Hoy despedimos a Ceci, y esto que es tan difícil se hace posible al sentirla tan presente en el corazón de todos los que la conocimos.
Ceci fue una madre amorosa y luchadora; una compañera, hija y hermana allanadora de caminos; una militante incansable de las causas justas; una amiga fiel y tan querida; una facilitadora de la palabra; una promotora de la unión y la armonía de su extensa familia; luz y faro de sus alumnos; la presidenta de los primos; nuestro nodo de amor.
Estaremos siempre agradecidos por su vida compartida, su palabra simple, su sonrisa y su amorosa descendencia.
Ceci fue inmensa, sembró hermoso y atesoraremos todo eso.
Su familia y sus amigos, que somos un montón, la querremos mucho y siempre.
