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Nueve de Julio
jueves, abril 18, 2024

Anselmo Díaz. De espaldas a la historia

Por Héctor José Iaconis

* Arribó a 9 de Julio apenas fundado el campamento militar que le dio origen, estableciendo enseguida un comercio.
* Integró la primera Corporación Municipal, convirtiéndose en el primer alcalde del pueblo.
* Ocupó varios cargos públicos y se destacó por su participación activa en la pequeña social aldeana del 9 de Julio de su tiempo.
* Abrazó los ideales de la Masonería formando parte, tempranamente, de la Logia “Igualdad”.

Al repasar la lista de los primeros pobladores de la ciudad de 9 de Julio, aquellos que arribaron en los primeros meses posteriores a octubre de 1863, leemos nombres que no representan más que una grafía en el pliego donde se hallan escritos. Nada sabemos de muchos de ellos, acerca de la suerte que corrieron en su derrotero vital; de pocos aparecen noticias certeras y, menos aún, referencias que nos permitan trazar una biografía,
Puede decirse que quedaron, aquellos hombres y mujeres, de espaldas a la historia. Más bien, son la representación clara de un retrato antiguo de un que posa de espaldas y del cual jamás sabremos con certeza su identidad. Así, esos nombres, se pierden en el sendero  más velado del tiempo.
Algo así ocurre con Anselmo Díaz, quien se hallaba en estas tierras en esos días difíciles de la fundación, cuando aún el campamento no había despegado de la antigua posición inicial en torno a la legendaria laguna, donde hoy se halla el Parque General “San Martín”. Poco sabemos de él; no obstante, para traer a nuestro tiempo su recuerdo, nos valdremos de algunos recursos documentales para trazar su escueta biografía.
De color trigueño, había nacido en Tucumán, el 24 de junio de 1828, hijo de Félix Díaz (también tucumano, fallecido de aneurisma en la ciudad de Mercedes, el 22 de septiembre de 1871), y de Juana Nievas (natural de Tucumán y fallecida en Mercedes el 8 de septiembre de 1868).
El 6 de agosto de 1852, contrajo matrimonio con Natalia Torrez, en la parroquia de Mercedes, donde se encontraba radicado, junto a sus padres. Su esposa, hija de Gabriel Torrez y de María Montenegro, contaba -al momento de desposarse-  22 años de edad. De ese matrimonio, no habría de nacer descendencia.

ENTRE LOS PRIMEROS COMERCIANTES
Desde Bragado, en 1863, enseguida de fundada la Comandancia Militar que daría origen al pueblo de 9 de Julio, se trasladó para instalar su pequeño comercio. En efecto, radicado en 9  de Julio poseyó una cantina primero, acerca de la cual hace referencia Emilio Carballeda en su “Crónica Retrospectiva de la Fundación de 9 de Julio” “A últimos de noviembre, y principios de diciembre de 1863, se establecieron -a media cuadra de distancia de las carpas del campamento militar, y siguiendo el mismo orden de colocación- varias cantinas, de las que figuraban, en primer línea, la de don Anselmo Díaz y don Pedro Salazar…”.
Durante la totalidad de su  vida en el pueblo el comercio fue su principal fuente de recursos y, es probable, en los últimos años de su vida se haya visto sumido en la pobreza.

CARGOS PUBLICOS
Una vez establecida la autoridad civil en 9 de Julio, con la constitución de la  Corporación Municipal en 1866, fue designado alcalde del cuartel primero. De esta manera se convertía en el primero en ocupar ese cargo.
Así también, se le confió el puesto de presidente de una comisión para la revisión de pesas y medidas en comercios.
El 30 de julio de 1867 fue uno de los firmantes del acta de colocación de la piedra fundamental de la primera capilla erigida en el pueblo, donde hoy se encuentra la Catedral.
Hacia noviembre de 1868, fue elegido albacea del primer testamento, otorgado por el Juzgado de Paz en 9 de Julio. En junio de 1869 fue convocado para integrar una comisión de vecinos cuyo principal cometido fue gestionar la construcción de los edificios públicos en el pueblo.
El 17 de febrero de 1870 fue elegido nuevamente miembro de la Corporación Municipal como encargado de tierras y de Policía y,  entre octubre de 1873 y septiembre del año siguiente, se desempeñó como oficial de policía.

