La pequeña bailarina nuevejuliense de sólo 11 años Uma Corvalán (hija de Agustina Baloriani y de Claudio Corvalán) se encuentra viviendo una experiencia única, participando del Curso de Invierno del Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires del que sólo forman parte 18 bailarinas y bailarines de todo el país.
Para la selección se tuvo que enviar videos porque había muchísimas chicas y chicos de todo el país y la selección fue muy limitada. Las clases se dan en el mismo teatro Colón, a cargo de prestigiosos maestros en el aula denominada «9 de Julio» ubicada en el tercer subsuelo, es el mismo lugar donde ensaya el ballet estable y la orquesta.
En su momento cuando apareció la posibilidad, Uma se inscribió con el apoyo de su familia y de la profesora de ballet Vanesa Castiglioni del Universo Estudio Baile. Fue una gran alegría. Uma expresó a «EL 9 DE JULIO» sus sensaciones sobre este momento que está disfrutando a pleno, para alguien que de muy pequeña lleva el ballet en su corazón: «cuando me eligieron sentí algo muy raro, porque no pensé que me iban a elegir».
Uma practica baile desde los tres años. Comenzó a tomar clases con la profesora Vanesa Castiglioni del Universo Estudio Baile hace año y medio. Castiglioni también desde pequeña tuvo la oportunidad de transitar el bello camino en el arte del ballet desde los 4 años. A los 8 años ingresó al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y desde ese momento no paró. Esta maravillosa profesión la llevó a recorrer varios países (Estados Unidos, Francia, Moscú, Chile, Paraguay, Uruguay). Desde hace 8 años está en 9 de Julio compartiendo su pasión y enseñanza con los alumnos.
Ante la consulta de «EL 9 DE JULIO» Castiglioni comentó con respecto al potencial de su alumna Uma Corvalán: «en cuanto la vi sabía que tenía todas las condiciones para el ballet».
Agregó la profesora sobre la pequeña bailarina: «con el tiempo me di cuenta que además de sus condiciones físicas tenía lo más importante para esta profesión: responsable, trabajadora, detallista, y sobre todo su amor y pasión por el ballet».
En el Universo Estudio, de Avenida Antonio Aita 718 de 9 de Julio, el trabajo que realiza Uma es muy intenso. «Uma toma clases de ballet de lunes a sábados y sólo falta si realmente esta muy enferma», se encargó de aclarar Castiglioni sobre su alumna que no se quiere perder ningún ensayo.
Además explicó la profesora que «a sus 11 años no es fácil soportar lo duro y exigente de esta carrera, pero ella es imparable. Como maestra siento mucho orgullo y admiración por ella. Y deseo que logre todo lo que sueña como bailarina», expresó la profesora con elogiosas palabras.
Parece que a Uma nada la detiene cuando de ballet se trata y siendo pequeña representa un ejemplo. «Es grande el esfuerzo diario, practicando muchas veces un paso hasta lograrlo. Había días en los que estaba realmente agotada y no se perdía un entrenamiento, más allá de los dolores en sus pies, y en sus músculos; de lunes a sábado siempre está agarrada de la barra para dar lo mejor. Gracias pequeña gigante. Sos ejemplo y amor puro. Te adoro. Gracias a su familia por todo el aguante y apoyo incondicional, sin eso no sería posible», reconoció Vanesa Castiglioni.
El próximo paso para Uma será el ingreso al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Para eso seguirán trabajando mucho. «Mi sueño para ella es que algún día, cuando sea mucho más grande, ingrese a la que para mí es la mejor compañía de ballet: The Royal Ballet en Londres. Pero esta es una carrera que siempre sorprende. Uma es pequeña todavía y tiene un largo y hermoso camino por delante».
Mientras disfruta de hacer lo que tanto le gusta, la pequeña Uma a la distancia comentó ante la consulta que es algo «muy divertido, re-lindo» y está muy contenta la profesora con quien se encuentra realizando sus actividades.
«Los ensayos son muy variados, te enseñan muchas cosas y te ayudan, en cada paso. Si querés preguntar, podés preguntar. Está muy bueno», nos contó Uma Corvalán con su voz llena de alegría.
Uma es muy pequeña y tiene una vida por delante. Mientras tanto persigue un sueño, que con esta experiencia del Teatro Colón se convierte en realidad y al mismo tiempo le permite disfrutar de algo que tanto le gusta y que tanta dedicación le pone para aprender día a día.
