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Nueve de Julio
viernes, marzo 29, 2024

Pablo R. Irigoitia. Bueno, altruista y soñador

– Nacido en esta ciudad, luego de desempeñarse en los rubros de tienda y florería, abrió las puertas de la Mueblería «La Economía», comercio que atendió durante varias décadas hasta su fallecimiento ocurrido hace más de veinte años.
– Desde joven abrazó los ideales de la política y se sintió atraído por los ideales del desarrollismo.
– Fue un activo dirigente, a nivel local, del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).
– Colaborador incansable de EL 9 DE JULIO, con su pluma, siempre con sustanciada en los problemas de la sociedad, escribió artículos agudos sobre cuestiones de habitantes de su tiempo.
– Vecino solidario y altruista, siempre estuvo dispuesto a tender una mano a necesitadas.

Quien pasa por el lugar donde él transcurrió gran parte de su vida, en su comercio de la calle Robbio entre Cavallari y Tucumán, es imposible no detenerse o simplemente pensar que allí se forjaron los sueños, las alegrías y las esperanzas de Pablo Román Irigoitia.
«Pichón», tal como lo llamaban sus amigos y familiares, había nacido el 16 de marzo de 1929 en la ciudad de 9 de Julio, en el hogar formado por Pablo Benito Irigoitia y Teresa Lombardo. Fue el quinto de ocho hermanos, Argelia Olinda (esposa del pintor Aldo Baamonde), Oneida Alicia (esposa del ajedrecista Héctor Decio Rossetto), Otilia Amira («Tila»), Ofelia Alcira (esposa de Rubén Bibiloni), Julia, Roberto y Horacio.
Sus padres provenían de la ciudad de Chivilcoy. Se había radicado en esta ciudad cuando sus cuatro hijas, Argelia, Oneida, «Tila» y Ofelia eran aún pequeñas. En Chivilcoy su padre, Pablo, se había destacado como militante en la Unión Cívica Radical, en la corriente «yrigoyenista», y había fundado un comité llamado «Las Gaviotas».
«Pichón» nació en una casa de la avenida Mitre, posteriormente sus padres alquilaron otra vivienda en Tucumán y Robbio y, más tarde, en Entre Ríos (hoy Arturo Frondizi) casi San Martín. En diciembre de 1939 su padre compró a la familia Péres la casa de la calle San Luis (hoy Cavallari) casi Robbio, que se convirtió en un punto referencial en la comunidad, pues fue punto de reunión de muchos amigos, y allí nació la genial artista Cecilia Rossetto.
«Pichón» había cursado sus primeros estudios en la Escuela Nº 1 «Bernardino Rivadavia».
Siendo adolescente ingresó como cadete en Casa Cabezas, una tienda que por entonces pertenecía a Victorio Argentieri, amigo de su padre, también oriundo de Chivilcoy. Más tarde, ingresó en Grandes Tiendas Galver, cuyo local comercial funcionaba la clásica esquina de Vedia y Mitre.
Desde muy joven, «Pichón» se destacó como un trabajador incansable. Solía invertir su tiempo siempre en alguna tarea que redundará en beneficio de otro o de su familia.
Después de cumplir con el servicio de conscripción militar, «Pichón» volvió por un tiempo breve a Galver, pero su principal objetivo era poder independizarse laboralmente. En efecto, asociado a Argentieri y Ferrer, instaló un comercio de florería en la avenida Vedia entre San Luis y Tucumán, que más tarde, a comienzos de la década de 1950, había trasladado a la esquina de San Luis y Robbio.

«Pichón» junto a sus amigos Antonio Aita y Jesús Abel Blanco.

UNA MANO TENDIDA HACIA LA SOLIDARIDAD
La “Fraterna Ayuda Cristiana” (F.A.C.) era, en la década de 1950, una de las entidades que trabajaba por la asistencia y el auxilio de los más necesitados. Si bien era una entidad que pertenecía a la Iglesia El padre Carlos Mullins, un entrañable amigo, invitó a “Pichón” a formar parte de las filas de esta entidad.
Con esta agrupación trabajó activamente fomentando el empleo y la construcción de viviendas. Junto al padre Mullins solían recorrer los barrios de la ciudad, tomando con tacto con las personas que pasaban privaciones, para tenderles la mano solidaria.
Tiempo más tarde, ya desvinculado de la F.A.C. trabajó para ayudar a muchas varias personas a construir su vivienda. Siempre atento a las necesidades de los demás, quien se acercaba a su casa o a su negocio, pidiendo una ayuda, jamás se iba sin una respuesta favorable.

