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Nueve de Julio
miércoles, abril 24, 2024

Rafael Elizalde. Auténtico exponente de una generación que pasaba

* Se radicó en 9 de Julio en el último cuarto del siglo XIX.
* Inmediatamente se insertó en la vida social del pueblo.
* Fue dependiente y luego socios de la firma fundada por Manuel Ormaechea.
* Fue co-fundador del Club Español de 9 de Julio e integró el consejo consultivo que promovió la reinstalación de la sucursal local del Banco de la Provincia.
* Las generaciones más jóvenes que lo conocieron lo recordaban ya anciano, ocupando el cargo de Rentas, función que desempeñó por casi tres lustros.

No le resultó difícil enraizarse en la pequeña sociedad nuevejuliense del último cuarto del siglo XIX. Su apellido sonaba a un linaje o abolengo patricio en nuestro país que, aunque no era el suyo, le permitió enseguida ser admitido en los círculos sociales locales ni bien se radicó en el pueblo.
Rafael Elizalde había nacido en Buenos Aires el 14 de mayo de 1873. En aquella ciudad fue bautizado, el 27 de julio del mismo, en la parroquia de la Inmaculada Concepción. Sus padres, Isidro Elizalde y Santos Butrón, de origen español, se habían establecido primero en Bragado.
El Censo Nacional de Población de 1895 ya lo ubicada a Rafael Elizalde en 9 de Julio, formando parte del personal de la prestigiosa firma comercial que fundara don Manuel Ormaechea y de la cual también formaban parte en esos años Antonio Gómez, Manuel Sáenz y Graciano Sendoya. También, más tarde, esa firma girará como “Ormaechea y Cía.”, “Ormaechea, Elizalde y Gómez”, “Elizalde, Gómez, Sendoya y Cía.” hasta convertirse en la poderosa empresa “Lizaso y Sendoya”.

INTEGRANTE DE LA GUARDIA NACIONAL
La Guardia Nacional era una fuerza que tuvo su influencia antes de la ley del Servicio Militar Obligatorio y tenía por finalidad enrolara los civiles y brindarles instrucción. Promediando la década de 1890, un eventual conflicto bélico con Chile motivó la reorganización de la misma en todo el país.
En 9 de Julio al conformarse la Guardia Nacional, hacia 1895, Rafael Elizalde no dudó en enrolarse. Dos años después ocupaba la jerarquía de oficial con el grado de subteniente.

PRODUCTOR AGROPECUARIO
No tardó, don Rafael, en hacerse de una posición sólida como comerciante lo que le permitió extender sus inversiones a otros rubros, tales como el de las actividades agropecuarias. En el Partido de Bolívar arrendó el establecimiento “Sauce-Có”.
Hacia 1923 retornó a 9 de Julio donde continuó abocado a las tareas agropecuarias.

EN LAS INSTITUCIONES
Rafael Elizalde tuvo una intensa vida social e institucional. En las organizaciones locales pudo incorporarse siendo muy joven a la Sociedad Española de 9 de Julio, cuya comisión directiva integró. Tuvo un rol proactivo en esta entidad, participando en la construcción de la Plaza España, entre otras obras.
Hacia 1902 fomentó la instalación del segundo polígono de tiro que existió en 9 de Julio, a través de la Comisión Pro-Patria.
En 1917 fue miembro fundador del Club Español. Esta institución también lo contó entre sus más conspicuos integrantes.

FUNCIONARIO PÚBLICO
Fue consejero escolar a comienzos del siglo XX y en 1910, con la reapertura de la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires en esta ciudad, fue nombrado miembro del Consejo Consultivo.
Durante la década de 1930 y hasta promediar la década de 1940, se desempeñó como Valuador de del Partido de 9 de Julio, al frente de la oficina local de Rentas. Lo cambios políticos sucedidos en esos años complejos de mediados del 40’ motivaron su alejamiento de esa función pública.

SU FAMILIA
El 12 de marzo de 1904, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, hoy Catedral, Rafael Elizalde contrajo enlace con Carmen Orbea, la hija mayor de Ambrosio Orbea y Carmen Sáez. Cinco hijos nacieron de ese matrimonio, Diego Rafael, Nélida Esther, Sara Carmen, Raúl Justo y Alicia.
Su esposa tuvo influencia en las instituciones de beneficencia locales.

PALABRAS FINALES
Rafael Elizalde falleció el 8 de enero de 1962. Había alcanzado una avanzada edad y, entre sus contemporáneos más jóvenes, se le veía como un preclaro exponente de una generación que se extinguía, aquellos vecinos que había contribuido al desarrollo del pueblo.

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