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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

El Obispo de 9 de Julio visita Ucrania

El Obispo de la Diócesis de 9 de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi se encuentra visitando la zona de guerra en territorio ucraniano. Allí está manteniendo contacto directo con las víctimas del conflicto bélico.
Acerca de su visita a Ucrania, monseñor Torrado Mosconi explicó que por diversas circunstancias ha mantenido una relación muy estrecha con Polonia, “varios sacerdotes polacos colaboran en la diócesis de Nueve de Julio, algunos desde hace muchos años, habiendo gastado sus vidas sirviendo al pueblo de Dios que peregrina en estas pampas bonaerenses”.
“Además –añadió- el vínculo con mi diócesis fue acrecentándose en estos años por varios proyectos de intercambio y ayuda que estamos llevando adelante. La asociación que me invitó se llama «All brothers» y muestra que, tal como nos enseña el Papa Francisco en Fratelli Tutti, todos debemos sabernos y sentirnos hermanos, no importan las distancias geográficas ni culturales. Por las responsabilidades en mi diócesis la visita será por muy pocos días, apenas lo suficiente como para tener una experiencia directa de la realidad del sufrimiento de la gente y poder hacer un gesto simbólico de cercanía y solidaridad con las víctimas de la guerra”.
El Obispo de 9 de Julio se entrevistó, en esta ocasión, con el Arzobispo mayor de la Iglesia Greco Católica, Sviatoslav Shevchuk, que fue miembro de la Conferencia Episcopal Argentina.
“El –comentó el Obispo- me manifestó su consuelo y gratitud al sentir la cercanía de todos los obispos argentinos con su ayuda y oración. Me transmitió lo importante que es la palabra de acompañamiento de los pastores para los fieles ucranianos que forman parte de la Iglesia católica que son una minoría en el país ante una gran mayoría de cristianos ortodoxos. He podido recorrer en las periferias de Kiev las zonas más afectadas y contemplar de manera directa la destrucción que produce la barbarie de la guerra. Tal como dice el Papa «la gente común paga en su piel la locura de la guerra»”.
Monseñor Torrado Mosconi valoró, “sobre todo, haber tenido la posibilidad de tomar contacto personal con algunas víctimas y orar con ellas”.
“Llevo grabado –dijo- en mi memoria tantos rostros de niños y ancianos marcados por el sufrimiento y la crueldad de la guerra. He podido experimentar en carne propia la zozobra e inquietud que se vive cuando el sueño de la noche es interrumpido por las sirenas de las alarmas. Lo triste que es ver las esquinas y las entradas de cada pueblo con trincheras y protecciones ante la amenaza del ingreso de los tanques de guerra. El silencio que se produce en las ciudades después del toque de queda. Los trastornos y consecuencias que puede dejar la guerra en todos los afectados son siempre imprevisibles”.
Por último, tras exhortar a rezar “para que los enemigos vuelvan a la amistad, el perdón venza el odio y la indulgencia a la venganza”, consideró que “también nosotros desde Argentina podemos hacer mucho por la «martirizada Ucrania» a través de nuestra oración, cercanía espiritual y ayuda solidaria”. Al mismo tiempo, convocó a “vivirlo como una oportunidad para educar para la paz en nuestro país. Insistir en la importancia del diálogo para la solución de los conflictos y desterrar de nuestros niños y jóvenes la cobarde tentación de la violencia”.

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