MUEBLERIA «LA ECONOMIA»
Mientras atendía la florería, «Pichón», había concebido la idea de dedicarse al rubro de mueblería. Para ello adquirió un terreno muy cerca de su casa, en la calle Robbio entre San Luis y Tucumán y, merced a un gran sacrificio, comenzó a edificar un amplio salón. Un tío suyo le prestó dinero y varios comercio de 9 de Julio le facilitaron el crédito para adquirir los materiales para la construcción. De esta manera nació «La Economía», tal vez el primer comercio en la ciudad dedicado exclusivamente a la compra y venta de muebles usados y artículos de ocasión.

EN LAS INSTITUCIONES
Pablo Román Irigoitia a lo largo de su vida participó activamente en diferentes instituciones de esta comunidad. Tenía la cualidad de llegar a las comisiones no solamente para ocupar determinado cargo, sino también para trabajar activamente en beneficio de la misma. Así lo hizo en infinidad de ocasiones, muchas veces restando tiempo a sus actividades particulares, pero con la firme convicción que le daban sus ideales nobles.

SUS IDEALES POLITICOS
«Pichón», fue un tenaz defensor del desarrollo económico y la integración de la Nación, impulsado por Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio a partir del gobierno iniciado el 1ºº de mayo de 1958. Había acunado una frase axiomática que solía repetir, tanto verbalmente como en sus escritos de prensa:“Sin desarrollo no hay solución». «Pichón» fue, en varios periódos, presidente del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) a nivel local. El MID tuvo su origen, como organización partidaria, en el partido que llevara a la Presidencia de la Nación al Arturo Frondizi en el período 1958-1962, denominado Unión Cívica Radical Intransigente(UCRI) por ser fruto de una división del radicalismo en 1957. No obstante, ideológicamente se diferenció rápida y sustancialmente del radicalismo. Frondizi explicó que sus diferencias con el otra fracción del partido que presidía eran de fondo y no obedecía a cuestiones circunstanciales o electorales. En esa diferenciación ideológica tuvo mucho que ver el acercamiento de Frondizi con Rogelio Frigerio.
Precisamente, «Pichón» poseía el convencimiento de que el desarrollo supone un crecimiento continuo, con bases sustentables, y que derrame sus efectos sobre todos los sectores de la sociedad. En este sentido, luchaba por un movimiento progresista que impulsara el cambio y la elevación de las condiciones sociales de vida de todos los argentinos y, al mismo tiempo, sabía que desarrollismo permitiría superar la pobreza, la desigualdad e insertar a la Argentina en el mundo incorporando las innovaciones de la ciencia y del pensamiento.

SU AMISTAD CON ARTURO FRONDIZI
«Pichón» Irigoitía mantuvo amistad con el doctor Arturo Frondizi, a quien lo unía una fuerte coincidencia de opiniones y de ideas. Testimonio del afecto que se prodigaban mutuamente es la rica correspondencia que aún se conserva.

LA CONSTRUCCION DE LOS DEPARTAMENTOS
El domingo 28 de septiembre de 1992, en la calle Robbio entre Tucumán y Cavallari, fueron inaugurados seis departamentos construidos por Pablo Román Irigoitia. Los mismos significaron un tributo a las ideas desarrollistas y de integración. A cada uno de ellos se le colocó un nombre representativo: Arturo Frondizi, Rogelio Frigerio, Karol Wojtyla, Antonio Aita y Teresa L. de Irigoitia, que fueron algunos de los nombres elegidos, junto con «Desarrollo» e «Integración».
En el acto de inauguración de esos departamentos, asistieron sus amigos Antonio Aita y Jesús Abel Blanco (por entonces intendente municipal) y fueron bendecido por el presbítero Modesto Crosa.

COLABORADOR DE DIARIO EL 9 DE JULIO
El Diario EL 9 DE JULIO, tuvo en «Pichón» Irigoitia aún colaborador permanente. Además de haber sido un entrañable amigo de quien fuera director de este Diario, Antonio Aita, siempre estuvo dispuesto a escribir artículos, fruto de su observación aguda acerca de la realidad. Sus textos de prensa, conservados en nuestro archivo, son testimonio de la riqueza de su pluma.

PALABRAS FINALES
«Pichón» falleció en la noche del viernes 8 de marzo de 2002, en una clínica privada de Ciudad Evita.
Tanto desde su dimensión personal como en su protagonismo social se animó a soñar y trabajó para concretar esos sueños. Soñó con una sociedad justa y dedicó largas horas en la lucha por ese anhelo superior.

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