido en la mañana del 9 de marzo de 1897, en la ciudad de Buenos Aires, en el domicilio de sus padres, ubicado en la calle San Juan entre Rincón y Sarandí, en el actual barrio de San Cristobal. Era hijo de Severo Spina y Carolina Demarco.
Apenas un niño se radicó, en torno a 1904, en 9 de Julio. Enseguida, con siete años de edad, se empleó en un comercio para luego pasar a un taller mecánico como aprendiz.
SU PROPIA INDUSTRIA
Tal como lo indica la revista “Industria Carrocera Argentina”, en una semblanza biográfica que le dedica en ocasión de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, “en 1920, en compañía de su hermano, construyó su propio local-taller, que fue base de su expansión industrial”.
Hacia 1921 constituyó la firma “Spina y Quatorce”, con la cual comenzó la construcción de carrocerías sobre chasis de Ford “T”, así como también la reparación de máquinas agrícolas.
Un hecho sin dudas auspicioso para su empresa aconteció en 1924 cuando fue nombrado proveedor exclusivo de la concesionaria local “Miranda Hermanos” de vehículos Ford. De acuerdo con la publicación citada, “este nombramiento sentó las bases definitivas que lo convirtieron en un verdadero carrocero”.
“La falta de chasis –explica la revista “Industria Carrocera Argentina” – y repuestos para la maquinaria agrícola, motivada por el último conflicto mundial, promovieron a esta industria a transformarse en sociedad en comandita por acciones; siguiendo a esto una nueva ampliación de los talleres y la inauguración de la planta de fundición, que complementó en forma definitiva su condición de permanente colaboradora del agro argentino”.
FUNDADOR DEL CLUB LIBERTAD
A fines del año 1923, se lo contó entre los jóvenes que sentaron bases fundacionales del Football Club Libertad, al sur de la ciudad, en la populosa barriada cercana a la estación del Ferrocarril del Oeste (después Ferrocarril Oeste). En efecto, Serafín Spina fue miembro fundador de esta institución junto a Antonio Bono, Angel Canusso, Ramón Guerrieri, Carlos Martino, Pedro L Spina, José A. Doga, Julio Bono, Angel M. Ortelli, Juan Podestá, Heriberto G. Camou, Luis Guerrieri, Juan Manfredo y Arturo Marenna.
En la vida institucional del Football Club Libertad tuvo gravitación en las décadas sucesivas, casi hasta la fecha de su muerte.
LA ASOCIACIÓN DE BOMBEROS VOLUNTARIOS
A mediados de 1946 se produjo un gran incendio en la casa de familia de José Lagomarsino (en la avenida Vedia entre Sarmiento y Avellaneda). Al no existir un destacamento de bomberos, fueron los vecinos quienes participaron en la tarea de sofocar las llamas. Allí se encontraba Serafín Spina, pues tenía su taller a pocas cuadras y corrió inmediatamente a prestar ayuda.
Una vez finalizada la ardua tarea, los vecinos se reunieron y lograron crear un cuartel de bomberos Voluntarios. El 10 de Julio de 1946, fue fundada la Asociación de Bomberos Voluntarios de 9 de Julio, por iniciativa de David Perelli, Manuel Couteau, Jose Garcia, Raúl Urteneche, Enrique Ortelli, José Lagomarsino y Serafin Spina, quién fue nombrado presidente de la primera comisión directiva.
El cuartel y las dependencias de esta Asociación se instalaron por primera vez el 17 de mayo de 1948 en el local de la avenida Vedia entre La Rioja y San Luis.
REFERENTE DEL SOCIALISMO LOCAL
Impregnado de los ideales socialistas, tempranamente se sintió atraído por la actividad gremial. En 1918 fue designado secretario del Sindicato Metalúrgico de 9 de Julio, siendo el primero en ocupa este puesto.
Fue un referente del socialismo nuevejuliense. Tras el derrocamiento del gobierno de Perón, el 25 de octubre de 1955, fue nombrado miembro de la Comisión Investigadora por el comisionado municipal que asumía entonces, Roberto Latino Córdona.
PALABRAS FINALES
Serafín Spina había contraído matrimonio el 20 de febrero de 1920 con Rosa Di Leo.
Falleció el 18 de diciembre de 1965.
En la víspera de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, el sábado 17 de diciembre de 1966, fue tributado un especial homenaje, por parte de sus amigos, el personal de su industria, miembros de instituciones de bien público y fuerzas vivas de la comunidad. Entre los concurrentes a ese acto y principal orador se encontraba el presidente de la asociación nacional que, en ese entonces, nucleaba a los industriales en el rubro de carrocería, Francisco Román.
Con ocasión de su fallecimiento, la prensa de la época destacó sus virtudes, aquellas que lo distinguieron entre sus pares: “su asombrosa vitalidad, la firmeza de su temple, la madurez y serenidad de su espíritu al afrontar el quehacer cotidiano sin declinaciones”.
FUENTES
– Archivo de la Familia Spina-Zubieta (agradecemos la atención de Constanza Spina).
– Revista “Industria Carrocera Argentina”, año IX, n° 32, noviembre a diciembre de 1966, pág. 25.
