En los partidos televisados del fútbol profesional aparece una cara conocida para los futboleros nuevejulienses. Se trata de Nicolás Ramírez, aquel goleador que le dio muchas alegrías a la gente de Agustín Alvarez y que actualmente está considerado con muy buen presente y mejor futuro en el arbitraje. Fue encargado de impartir justicia en la victoria de Agropecuario ante Racing de Avellaneda por Copa Argentina hace una semana en Jujuy.
Nicolás Ramírez tiene 35 años: nació en Gonzalez Catán (La Matanza), el 18 de noviembre de 1986. Como antecedente futbolístico hizo divisiones inferiores en un club de ascenso de AFA y al llegar a la Primera no pudo firmar el contrato. En aquel momento no cumplir con ese objetivo lo desanimó y estuvo un año alejado del fútbol.
FUTBOL Y EDUCACION FISICA
Ramírez estudiaba Educación Física en la Universidad Nacional de La Matanza y además había realizado el Curso de Arbitraje. Mientras estudiaba sus compañeros lo alentaron para jugar el torneo universitario de fútbol (cancha grande de 11 jugadores). El entrenador de la UNLAM era Raúl «Pacha» Cardozo el gran lateral izquierdo de Vélez campeón del fútbol argentino, de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental. Uno de los preparadores físicos de la Universidad, se desempeñaba en las inferiores de Boca Juniors.
«Teníamos buen equipo en la universidad, éramos ex jugadores y hacíamos amistosos con equipos de Ascenso. Una vez jugamos un amistoso contra la Cuarta de Boca, me vio una persona allegada a ‘Tato’ Márquez, a la semana se contactaron conmigo del Club Agustín Alvarez y me ofrecieron hacer una prueba porque estaban buscando un centro delantero, le habían pasado mis referencias a Tato», contó Nicolás Ramírez.
SU LLEGADA A AGUSTIN ALVAREZ
En una entrevista con «EL 9 DE JULIO» recordó que llegó por primera vez a la ciudad de 9 de Julio en 2009. «Me recibieron Tato y Ruben Alvarez, les gustó la prueba que hice en Agustín Alvarez, convertí uno o dos goles y entonces tomaron la decisión de ficharme y así empecé a jugar en la Ciudad», comentó el ex jugador de «Los Rojos del Palomar».
«De Agustín Alvarez tengo los mejores recuerdos, me permitieron continuar jugando al fútbol. En cierto modo, fue una revancha para mí que había estado distanciado del fútbol, por la desilusión de no haber llegado a la Primera División de AFA. El Club Agustín Alvarez me permitió volver a tener ganas de jugar al fútbol y estar ligado a esta actividad que me encantó siempre desde chico», reconoció agradecido.
Al mismo tiempo expresó «me encantó el trato de la gente del club, de la ciudad. Todos me trataron de manera excelente desde mi llegada. Hice dos o tres temporadas. Hasta que en 2011 me llamaron de AFA para dirigir, como árbitro. Les expliqué en el club mi situación y mientras empecé a dirigir, me hacía un lugar para jugar en Agustín Alvarez cuando podía».
EL ARBITRAJE
«Cuando empecé la carrera de arbitraje me vieron condiciones como para, en poco tiempo, empezar a dirigir en categorías superiores. En un momento tuve que tomar la decisión. Desde la Dirección Arbitral de AFA de dijeron que me dedique de lleno a esto porque me veían condiciones a futuro. Así comencé con fútbol infantil, inferiores y después con el Ascenso en Zona Metropolitana», relató el entrevistado.
«Desde 2011 he tenido una carrera rápida para un árbitro. En seis años llegué a debutar en Primera División y he jugado finales de Ascenso. En 2018 debuté en Primera División. También jugué en Copa Argentina anteriormente y sufrí una lesión en el sóleo que me alejó y eso me hizo perder terreno. En su momento Horacio Elizondo pretendía que sea un árbitro internacional joven pero esa lesión me alejó, cuando me recuperé tuve otra lesión en el nervio ciático que me volvió a alejar de los campos de juego», agregó.
Hace un año el árbitro Ramírez regresó a los campos de juego, sin molestias físicas y la Dirección Arbitral le dio una nueva oportunidad para ser convocado a Nacional B y Primera División. «Actualmente disfruto del presente y que me hayan permitido disfrutar de Racing – Agropecuario, por lo que significa la Copa Argentina fue muy importante, porque hay más compromiso que un partido del torneo teniendo en cuenta que en la copa uno queda eliminado y el otro avanza. Hay mucho en juego y para nosotros es mucha la responsabilidad».
En cuanto a la actualidad comentó el juez de fútbol «disfruto del presente, con partidos importantes y aspirando a seguir avanzando en esta profesión. Si bien he jugado varios partidos en primera el objetivo a corto plazo es tener más ruedo en Primera División y asentarme en la categoría».
Además del arbitraje, Ramírez se desempeña como empleado administrativo en la obra social Bancaria. Su prioridad es el arbitraje y en el empleo de la obra social le permiten viajar para cumplir con las designaciones de AFA.
FAMILIA Y AMISTADES DE 9 DE JULIO
Mientras se encontraba en 9 de Julio en una pretemporada de Agustín Alvarez, Nicolás Ramírez recibió la invitación de Ismael Alvarez para que se quede un mes en su casa. Una tarde conoció a quien es su esposa, Virginia Garilio Valguarnera. Se enamoraron y en ese entonces comenzaron la relación en 9 de Julio.
«Desde el 2011 tengo un vínculo permanente con 9 de Julio. La ciudad me dio muchas amistades y ahí también conocí a mi pareja. Estoy muy contento. Tenemos dos hijos: Lázaro y Félix. Una vez por mes o cada 45 días viajamos a visitar a la familia. Tengo muchos amigos árbitros también. Estamos lejos, pero al mismo tiempo estamos en contacto», expresó .
«Les agradezco a la gente de la ciudad que cuando me ve dirigiendo me manda mensajes de aliento y de apoyo. Siento que en cierta medida estoy representando a 9 de Julio», concluyó Nicolás Ramírez quien además de ser recordado por sus goles con la camiseta Roja en los partidos de la LNF, por sobre todas las cosas se ganó el aprecio. Aquí destacan que es una muy buena persona y eso le permitió cosechar muchas amistades.