EN MEDIO DE UNA SEDICION
Desempeñando el cargo de alcalde del pueblo, a mediados de 1869, se produjo un «conato de sedición» entre los vecinos. Con ese nombre se tituló la carátula del expediente que se labró, ante el Juzgado de Paz, una vez concluido el hecho.
Un grupo de vecinos, integrado por Anastasio Prieto, Manuel Cristobo, José Señorans, Alejandro Cruz, Juan Rodríguez, Edelmiro Moura, Tomás Vío y Teodoro Maqueda, disconformes con las medida adoptada por el juez de Paz Esteban Severo Trejo, quien había puesto a su juez sustituto para que lo reemplace en sus funciones. El reemplazante también se vio obligado a ausentarse del lugar, terminando en el cargo de juez interino el comerciante Emilio Carballeda, quien era al mismo tiempo secretario municipal y del Juzgado.
Aquellos vecinos consideraban que la actitud de Trejo respondía a un “hecho de conveniencia privada, sentando un mal precedente para el futuro” y pretendían  que Anselmo Díaz asumiera interinamente como juez de Paz. Del mismo modo, deseaban que fuera convocado el pueblo “a una especie de cabildo abierto, para que el vecindario eligiese a la persona que debía suplir momentáneamente a los funcionarios ausentes”.
Casi de manera forzosa, aunque sin perder la cordialidad de amigos y camaradas que compartían mucho tiempo de sus vidas en ese pequeño terruño, los vecinos disidentes, exhortaron a Anselmo Díaz para asuma el cargo de juez de Paz interino; sin embargo, para eludir esta responsabilidad, este terminó por renunciar a la función de  alcalde. De esta forma, ya sin tener instrumentos para poder actuar, los vecinos se dispersaron y quedó frustrado este primer intento de insurrección en el pueblo.

EN LA MASONERÍA NUEVEJULIENSE
Anselmo Díaz fue miembro de la Logia Masónica “Igualdad” de 9 de Julio. No existen copiosas referencias sobre su protagonismo en el taller masónico, aunque aún se conserva una nota fechada el  11 de septiembre de 1879 y firmada por Raimundo Prieto, venerable maestro de la Logia y por su secretario interino Pedro Barbé, donde se lo menciona como integrante de la misma.

PALABRAS FINALES. SU JUICIO SUCESORIO
Anselmo Díaz, falleció repentinamente en 9 de Julio, el 4 de marzo de 1886.
En 1897, fue abierto su juicio sucesorio. Su viuda se encontraba radicada en Mercedes. Designó, como su apoderado legal, a Andrés Doménech.
Solamente dejó como legado su casa, donde había vivido de 1864, ni bien el coronel Julio de Vedia le había otorgado ese lote apenas delineado el pueblo. Ubicada en 25 de Mayo, entre Buenos Aires (hoy San Martín) y Salta (solar 10º, de la manzana 3º), hacia 1897, tenía como frente una verja de hierro, sentada en cal,  luego de la cual seguía un patio-jardín. Más atrás, estaba la vivienda (de tres piezas, una cocina y demás dependencias), y por último, un patio en el cual se levantaba un galpón.  Anselmo Díaz había conseguido escriturar esta propiedad apenar había contado el pueblo con un notario. Por ello, el título de propiedad lo había expedido el escribano Cornelio Andrade el 3 de noviembre de 1876.
El 2 de diciembre de 1898 concluyó su juicio sucesorio siendo declarada como única y universal heredera su viuda Natalia Torrez.
Ella le había acompañado en la aventura de adentrarse al desierto y establecerse en un pueblo de frontera, con los peligros y desvelo que ella decisión implicaba. Y a ella, en cierto modo, le cupo cerrar para siempre la historia de este singular personaje.

FUENTES
– ARCHIVO DE LA IGLESIA CATEDRAL, Nueve de Julio, Libro de Defunciones nº 12, folio 40.
– ARCHIVO DE LA IGLESIA CATEDRAL, Mercedes, Libro de Defunciones nº 13, folio 306,  y Libro de Defunciones nº 11, folio 408, respectivamente.
– ARCHIVO DE LA IGLESIA CATEDRAL, Mercedes, Libro de Casados nº 4, folio 69.
– ARCHIVO DE LA MUNICIPALIDAD DE NUEVE DE JULIO,  9  de Julio, Sección Archivo del Juzgado de Paz”, Expediente n° 391,  Díaz Don Anselmo. Su testamentaría, año 1897 (esta signatura topográfica corresponde a la fecha en que fue consultado este documento, en 1993).
– ARCHIVO DE LA GRAN LOGIA DE LIBRES Y ACEPTADOS MASONES, Buenos Aires, Documentos de la Logia “Igualdad” n° 61, c. 7.
– BUENAVENTURA VITA, Crónica Vecinal de Nueve de Julio 1863-1870, La Plata, Archivo Histórico de la Provincia, 1938.

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